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Economía y salud tienen el mismo peso en el informe semestral del Banco Mundial, por la razón lógica asociada a la pandemia que cambió las previsiones y obliga a incorporar en el análisis, desde acceso a la salud hasta precio de los medicamentos.

Este viernes 9 de octubre ha tenido lugar el lanzamiento de este informe, titulado El costo de mantenerse sano.

Martín Rama, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, detalla al respecto que esta pandemia “nos lleva a pensar en la necesidad de tener cobertura de salud efectiva para toda la población”.

Por otro lado, mantener los medicamentos a precios razonables, sin penalizar la innovación, observa, requiere organizar las compras públicas y abordar aspectos como las patentes.

Detalla que de hecho el título del informe juega con dos tipos de costos “el costo enorme por el covid-19, pero también el de mantenerse sanos en general y estos dos elementos están conectados”.

Observa que ahora los países están haciendo esfuerzos por tener camas, medicamentos, por comprar la vacuna y el tema en general son los costos de salud.

El estudio analiza medio millón de contratos de adquisiciones públicas para 235 farmacéuticos en siete países de la región “y encontramos una enorme dispersión de precios dentro del mismo país”.

Indica que según como se organicen los contratos, “puede comprarse un mismo medicamento, 40%, 100% o 3,000% más caro dentro de un país, dependiendo de las características de mercado entre proveedores”.

El comunicado del Banco Mundial insiste que “la pandemia de covid-19 puso el foco en aquellos sistemas de salud fragmentados que no proporcionan una cobertura de calidad a toda la población.

Los gastos de bolsillo en atención médica pueden ser considerables y muchas veces regresivos. Mejorar los servicios de salud debería formar parte de las políticas diseñadas para enfrentar esta crisis”.

Del lado del sector farmacéutico, el organismo indica que puede “puede fortalecer la capacidad científica local y ser un aliado clave en la lucha contra la pandemia, pero también puede convertirse en una carga onerosa para los presupuestos públicos y las finanzas domésticas”.

El informe “revela que un mejor diseño de las licitaciones podría reducir el gasto público regional en medicamentos entre un 12% y un 15”.

También el estudio, citado en el comunicado, observa que “se depende de organismos regulatorios locales que promuevan la competencia y aprueben, promuevan y llegado el caso impongan el uso de genéricos para mantener bajos los costos del sistema de salud”.

La crisis, observa el organismo, podría ser una buena oportunidad para reconsiderar las políticas relacionadas con los productos farmacéuticos en América Latina y el Caribe.

Lecciones aprendidas

“Nuestra región soporta el peor impacto económico y en salud debido a la covid-19 de todo el mundo, algo que exige mayor claridad respecto a cómo combatir la pandemia y recuperar el rumbo económico de cara a una rápida recuperación”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe, citado en el comunicado.

 Desde el punto de vista económico, el estudio ofrece varias claves:

El Producto Interno Bruto (PIB) en la región de América Latina y el Caribe (excepto Venezuela) retrocedará un 7.9% en 2020. Se espera un crecimiento de 4.0% para 2021. En el caso de Panamá la caída será de -8.1%.

“Esta crisis llega tras años de lento crecimiento económico y escaso progreso en términos de indicadores sociales, e inmediatamente después de una ola de disturbios sociales en muchos países de la región”, observa el estudio.

Del lado positivo, “el comercio mundial de bienes regresa a niveles anteriores a la crisis y los precios de las materias primas se han mantenido relativamente bien.

Luego de una caída inicial abrupta, las remesas en general son mayores que hace un año. Y son pocos los países que no pueden acceder a los mercados financieros internacionales. Las políticas económicas deberían apuntar a aprovechar estas oportunidades”, indica el Banco Mundial.

Detallan que fue importante “que los paquetes de estímulo llevados a cabo por distintos gobiernos fueran en general robustos, a pesar de las restricciones fiscales, y que buena parte de los recursos adicionales fueran a transferencias sociales.

El efecto multiplicador de estas transferencias sobre la actividad económica es significativo” y consideran se deben mantener.

Considera oportuno el gasto de los gobiernos “pero los niveles de deuda pública en la región subieron de forma significativa”, de allí la necesidad “de retomar la senda del equilibrio fiscal”.

Rama, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, agrega que el estudio está enfocado en analizar que si bien todos esperamos una vacuna, “es posible que no esté mañana” y podría llevar meses su distribución, “por tanto comenzamos corriendo y ahora es un maratón”.

El tema unificador “es cómo vivir con el virus mientras esperamos la vacuna” y, al respecto, el informe del Banco Mundial, establece aspectos definidos y compartidos por Rama:

En el ámbito de la salud, ser capaces de mejorar la capacidad de atender a la población. Latam ha progresado, pero todavía existen desigualdades y la salud sigue siendo cara.

Por otra parte, contar con políticas públicas muy claras de compra de medicamentos.

Del lado económico, quienes más sufrieron en la región fueron las personas del sector informal, porque no están calificadas, no pueden teletrabajar y sus oficios son de contacto.

Esto obliga a repensar la formalidad en el corto y mediano plazo.

El otro punto desde la perspectiva económica, es cómo recrear el espacio espacio fiscal, volver a la normalidad y definir en qué y quiénes se concentran los apoyos económicos, desafíos que se anotan en este “maratón” de largo aliento.

Violeta Villar Liste
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