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Carla Molery, en un momento de los ensayos

Con información de Kenia Rodríguez | Fotos: Producciones Carla Molery

La producción estará en el Teatro Pacific desde el 30 de mayo al 1 de junio. La obra original fue escrita entre Carolina Perelman y Samuel Rotter. Llega a Panamá luego de presentarse en España y Estados Unidos

Un recuerdo después del Holocausto llega a Panamá bajo la producción de Carla Molery, y luego de un viaje que desde Madrid la llevó a Miami, a beneficio de la organización venezolana sin fines de lucro, Espacio Anna Frank.

La obra de teatro original fue escrita entre Carolina Perelman y Samuel Rotter, construida sobre una historia real: “El encuentro casual de Anna y Zygmunt, dos judíos polacos sobrevivientes de la Shoá, quienes coinciden en un café de París años después del fin de la Segunda Guerra Mundial. A medida que conversan, van abriéndose el uno al otro y entre ellos surge un amor que los llena de esperanza y fuerza, permitiéndoles trascender sus terribles vivencias en el gueto y el campo de concentración”, documenta el Espacio Anna Frank.

Mi abuelo Zygmunt Rotter (Cracovia, 1920) es uno de los sobrevivientes de la lista de Schindler, y mi abuela Anna Rzechte (Varsovia, 1930) vivió años dentro del gueto de Varsovia hasta que valientemente logró escapar con tan solo doce años. Ambos perdieron todo durante la guerra y aún así, a pesar del trauma, la soledad y las limitaciones del lenguaje, fueron capaces de emprender a nuevos mundos y rehacer sus vidas en Latinoamérica. Tuvieron la convicción y el coraje de salir adelante, y estoy convencido que sus historias tienen el potencial de inspirarnos a todos a seguir luchando, especialmente en estos tiempos tan complicados que vivimos”, comenta Samuel Rotter, coautor y productor de la obra, citado por AF.

Por su parte, Carolina Perelman, directora y coautora de Un recuerdo después del Holocausto, indicará que con esta obra asumieron la misión de contar “la historia de amor de Anna y Zygmunt y a la vez, revelarle al público la naturaleza de los recuerdos, y la manera como se mitifican en nuestro interior. Ahí yace nuestra identidad”.

Carla Molery explica que “Samuel y presentaron esta obra en Miami, y en esta ciudad, con tanta migración de venezolanos, dieron con mi nombre para producir la obra en Panamá e incluirla en su gira latinoamericana”.

Esta adaptación de la obra busca llevar al espectador por un camino emotivo y reflexivo.

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“Como mujer judía y ser humano que habita este mundo, esta obra es importantísima porque me dio la oportunidad de aportar mi granito de arena y recordar, contar lo que sucedió en el Holocausto, para que no se vuelva a repetir jamás”.

“La historia de Anna y Zygmunt, los protagonistas de la obra, es la historia de muchos sobrevivientes del Holocausto. Me gustaría que los espectadores, al salir de la función, sientan el deseo de empaparse y saber más del tema. Hoy por hoy, estamos conviviendo con la última generación de sobrevivientes y, por otro lado, aún hay una minoría de individuos que, a pesar de los testimonios y pruebas, insisten en decir que esto no sucedió”.

Como parte del llamado a generar conciencia, al finalizar cada función se celebrará un foro de reflexión para ampliar lo expuesto en la obra.

“No es una típica historia de amor, es una historia de lucha, de gente real, que sufrió, pero que también logró salir adelante a pesar de lo difícil que les tocó vivir. Es una historia que el escritor quiso plasmar en honor a sus abuelos, Anna y Zygmunt; es una historia que busca crear conciencia en el público y que con ello quede un legado.

Al mismo tiempo es una gran responsabilidad, ya que no es un tema fácil de abordar, es importante poder hacer justicia a la historia de estos sobrevivientes, a la historia de aquellos quienes no sobrevivieron y a sus familiares, es por ello que la preparación de la obra no ha sido solo ensayos con guión, sino que hemos querido ir más allá”.

