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Violeta Villar Liste

¿Debe la humanidad preocuparse por la aparición de la variante de preocupación  B.1.1.529, designada ómicron por consejo del Grupo Asesor Técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la evolución del virus?

El Dr. José Esparza,profesor adjunto de Medicina en el Instituto de Virología Humana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, en Baltimore, y del programa Robert Koch Fellow del Instituto Robert Koch, explica que la decisión de la OMS se justifica porque “es preferible, en estos momentos, pecar por exceso y no por defecto”.

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Este domingo 28 de noviembre, la OMS, en una actualización, informó que “todavía no está claro si ómicron es más transmisible” o si causa una enfermedad más grave. Tampoco hay información que sugiera que los síntomas asociados con ómicron sean diferentes de los de otras variantes. 

Mutación: un error genético

Estas mutaciones que amplían la familia del SARS-CoV-2 tienen una explicación.

El Dr. Esparza reconoce que existe mucha confusión en la población y medidas alarmistas.

“Los virus mutan; todos los seres vivos mutan y la mutación no es más que un error cuando se copia el ácido ribonucleico (ARN).

La mayoría de los organismos, como los seres humanos, tienen mecanismos de corrección de sus errores. En el caso del SARS-CoV-2 esos mecanismos de corrección no son tan eficientes, aparentemente, y por eso existe una alta frecuencia de mutación”.

Además, “los mecanismos de mutación van en proporción directa a la cantidad de replicación del virus: Si se está replicando en gran cantidad en el mundo, hay mayor oportunidad para que ocurran mutaciones y por eso muchas ocurren en países más pobres que no están usando suficientes vacunas”.

Detalló que la mutación expresa un cambio de uno de los bloques que contiene la información genética. 

Puede ocurrir que no afecte al virus, es decir, que no exista cambio: se llama mutación neutra.

Si la mutación es letal se acaba el virus.

El tercer escenario puede ocasionar cambios biológicos “que nos interesan desde el punto de vista de la enfermedad” porque determinarían si es un virus más patogénico, causa una enfermedad más grave o afecta la respuesta inmune de las vacunas. 

Una variante en circulación

El Dr. Esparza señala que esta nueva variante que se detectó en el sur de Sudáfrica, “seguramente tiene una buena cantidad de tiempo diseminándose en la población. Ocurre que los mecanismos para detectar estos cambios genéticos tampoco son perfectos aunque Sudáfrica tiene muy buena virología”.

De hecho, Sudáfrica cuenta con un sistema de monitoreo de los mejores del mundo.

Variante de interés y de preocupación

El Dr. Esparza detalló que en presencia de un virus con mutaciones, con riesgo de mayor patogenicidad (capacidad de causar daño) o transmisibilidad, la OMS los incluye como variantes de interés, es decir, equivale a un llamado de atención.

Cuando la OMS determina que esas mutaciones tienen alteraciones biológicas de importancia, clasifica al virus como variante de preocupación.

-Llama la atención que con esta variante la OMS decidió de manera rápida clasificarla de preocupación sin antes denominarla de interés…

-La decisión de la OMS es un exceso de cautela. En estos momentos, es preferible pecar por exceso y no por defecto. 

“Todavía no existe la información que hace seis meses nos habría convencido de clasificarla de preocupación, pero ya sabemos bastante sobre la significación de las mutaciones y esta variante tiene muchas.

Por primera vez, de una manera muy categórica, las compañías farmacéuticas han dicho que será necesario desarrollar una vacuna específica contra la ómicron, pero todavía estamos en un terreno de cautela”. 

En unas dos o tres semanas, señaló, tendremos mejor información sobre cuán peligrosa es esta variante, pero es mejor ser precavido.

Señaló que esta variante, además de Sudáfrica, ya se localizó en Bélgica y Alemania.

¿Ómicron versus delta?

-¿Podría la ómicron sustituir a la delta como variante dominante?

-Lo que estamos viendo es un juego entre la inmunidad que la humanidad está desarrollando y la capacidad de estos virus de mutar y escapar de la respuesta inmune.

