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Fotos: Merly Isea de Contreras

Llegan a la institución de la mano de Dios y los ángeles en tierra se encargan de hacer el resto: son los niños del Hogar de Niños Impedidos Don Orione (Honim), una obra que nació el 29 de agosto de 1982 gracias a la voluntad del padre Ángel Riba, el apoyo de Cáritas de Venezuela y el amor de los voluntarios.

Ahora es auspiciada por la congregación religiosa católica Pequeña Obra de la Divina Providencia, fundada por don Orione, con sede en Roma (Italia).

En el barrio El Suspire de Barquisimeto (estado Lara, Venezuela), esta casa es hogar y familia para 85 niños, niñas y jóvenes con discapacidad, quienes, de no tener al Honim, vivirían en la incertidumbre, por su situación de abandono social y familiar.

“El Honim es mi séptimo hijo”, cuenta Grecia de Florido, quien, junto a su esposo Vicente Florido, ya fallecido y primer presidente del voluntariado, fue una de las fundadoras civiles de esta obra,

El director es el padre Carlos Liscano. Junto a un equipo de religiosos, trabajadores, voluntarios, amigos y colaboradores, hacen posible mantener la obra a pesar de la evidente adversidad.

La falta de gasolina se une a la compleja situación venezolana, si bien “siempre hay una mano bondadosa que llega cuando menos se espera”, detalla la voluntaria fundadora, quien recuerda las palabras del padre Riba: “Vas a trabajar conmigo en la fundación de un hogar para niños”.

Lo demás fue seguir sus ideas y acompañarlo para dar vida a esta institución que trae alegrías de vuelta a los voluntarios.

“Cuando me quedé viuda, los niños del Honim me levantaron. Ver a William que me dice: Te quiero Grecia, y me grita ese cariño desde el patio, me levanta el ánimo así esté triste”.

El Honim es siempre una buena causa para la solidaridad del venezolano, esté en el país o disperso por el mundo.

Ahora, en concreto, este domingo 18 de octubre, hay una posibilidad adicional de ayudar a propósito de su tradicional verbena.

Cada año, desde hace 31, una algarabía de platos típicos, internacionales y música en vivo, permitía conseguir una cantidad importantes de fondos y así sostener la institución.

La pandemia ha permitido la reinvención y, de este modo, la Gran verbena live Honim 2020 se convertirá en otra posibilidad de ayudar.

En este sitio de la página https://honimdonorione.org/verbena/ conseguirá toda la información de la verbena para la cual Honim espera un corazón sin fronteras.

La programación iniciará a las diez de la mañana con la eucaristía. Siguen palabras de apertura a cargo del padre Carlos Liscano, director del Honim.

También habrá una actuación especial de los niños, niñas y jóvenes del Honim y del Pequeño Cottolengo, institución hermana de este hogar.

En la transmisión virtual se darán a conocer las obras de la Congregación de San Luis Orione, tanto en Venezuela como en mundo.

Los “asistentes” tendrán la posibilidad de adquirir en puntos específicos de la ciudad, dulces y tortas.

También habrá un bazar virtual de ventas de productos tipo zapatos, juguetes o artículos del hogar.

La parte musical la pondrán reconocidos artistas, tanto nacionales como internacionales, a quienes escucharán en el canal de Youtube: Honimdonorione

Merly Isea de Contreras, voluntaria de Acción Voluntaria de Hospitales (AVH), filial Lara, otra enamorada de la causa del Honim y cuyas fotografías acompañan este texto, destacó que los fondos obtenidos con la verbena permitirán mantener a los niños en condiciones adecuadas y  apoyar  a las madres cuidadoras.

Comentó que las distintas emisoras radiales de Barquisimeto se sumarán el domingo, desde las ocho de la mañana, para animar a las personas a conectarse al canal de Youtube.

La tienda virtual, además del domingo 18 de octubre, permanecerá abierta los días lunes y jueves, así que será otra forma de aportar de manera continua.

Multiplicar padrinos

Así como impulsan esta verbena digital, aspiran a multiplicar los padrinos que tanto en Venezuela como en el exterior, aportan a la causa del Honim.

“En nuestras casas no se preguntará a nadie si tiene un nombre, una religión, sino solo si tiene un dolor, porque nuestra caridad no cierra las puertas”, decía Don Orione, y este pensamiento se hace cierto al abrir las puertas del Honim a tantos niños que no tienen hogar, pero sí un dolor y una enorme necesidad que nuevos padrinos pueden ayudar a atender.

“A quien conoce el Honim se le hace difícil salir. Se lleva muy adentro”, comenta Grecia de Florido, quien celebra que a pesar de la distancia las manos se multipliquen de manera generosa para apoyar de manera infinita a este hogar donde todos son bienvenidos.

Violeta Villar Liste
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