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Por: Dra. Karen Courville

Por: Dra. Karen Courville, FACP
Egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión.

Como puede suceder en todo nuestro organismo, el riñón no está libre de tener enfermedades malignas. El cáncer de riñón o renal ocupa el tercer lugar en frecuencia de los tumores de las vías urinarias y representa aproximadamente el 3% de todos los tumores del cuerpo.

El carcinoma de células renales es el tipo de cáncer del riñón más común: en un 90% de los casos es identificado como un carcinoma de células claras. Es más frecuente entre la quinta y la séptima década de la vida, aunque puede presentarse en todas las edades y es más frecuente en sexo masculino. En los niños se puede encontrar un tumor en el riñón conocido como tumor de Wilms.

Afortunadamente, la mayoría de estos tumores se diagnostican en etapas tempranas, por lo que el porcentaje de curación es muy alto. Pero, la incidencia de cáncer de riñón parece que va aumentando, y es debido a la mejoría en la identificación mediante las técnicas de imagen y la accesibilidad, como los ultrasonidos y tomografías computarizadas.

¿Cómo se diagnostica un cáncer en el riñón?

La mayoría de los tumores renales son asintomáticos y se diagnostican en el transcurso de una revisión médica de rutina, como un hallazgo no esperado.

En menos del 10% de los casos los pacientes presentan síntomas.  Algunos pacientes pueden presentar una molestia en la zona lumbar (parte baja de la espalda) sobre un lado y que no está asociada a trauma o golpe. 

Esta zona tiene muchas inserciones musculares, por lo que la lumbalgia sigue siendo una referencia frecuente al nefrólogo, pero en la mayoría de los casos se debe a patología muscular, columna, luego litiasis y en último lugar una masa.

Otros pacientes pueden referir cansancio asociado a pérdida de peso no asociada a dieta.  Algunos pacientes pueden presentar glóbulos rojos en orina, no asociados a litiasis renal; y en pocos casos, fiebre que no se ha asociado a procesos infecciosos ni virales.

¿Qué puede aumentar el riesgo de padecer cáncer en el riñón?

Hay algunos factores que se han visto asociados al riesgo de este tipo de cáncer.  Con la edad, el riesgo de cáncer puede aumentar luego de los 50 años.

Las personas que fuman tienen un riesgo aumentado en comparación con los no fumadores. 

Se ha visto una asociación con la obesidad y la hipertensión y los tumores en el riñón.

También los pacientes en terapias de reemplazo renal o diálisis tienen un aumento de riesgo de tener este tipo de cáncer. Hay algunas condiciones hereditarias, como la enfermedad de von Hippel-Lindau, el síndrome de Birt-Hogg-Dube, el complejo de esclerosis tuberosa, el carcinoma hereditario de células renales papilares o el cáncer renal familiar, en donde hay un aumento de incidencia de cáncer renal.

¿Cómo se diagnostica?

Existen algunas herramientas de imagen que nos ayudan a identificar la presencia de una masa.

El más utilizado por la disponibilidad y facilidad es el ultrasonido renal. En este estudio se puede determinar si existe una masa sólida o líquida en el riñón, que muchas veces se encuentra al hacer el estudio de rutina o por otra indicación. 

En el caso de que se evidencie una masa, deberá realizarse un estudio más específico, como una Tomografía Computarizada (TAC) o una Resonancia Magnética Nuclear (RMN), que serán indicados por un especialista para definir las características y definir la localización y si existe compromiso en otros órganos.

En caso de que el estudio determine que se encuentra ante una lesión con sospecha de malignidad, se puede realizar una biopsia renal, en donde se tomará una muestra del tejido y será evaluado en patología para ver el tipo de células.

Muchas veces se puede obviar la biopsia y realizar la extracción directa de toda la masa si las características en los estudios de imágenes van de acorde con una malignidad.

¿Cómo se realiza el manejo y el tratamiento?

El tratamiento puede ser local, si se evidencia que hay una lesión única en un riñón, y no hay evidencia de metástasis. La masa o tumor puede extraerse en su totalidad o se puede realizar una extracción parcial del riñón o nefrectomía parcial. 

En la actualidad existen métodos de cirugía de precisión ya sea de tipo laparoscópica o con asistencia robótica, que permiten realizar la extracción exacta del tumor y preservar una mayor cantidad de riñón. Si la lesión es muy grande se realizará una nefrectomía total.

El cáncer renal en etapas iniciales puede ser curado en un 90% de los casos solo con la extracción del riñón, por lo que este procedimiento no debe ser retrasado. La función renal será asumido por el riñón remanente y podrá suplir la necesidad del organismo, mientras se mantenga los parámetros de presión arterial, glucosa y peso en la meta.

Si el paciente tiene evidencia de metástasis o diseminación a otros lugares del cuerpo, como los huesos o el pulmón, el especialista en oncología le agregará un tratamiento por vía oral o intravenoso que va a complementar la cirugía: se conocen como terapias sistémicas, y dependiendo del tipo de cáncer de riñón, se podrían utilizar diferentes tipos de medicamentos, como quimioterapia e inmunoterapia.

En los casos en que no se pueda realizar tratamiento local o sistémico por el grado avanzado de la malignidad, se le ofrece al paciente tratamiento paliativo, con la intención de aliviar los síntomas, como el dolor, y mejorar las necesidades que tenga el paciente.

¿Cómo se previene cáncer en el riñón?

Mantener una buena salud con estilos de vida saludables nos van a ayudar a cuidar nuestro cuerpo de este y otros tipos de cáncer.

Es importante dejar de fumar, mantener un peso saludable, mantener actividad física,  dieta balanceada y controlar la presión arterial. ¡Hacer controles de laboratorios con una cita médica anual es una buena manera de cuidar su salud!

Dra. Karen Courville, FACP
Nefrología