¿Quién es Carla Morely?
“Esposa, madre de dos niñas y emprendedora de 39 años. Ingeniero de profesión y productora por elección. Amante del teatro, la música, la buena comida y la playa. Afortunada de
haber conocido de cerca varias culturas: nací y me crié en Venezuela, viví en Barcelona (España) y ahora disfruto de Panamá.
Vivo tratando siempre de sonreír, aunque a veces resulte difícil, haciendo sentir orgullosa a los míos y cada vez más obsesionada con las conexiones humanas que soy capaz y afortunada de hacer en el camino.
No fue hasta que nació mi primera hija, que me tomé un año para poder encontrar “eso que realmente me apasionaba”.
A través de la última empresa donde trabajé, pude entrar a la casa de la productora Gestmusic (creadores de Operación Triunfo, Mira quien baila, Tu Cara Me Suena). Recuerdo que estaba frente a la directora de Recursos Humanos, y ella, al leer mi hoja de vida (ingeniera, consultoría en marketing) me pregunta: ¿Qué hace un ingeniero queriendo hacer este máster de Redacción y Guión?
Le contesté: Pues no sé, estoy siguiendo esta corazonada. Fui aceptada y a partir de ahí empecé a transitar mi nuevo camino profesional.
Llegué a Panamá, y en el 2019 tras varios intentos fallidos de intentarlo en el mundo televisivo, la oportunidad se dio en el teatro y desde entonces no he parado: me abrieron las puertas en
espectáculos desde musicales, drama, hasta danza contemporánea”, hasta crear su propia productora.

-¿Cómo fue la preparación con el elenco, de modo que el público realmente perciba lo que desean transmitir?

-Por ser judía y haber estudiado toda mi vida en un colegio judío, recuerdo que todos los años conmemoramos Yom Hashoá (Día conmemoración del Holocausto) y en cada oportunidad incorporaba más esta parte de nuestra historia.

“Cuando iniciamos los ensayos, para mí era importantísimo darle al elenco una gran dosis de lo que yo viví en esos años de aprendizaje. Mi intención era ponerlos en contexto, darles mucha información, tanto así que las dos primeras semanas de ensayos lo dedicamos a hacer trabajo de mesa, analizando los personajes, frase por frase, estuvimos una semana solo leyendo el guión en ensayos de 3-4 horas.

Pudimos conversar con profesores de historia que nos vinieron a hablar sobre la posguerra. También conversamos con una señora que es hija de sobrevivientes. Fue una experiencia muy emotiva”.

En el Museo de la Libertad y los Derechos Humanos vieron una exposición temporal del Holocausto, con información sobre los sobrevivientes, y a través de un recorrido fotográfico, el antes y el después de la guerra.

“También le compartí al elenco una referencia bibliográfica de Primo Levi, quien fue sobreviviente de Auschwitz; películas que se alejan del amarillismo y es contenido real. Y así les aporte información que puede servir para entrar en contexto y analizar los personajes. Ha sido una experiencia muy dura, ya que me ha costado mucho poder abrirme en este tema, pero a la vez ha sido gratificante por todo lo que hemos logrado como elenco”.

Valora de manera positiva la oferta creciente del teatro panameño y de un público que incorpora las nuevas propuestas que llaman a la reflexión.

Agradece a Dios “porque soy fiel creyente y me ha ayudado a tomar las mejores decisiones; a darme claridad y presentarme las oportunidades y quitarme del camino aquello que no sería bueno para mí y el proyecto”.

Expresa gratitud a sus aliados, a quienes confiaron en su trabajo y al público que seguro saldrá conmovido de esta obra que desde la memoria es un llamado de conciencia a los pueblos.

Obra: Un recuerdo después del Holocausto
Fecha: Del 30 de mayo al 1 de junio
Lugar: Teatro Pacific

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