“Pienso como virólogo que ese juego no es eterno. Hay limitaciones de los virus para poder escapar a esa respuesta inmune. Y quizás, y ese quizás sin base científica todavía, lo que pueda ocurrir es que la delta ya ha preparado un terreno, ha infectado a un número muy grande de la población, de tal modo que las variantes que vengan después, así sean más transmisibles,conseguirán a una población con una cierta inmunidad de rebaño, por lo cual la patogenicidad y transmisibilidad de la nueva variante será atenuada”. 

Vacuna y variantes

-¿Es la vacuna la respuesta segura y efectiva a esta variante?

-No hay ninguna duda que la vacuna ha cambiado la historia natural de esta enfermedad.

La primera vacuna se encontró efectiva el 18 de noviembre de 2020, hace año y una semana, y ya se han administrado siete mil millones de dosis de  vacunas, de manera que ha modificado la historia natural de la enfermedad. 

En los Estados Unidos y en otros países la covid-19 es una enfermedad de los no vacunados, será lo mismo con ómicron  o con las variantes”.

El Dr. Esparza razona que hace dos años el virus se encontró con una humanidad susceptible y sin inmunidad.

Ahora, una parte de la población está vacunada o tiene cierta inmunidad natural porque se ha infectado y curado.

“Las vacunas han influenciado en este cambio y han sido muy eficientes en responder a la epidemia, pero van a tener que evolucionar; necesitamos mejores vacunas”.

El virólogo señaló que se requieren vacunas “que protejan no solo de la enfermedad grave. Ya se ha repetido que los vacunados, aunque no sufran enfermedad grave, sí pueden infectarse y transmitir el virus”.

Observa que las vacunas, además de proteger contra la infección y la transmisión, deben ser más durables porque la inmunidad protectora empieza a decaer a partir de los seis meses, en particular en personas mayores de 65 años.

Dijo que hay mucha investigación, “incluyendo la investigación con el fin de tener vacunas polivalentes, que puedan proteger de diferentes variantes”.

En un año “debemos tener una nueva generación de vacunas, más fáciles de administrar, de una dosis, que se puedan guardar en la nevera y sean de bajo costo para aplicarlas en la mayor parte de la población, en particular en los países más pobres”.

Detalló también que las medidas no farmacológicas como el uso de la mascarilla son vitales.

Un 40% que hace la diferencia

En relación con la lucha contra la desinformación en materia de la vacuna contra la covid-19, resaltó que en Estados Unidos, y en muchas partes del mundo, los antivacunas equivalen al 5% de la población: “Son personas fanáticas que se oponen a la vacunación y en general se oponen a muchas cosas basadas en la ciencia”.

Este 5% es muy visible y reconoce que los argumentos no los convencen. 

Hay otro 40% dispuesto a vacunarse y un 40% de la población que el Dr. Esparza detalla que está constituido por personas “con dudas razonables, quienes se preguntan cómo la vacuna se hizo en poco tiempo o si hay suficiente información sobre la seguridad”.

Observa que si bien los científicos “estamos más enfocados en la eficacia de la vacuna”, la población se preocupa más por la seguridad, es decir, que le digan si se producirán efectos secundarios. 

“Ese 40% que tiene dudas razonables merece que se le aclaren, que se les informe y eduque porque terminan aceptando la vacunación.

Si atendemos a quienes tienen dudas razonables, podremos convencer a la mayoría de la población que la vacuna es la forma más eficiente para protegerse contra la pandemia”.

Un virus endémico

El Dr. José Esparza reflexionó que la humanidad rápido olvidó que vivíamos afectados por pandemias.

De hecho, fue en 1980 cuando se declaró la erradicación de la viruela que mató entre 300 y 500 millones de personas.

Recuerda que en su Maracaibo natal (capital del Zulia, en Venezuela), cuando era joven, veían con terror las epidemias de difteria y enfermedades hoy olvidadas, “consideradas propias de la infancia: hoy no hay ninguna enfermedad propia de la infancia. No han sido erradicadas, pero han sido controladas con la vacunación”.

Resalta que así como nos hemos acostumbrado a vacunar a los niños contra el sarampión, la covid-19 será endémica, afectará a grupos no inmunes, incluyendo a niños, quienes tendrán que inmunizarse.

Recomienda no desesperar. Entender que es una situación médica, “guiarse por la ciencia y no por las teorías conspirativas”.