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Hay varias estrategias patentadas y en estudios clínicos con vacunas intranasales y orales que se presentan como alternativas a las clásicas vacunas inoculadas vía intradérmica o intramuscular.

El Dr. Juan B. De Sanctis, investigador senior del Instituto de Medicina Molecular y Traslacional de la Universidad Palacky Olomouc de la República Checa, detalló que “la gran ventaja de las vacunas intranasales y orales es el bajo costo de producción y almacenamiento ya que no requieren, como en los casos de ARNm, de muy bajas temperaturas, son estables y además fáciles de aplicar”.

Incluso, “se pueden modificar y generan menos efectos adversos”.

El Dr. De Sanctis  participó durante el XIX Congreso Venezolano de Ciencias Médicas Dr. Francisco Kerdel Vegas, iniciativa institucional de la Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela que se extenderá hasta el sábado 18 de septiembre, con la ponencia sobre vacunas nasales para SARS CoV2.

A la fecha hay alrededor de 14 vacunas intranasales para SARS CoV2.

La más conocida, precisó, consultado a propósito de este tema, es la de Oxford/Astrazeneca que ya está en ensayos clínicos humanos usando una formulación distinta a la intramuscular, pero la misma estrategia de vector adenoviral.

De igual modo la de Altimmune denominada AdCOVID. 

El Dr. De Sanctis detalló que el punto de entrada  del SARSCoV2 “es por vía aérea y el objetivo de las vacunas intranasales es generar la respuesta específica a ese nivel para que el virus sea neutralizado de forma más eficiente”.

En el caso de las vacunas orales, se fabrican con bacterias “que normalmente crecen en el tracto gastrointestinal y han sido modificadas genéticamente para expresar proteínas virales que sean capaces de activar una respuesta inmune semejante a la intranasal”.

La Asociación Española de Vacunología  (https://www.vacunas.org/una-vacuna-intranasal-protege-a-primates-de-enfermedad-grave-y-reduce-la-replicacion-intranasal/) anunció en su portal que “científicos de los National Institutes of Health de los Estados Unidos se encuentran ensayando un spray nasal de la vacuna de Oxford/AstraZeneca frente al SARS-CoV-2 en hámsters y en primates no humanos.

Hasta ahora han comprobado que los protege frente a la enfermedad grave y que reduce, además, la cantidad de virus presente en el aparato respiratorio alto. Ello implicaría que se reduciría el riesgo de que los vacunados diseminaran el virus”.

Los autores del trabajo publicado en la revista Science Translational Medicine, detalla el artículo, compararon en hámsters la administración nasal frente a la intramuscular.

“Ambas generaron potentes respuestas inmunes séricas tras una sola dosis, aunque en mayor concentración tras la administración intranasal. Tras un challenge nasal con virus D614G los vacunados tuvieron menos partículas víricas infecciosas respecto de los no vacunados.

El mismo proceso se llevó a cabo en monos que recibieron dos dosis intranasales. Los niveles de anticuerpos séricos tras la segunda dosis fueron similares a los encontrados en personas convalecientes de COVID-19. Tras el challenge, los vacunados tuvieron menos virus en nariz y pulmones”.

Altimmune, “empresa biofarmacéutica en fase clínica centrada en el desarrollo de tratamientos para la obesidad y enfermedades hepáticas y vacunas intranasales”, de acuerdo con su propia descripción, anunció que en febrero de 2021 inició su ensayo clínico de fase 1 de AdCOVID. 

“AdCOVID fue diseñado para estimular una amplia respuesta inmune que incluye tanto la inmunidad sistémica (IgG neutralizante) como la inmunidad local (IgA mucosal, células T) en la cavidad nasal y el tracto respiratorio. La inmunidad local de la mucosa es importante para bloquear la replicación viral del SARS-CoV-2 en la nariz, el punto de inicio y propagación de la enfermedad”, documentan.

El Dr. De Sanctis reflexiona que las vacunas intranasales y orales pueden ser vitales, sobre todo en países subdesarrollados o con problemas económicos.