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Por: Dr. Honorio Silva


Honorio Silva, MD, GFMD
IFAPP Academy, New York; King’s College London

La comunidad científica y biomédica mundial considera un progreso la publicación en el New England Journal of Medicine (1) sobre los resultados de SURMOUNT-1, un estudio multicéntrico internacional en fase III de investigación clínica en los que se compararon los efectos de la tirzepatida, (Monjuro™, desarrollado por Eli Lilly, Indianápolis), con los de un placebo (una sustancia farmacológicamente inerte) en un total de 2539 participantes adultos no diabéticos con obesidad, evaluados durante un periodo de 72 semanas.

La tirzepatida es un nuevo péptido inyectable (aprobado por la FDA para el tratamiento de la diabetes tipo 2) calificado como un análogo de incretinas.

Las incretinas son hormonas segregadas en el intestino en respuesta a la ingesta de nutrientes, que estimulan la secreción de insulina por el páncreas. Hay dos incretinas conocidas (GIP-Glucose-dependent insulinotropic peptide- and GLP-1-Glucagon-Like Peptide 1) y la tirzepatida tendría una actividad similar.

La tirzepatida se administró por via subcutánea a la dosis semanal de 5, 10 o 15 mg, o placebo, a adultos participantes asignados al azar en cuatro grupos comparables.

La obesidad fue  definida como un índice de masa corporal – IMC- mayor de 30 al comienzo del estudio. 

El IMC se obtiene al dividir el peso en kilogramos por el cuadrado de la altura en metros.

También fueron aceptados sujetos con sobrepeso (IMC entre 27 y 30) pero con complicaciones relacionadas (hipertensión arterial, hiperlipidemia, alteraciones obstructivas del sueno o enfermedad cardiovascular conocida.

Aquellos con diabetes conocida, o recibiendo medicación para perder peso en los 90 días previos al estudio, no fueron aceptados.

A todos los participantes se le indicaron medidas higiénico-dietéticas, recomendaciones sobre cambio en el estilo de vida, dieta balanceada con reducción de 500 calorías diarias y ejercicio regular (al menos 150 minutos semanales)

El objetivo primario del estudio fue el evaluar un posible descenso de peso (al menos 5 %) al cabo de las 72 semanas en todos los participantes.

Al comenzar la evaluación, el promedio de peso corporal fue de 104.8 kg y el de IMC fue de 38, indicando obesidad severa o tipo II. El 95 % de los participantes tenia un IMC mayor de 30.   

Los efectos de la tirzepatida fueron marcados. Se observó una significativa reducción en porcentaje de peso corporal (15, 19,5 y 20.9 % a los tres niveles de dosis) en comparación con los del placebo, cuyo efecto fue solo alrededor del 3%.

Una reducción del 5 % en el peso corporal se obtuvo en el 85 %, 89 % y 91 % de los pacientes incluidos en los 3 grupos mencionados.

La reducción en el IMC también fue significativa (33.9 %) en comparación con placebo (8.2 %). Estos resultados son inusuales y son muy superiores a los reportados previamente con otras drogas utilizadas para el tratamiento de la obesidad,

Además, la administración de tirzepatida se acompañó de una significativa reducción en las medidas de circunferencia abdominal, presión arterial sistólica y diastólica, insulina basal y lípidos plasmáticos, así como de algunas pruebas de función hepática. 

La disminución del tejido graso corporal fue tres veces superior a la de otros tejidos magros y podría ser comparable a los resultados de la cirugía bariátrica, aunque todavía no se han realizado estudios en este sentido.

Asimismo, un 95 % de los pacientes con prediabetes (valores de glicemia en ayunas comprendidos entre 101 y 124 miligramos por decilitro) normalizaron sus valores de glucosa plasmática en ayunas.

El cambio en estos marcadores permitiría predecir un riego reducido de enfermedad cardiovascular, enfermedad renal crónica, hígado graso no alcohólico, y diabetes tipo 2, entre otras si recibieran la droga en terapia crónica. Es necesaria la evidencia confirmatoria.

El medicamente fue bien tolerado. El perfil de efectos secundarios es comparable al de otras drogas de su clase farmacológica, y en su mayor parte focalizados en el área gastrointestinal.

Nausea, diarrea, vómitos, y constipación fueron las causas más usuales de abandono del tratamiento usualmente durante las fases iniciales del estudio clínico. Aproximadamente el 80 % tuvo algún efecto secundario, discretamente mayor que los reportados con placebo (70 %).

Estos resultados abren alentadoras esperanzas en el manejo farmacológico de la obesidad. A fines comparativos, la eficacia real (superior a la del placebo) en el descenso de peso de las drogas aprobadas por el FDA oscila entre 3.0 y 8.6 %.  

Estudios recientes con semaglutida mostraron descensos significativos, ajustados con placebo, alrededor del 12 %.  La cirugía bariátrica permite un descenso del 25 al 30 % al cabo de uno dos años. La tirzepatida sería entonces una posible alternativa a la cirugía en pacientes con obesidad moderada a severa y así prevenir sus complicaciones.

Sin embargo, se requieren estudios adicionales y evidencias de costo/efectividad para confirmar su posible valor en la práctica médica real. El medicamento no ha sido no aprobado para su uso esta indicación, en ningún país del mundo.

Referencia:

1) Jestreboff AM, Aronne LJ, Ahmad NM, Wharton S, Connery L, Alves B, et al.DOI 10.1056/NEJMoa220338 published online on June 4, 2022. pg. 1