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Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
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Inicio una serie de publicaciones acerca de la comprensión del origen de los comportamientos inadecuados de los niños, niñas y adolescentes; así como de herramientas útiles y aplicables para el manejo efectivo de estas situaciones.

  • Lo que nos dejó nuestra crianza.

Es muy importante revisar la manera como fuimos criados ya que ello influirá, en gran medida, en los esquemas que vamos a utilizar en la crianza de nuestros propios hijos.  ¿Recuerdas como fuiste criado? ¿Reconoces algún elemento violento en tu crianza?

Si tu respuesta es positiva, es momento de revisar y cambiar los patrones violentos de crianza que, tarde o temprano, van a aparecer en el proceso de criar a tus hijos/as.

Podrías comenzar por revisar el modelo de poder que funcionó en tu familia de origen y también los roles y estereotipos establecidos culturalmente según el sexo con el cual nacemos, porque esto tiene mucho que ver en la forma como criamos.

  • Recordemos que aprendemos por IMITACIÓN y por REPETICIÓN.
  • Nuestra familia de origen es el modelo interno que tenemos como referencia.

Por lo general  la gente cría a sus hijos/as en función a como fue criado. Puede que lo imite tal cual como fue o que se distancie al polo opuesto, y esto puede llevar a extremos que tampoco son positivos. Por ejemplo: si  fuimos golpeados cuando niños, esto puede llevarnos a repetir esa conducta o a decidir criar sin poner ningún tipo de límites.

  • Necesitamos revisar más de cerca esta expresión de “portarse mal-portarse bien”.

Esta expresión proviene del  modelo de crianza tradicional, con el cual que crecimos, y llama la atención como parejas muy jóvenes siguen repitiendo el mismo esquema obsoleto y, sobre todo, ineficaz. Esta expresión es una generalización y etiqueta que puede resultar muy negativa a la larga.

A veces castigamos o premiamos de manera injusta y desproporcionada. Es preferible utilizar el término “comportamiento inadecuado”, el cual se refiere a las conductas que consideramos inadecuadas en un contexto especifico, pero que quizás en otro contexto o momento sean aceptables y positivas. Como madres, padres e, incluso, docentes, necesitamos un modelo que nos aporte herramientas efectivas y eficaces para comprender el comportamiento de nuestros hijos/as y manejarlos positivamente.

Te sugiero trabajar en estos puntos:

  • Reconoce algunas conductas que hayas copiado de tu mamá, de tu papá, o de las figuras que te cuidaron de niña(o)
  • Reconoce algunas conductas que tus hijos(as) han copiado de ti o de tu pareja.
  • Haz una lista de aquellas conductas por las cuales consideras que tu hijo(a)

“se porta mal”.

  • Identifica quién ejercía el poder en tu grupo familiar de origen y de qué manera lo hacía.

Si quieres cambiar algunos comportamientos inadecuados de tus niños y adolescentes, es importante que comiences a analizar la situación, para comprender sus causas y comenzar a aplicar las herramientas que te iré suministrando en esta serie de publicaciones. Es un proceso de reflexión y cambio de paradigmas en el proceso de crianza que, si decides tomarlo, será de gran beneficio para todo el grupo familiar.

Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)