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Por: Dr. Hernán Malaga, exrepresentante de la OPS/OMS en Venezuela, Colombia y Paraguay | SVSP

El Dr. Hernán Malaga, exrepresentante de la OPS/OMS en Venezuela, Colombia y Paraguay, presenta estas consideraciones a propósito del Día Mundial de la Salud, artículo por gestión de la Sociedad Venezolana de Salud Pública (SVSP), presidida por el Dr. Saúl Peña

El lema Salud para todos, que surgió de Alma Ata (Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma Ata, realizada en Kazajistán, del 6 al 12 de septiembre de 1978), donde se expusieron los alcances de la Atención Primaria de Salud al resolver los problemas esenciales de salud, vuelve a ser el lema actual y esta necesidad se ve como mundial pues hemos conseguido un mundo con demasiadas inequidades en materia de salud, quedando muy evidentes en la reciente pandemia del COVID 19, pues en sus ondas prevacunales mató mayormente a los pobres y con bajo nivel de educación.

Existen dos grandes exclusiones en nuestra América Latina, a) las derivadas de las diferencias estructurales de las poblaciones en paz, educación, seguridad alimentaria, vivienda saludable, empleo digno, caminos de acceso, electricidad, agua potable y alcantarillado… y acceso a servicios básicos de salud, es decir injusticias sociales y b) las derivadas del acceso igualitario a los servicios de salud de igual calidad para todos derivadas de injusticia sanitaria (1)

La intervención primaria constituye la nueva salud pública, la que tendría cuatro objetivos en orden de ejecución:

1. Alcanzar el máximo nivel de salud en toda la población

2. Disminuir las brechas extremas en materia de salud

3. Focalizar la atención en los grupos sociales más pobres de la comunidad

4. Conseguidos estos objetivos, intervenir en las poblaciones más ricas (2)

Para cumplir estos objetivos y de acuerdo con la definición de Atención Primaria de salud, se deberá buscar, mediante participación comunitaria, intersectorialidad, con tecnologías apropiadas y a un costo que la propia comunidad pueda solventar (3) y esto se puede conseguir mediante la estrategia de comunidades saludables.

La carta de Ottawa nos señala las líneas de acción para la Promoción de la salud, las cuales son: participación comunitaria, priorización por el sector salud de la promoción y prevención, los cambios de hábitos y estilos de vida saludable, creación de ambientes favorables y políticas públicas saludables, (4) así como las que nosotros añadimos de oportunidad de vida digna, justificada en la injusticia social que describimos anteriormente.

Se deben priorizar comunidades excluidas y estas se consiguen interviniendo poblaciones con alto porcentaje de necesidades básicas insatisfechas (NBI).

Estudios realizados en Venezuela y Colombia evidencian cómo las NBI se relacionan con mortalidad infantil, diarreas, desnutrición, mortalidad materna… (5,6) las que también pueden ser identificadas por fichas familiares de condiciones de vida, como en el Perú, donde se utilizó este criterio para seleccionar Manchay por tener el peor índice de exclusión y la más alta notificación de desnutrición crónica infantil, registrada en los servicios de salud de cuatro comunidades del Municipio de Pachacamac (7).

También es factible evidenciar esto al relacionar la pobreza coyuntural de la República del Paraguay, con diferencias estructurales en materia de escolaridad, la que varía entre 4,4 años de estudio para el 20% más pobre y 10,1 para el 20% más rico, teniendo las mujeres en el 20% más pobre, 4 embarazos entre 15 a 49 años contra 1,4 en el 20% más rico. Y el hecho de que existen 11 años de diferencia en promedio de edad entre los estratos extremos y que el 40% más pobre recibe el 10% del total de ingresos, mientras que el 10% más rico concentra el 40% del total, distribuyéndose los médicos por 10.000 habitantes entre 1,6 para el 20% más pobre contra 6,5 en el 20% más rico. Y el número de camas por 1.000, entre 6,1 y 9,8 al igual que el aseguramiento que varía entre 47,5 para el estrato más rico vs. 1,4 en el 20% más pobre. De ahí que como conclusiones se determina que el perfil de los excluidos en salud está ligado a pobreza, a desempleo o empleo informal, a varones, jóvenes y niños y a guaraní como idioma utilizado más frecuentemente. Evidenciando que el Estado ha respondido con inequidades a la problemática nacional, ya que el acceso a los servicios se distribuye en forma proporcional a la distribución de la riqueza (8)

Estas evidencias nos proponen que estas dos vías deben ser utilizadas para conseguir la resiliencia de las poblaciones excluidas y así conseguir la meta de equidad en salud.

Referencias

1.- Málaga, H.; Dachs, N.; Perdomo, M. Güemes, A.2005; Problemas Éticos de la Salud Pública. Rev.

Acad. Peru. Cinc. Vet 5-6(1):21-32.

2.- Marchand, S.; D. Wikler; B. Landesman. 1998. Class, health and justice. Milbank Q. 76: 449-467.

3- OMS.1978 Atención Primaria de Salud. Serie Salud para Todos N° 1, Ginebra

4.-Organización Mundial de la Salud (OMS). Asociación Canadiense de Salud Pública (1986) La Carta

de Ottawa

5.-UCV; OPS; MSAS. 1993. Perfiles de mortalidad según condiciones de vida: experiencia en

Venezuela. B. Ofic. Sanit.Panam.14: 11-14.

6.- DANE, OPS. 2000. La mortalidad en Colombia según condiciones de vida. Estudios

censales N° 16. Santa Fé de Bogotá, Colombia. 123 pp.

7.- Anicama R, Blanco A, Bravo R, Gomez E, Ortiz J, Pauta J, Urrutia J. Condiciones de vida y

desnutrición crónica infantil en el distrito de Pachacamac

http://epidemiologiamalaga.blogspot.com/

8.-MSP, DGEEC del Paraguay, OPS/OMS (2003) Exclusión Social en Salud,88pp

Por: Dr. Hernán Malaga, exrepresentante de la OPS/OMS en Venezuela, Colombia y Paraguay | SVSP