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Por: Dr. Julio Acosta Martínez

Médico cardiólogo, presidente de la Asociación Venezolana de Aterosclerosis y del Colegio Venezolano de Endotelio, expresidente de la Sociedad Venezolana de Cardiología y miembro honorario de la Fundación Venezolana de Cardiología Preventiva

Ha sido demostrado el beneficio que se obtiene en prevención de eventos cardiovasculares con la corrección de los denominados “factores de riesgo cardiovascular modificables”. Ante tal evidencia es inevitable preguntarse si ese beneficio es igual para un adulto joven que para uno de edad mayor: ¿es una futilidad normalizar el peso a una persona de 75 años con el fin de prevenirle un infarto del miocardio o un accidente vascular cerebral?

Para encontrar esa respuesta, un grupo de investigadores del Departamento de Medicina Cardiovascular de la Universidad de Tokio en Japón iniciaron el análisis de una base de datos con 3.027.839 personas que agruparon en 3 segmentos de edad: 20 a 49 años (2.008.559 personas), 50 a 59 años (712.273) y 60 a 75 años (307.007); en el grupo total el 42% fueron del sexo femenino.

Investigaron el riesgo de Infarto del Miocardio, Ángor Pectoris, Accidente Vascular Cerebral y de Insuficiencia Cardíaca en relación con la presencia de Obesidad, Hipertensión Arterial, Diabetes, Dislipidemia y Sedentarismo por grupo etario. Estudiaron también la reducción de los distintos eventos clínicos en relación con el control de cada factor de riesgo, para cada uno de los grupos de edad.

Los resultados del estudio están publicados en Journal of the American Heart Association, volumen 12, número 2 del 17 de enero de 2023; el primer autor es el doctor Hidehiro Kaneko ([email protected]) de la Universidad de Tokio.

En la primera figura está ilustrado el riesgo de un Infarto del Miocardio en cada grupo de edad y su asociación con la presencia de cada factor de riesgo. La presencia de obesidad aumenta el riesgo de Infarto en los adultos de 20 a 59 años y no lo modifica en mayores de 60 años en este numeroso grupo de personas de la ciudad de Tokio. En cambio, Hipertensión, Diabetes y Dislipidemia son importantes marcadores de riesgo en cualquier edad.

En la segunda figura se muestra la reducción relativa del riesgo que se observó en asociación con el control del factor de riesgo en cada grupo, de nuevo, la corrección de la obesidad se asocia a un 30 por ciento de reducción del riesgo relativo de Infarto del Miocardio en los adultos jóvenes y de mediana edad, pero impactó poco en los mayores. Mientras que la corrección de Hipertensión, Diabetes y Dislipidemia tuvo un importante impacto en la reducción del riesgo a cualquier edad. En los adultos mayores, corregir el sedentarismo tiene más impacto que en los jóvenes.

La Enfermedades Cardiovasculares constituyen actualmente un reto de salud en la mayoría de los países y en muchos de ellos es la primera causa de muerte en la población adulta. Los resultados de este importante trabajo de investigación epidemiológica se suman a los numerosos estudios que soportan la importancia de detectar y corregir los Factores de Riesgo para Enfermedad Cardiovascular con el propósito de  reducir su incidencia.

Por: Dr. Julio Acosta Martínez