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“Nunca había habido tanta gente escribiendo en este país; esperemos que los lectores acompañen este entusiasmo creativo“, expresa como aliento en medio de la pandemia, el  escritor y promotor cultural Enrique Jaramillo Levi, quien es un ejemplo de cómo se ha dejado acompañar de la palabra en estos largos meses de la covid-19.

De su prolífica producción, y labor editorial, llegarán en el futuro inmediato tres libros que dan gozoso origen a esta conversación: Ofertorio: Secuencias y Consecuencias (Antología de mujeres cuentistas de Panamá: Siglo XXI) (con cuentos de 43 mujeres nacionales que publican su primera colección de cuentos entre 2000 y 2021) y dos libros de talentosas nuevas cuentistas locales: Revelaciones (de Aileen B. Brown Solís y Melissa Melinna Sánchez Salazar) y  Encantamientos siniestros, de Zary Alleyne.

Señalar que además de este futuro, hay un presente reciente en la vida literaria de Jaramillo Levi: la publicación, bajo el sello Foro/taller Sagitario Ediciones de Modus Operandi. Escribir sobre Escribir (artículos de opinión, ensayos y prólogos breves, con prólogo de Fredy Villarreal Vergara) y Consumación de Eros (Antología del cuento erótico en Panamá), que reúne una selección de cuentos de 27 autores vivos, tanto publicados como inéditos.

También en diciembre 2020, publicó con Foro/taller Sagitario Ediciones, en coedición con Modus Ludicus, el libro Desde el borde (cuentos, poemas y ensayos breves, escritos durante los primeros meses de cuarentena de la pandemia, con prólogo de Danae Brugiati Boussounis).

Bajo el cuidado de Jaramillo Levi, se publicó, con apoyo del Banco Nacional de Panamá, Semblanza múltiple del cuento en Panamá. Compilación de 95 cuentistas panameños vivos.

Ofertorio, Revelaciones y Encantamientos siniestros, tres libros próximos a publicarse, como ya se contó,  tienen el ingrediente común de la escritura con mano de mujer y abren espacio a un diálogo que construye la huella de la autora panameña en la literatura, desde este género.

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La escritora panameña es más cuentista

Enrique Jaramillo Levi

-¿Qué pasa cuando un cuento es escrito con mano de mujer? 

-Las mujeres tienen una sensibilidad tan especial, un olfato tan fino y una capacidad de asimilación tan particular, que parecieran poseer una antena secreta, un inverosímil radar para captar matices de la realidad y de la fantasía, y a partir de eso recrear mundos asombrosamente densos y profundos cuando escriben, y esto pasa en cualquier género literario. También en el periodismo. En Panamá, es en los 20 años que van del siglo XXI cuando más han destacado.

-¿La escritora panameña es más poeta, cuentista o novelista?

-Es mucho más cuentista (en calidad y cantidad), y en segundo lugar poeta. Las novelistas nacionales han sido pocas; para mi gusto, Gloria Guardia y Rosa María Britton, ambas ya fallecidas, sobresalieron como acuciosas novelistas. Es un género que habría que impulsar.

El don de la diversidad temática

-¿Cuáles son los temas que aborda de manera preferente la autora panameña?

-Como cuentistas tienen el don de la diversidad temática. Pero lo que más abordan es el problema de género: las injusticias y abusos de todo tipo que tradicionalmente les ha impuesto una sociedad machista. Sin embargo, también abordan temas metafísicos, sociales y de libertad erótica, sobre todo.

-¿La pandemia ha cambiado en las mujeres esta manera de contar?

-Para nada; la ha acentuado. El encierro permite indagar más profundamente en el ser interior, en las fantasmas de la culpa y de la rabia, en los anhelos prohibidos.

-¿Qué resulta más sorpresivo en Ofertorio: Secuencias y consecuencias?

-Diría que la inmensa variedad temática, de técnicas narrativas, de estilo y de visión de mundo en las 43 mujeres vivas, con al menos un libro de cuentos publicado entre 2000 y 2021, seleccionadas en esta antología que estará saliendo en un par de meses, si los dioses no disponen otra cosa. Desde las nacidas en 1931 hasta las jóvenes de 1995.

-Vemos también que en este recorrido textual del cuento escrito con voz panameña, llegarán Revelaciones y Encantamientos siniestros…

Revelaciones es un libro compartido: hay 23 cuentos de Aileen B. Brown Solís (economista, nacida en 1974) y otros 23 de Melissa Melinna Sánchez Salazar (médico, nacida en 1979).

Para ambas es su primer libro. Las dos fueron alumnas mías durante un buen tiempo en mi taller de cuento avanzado. Con ellas también se da esa sorprendente variedad temática y de estilo, cada quien a su modo.

En cuanto a Encantamientos siniestros, de Zary Alleyne, abogada, nacida en 1970, curiosamente penetra hondo en temas de sortilegios y maleficios, obsesiones y culpas, viniendo de haber publicado con éxito cuentos infantiles de cristalina inocencia y pureza.

Tiene en sus cuentos un sentido agudo de la intriga y los cierres sorpresivos que sin duda gustarán a los lectores sensibles. Ambos libros deben salir dentro de algunos meses.

-De manera definitiva la pandemia, en su caso, no ha sido un freno en este fervor por la publicación. ¿Cuál ha sido la respuesta del lector y de la sociedad?

-Todavía no ha sido posible colocar los libros en librerías ni hacer presentaciones presenciales, pero poco a poco se hará. Lo importante es que los libros existan y previamente se den a conocer.

-Imagino que ya el 2022 se adelanta con ideas y proyectos…

-No tanto; 2022 aún está lejos. Pero para este año sí que hay muchos planes y proyectos, sobre todo con nuevos y talentosos autores nacionales que ya quieren publicar, y que yo como editor quisiera contribuir a que se les conozca. Nunca había habido tanta gente escribiendo en este país; esperemos que los lectores acompañen este entusiasmo creativo.