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Por:Hisvet Fernández, psicóloga feminista

Hisvet Fernández es psicóloga social, feminista, activista de los DDHH de las Mujeres y los Derechos Sexuales y Reproductivos, directora del Centro de Capacitación para la Vida (Cecavid). Integrante de la Alianza Salud Para Todas. Coordinadora del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres, núcleo Lara. 
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Inicio este texto con una de las citas, para mi entender, muy importantes de Marcela Lagarde sobre la categoría del género que ilumina la comprensión de la sexualidad femenina en toda su integralidad: “Las mujeres vivimos nuestra condición de género de acuerdo con nuestro entorno social, la época, la sociedad en la que vivimos, pero también de acuerdo con el estamento de clase, etnia, edad, capacidades y discapacidades, y condiciones biográficas a las que pertenecemos Por ello es importante tener una perspectiva organizacional para poder impulsar acciones concretas hacia la igualdad entre mujeres y hombres. Esto como un principio estructurador de toda la participación” (UNAM 2021)

Queda claro entonces, que el género es una construcción social e histórica que está en constante movimiento y transformación y por lo tanto nos permite vivir y tomar posiciones disidentes del género, sin que esto implique cambios o confrontaciones con nuestro sexo.

El feminismo explica la transitoriedad del género y su existencia psico-social cuya base de despegue es el sexo, biológico y por lo tanto invariable. Las personas tenemos identidades sexuales intervenidas por la definición del género y los contenidos que lo definen, en la época que nos toca vivir. Esto explica la categoría sexo-género dentro de la sexualidad. 

Marcela Lagarde, catedrática de la UNAM, antropóloga, investigadora y feminista mexicana, creadora y promotora de la Teoría de Género, de corte latinoamericana, fue quien acuño el término feminicidio desde 1993 al utilizar el concepto de Diana Russell y Jill Radfordes.

Queer: Persona que no es heterosexual o cisgénero. Rechaza ser clasificada por sus prácticas sexuales o su género para no limitar su experiencia como persona.
Fuente:
Diccionario LGTB+: Guía de conceptos de un lenguaje inclusivo

Su claridad meridiana es vital para comprender, sin los extremismos que estimula esta situación, de la pretensión del pensamiento patriarcal en modo neoliberal contra las mujeres, de borrarnos, como categoría analítica, como palabra que nos nombra, implicando con ello el borrado existencial y político que viene incluido.

Les coloco para la reflexión unas citas tomadas de una entrevista que realizara Nuria Coronado en el 2020 a Marcela Lagarde, en www.publico.es. sobre el transactivismo queer, que amenaza con provocar el “borrado de las mujeres”.

“Tenemos que decir no al borrado de mujeres diciendo sí a su existencia legal y protegida”.

“Me inquieta pensar que inventamos que hay futuro, que vivimos gracias a que pensamos que vamos a mejorar, y con esta crisis, como con todas, la realidad sigue siendo lo incierto. Esta incertidumbre me tironea bastante y me hace sentir que no hay tanta confianza en el futuro”. Se refiere sin duda a la grave y profunda crisis del capitalismo mundial desvelada por la pandemia y que es el contexto de la pretensión del borrado de las mujeres.

Marcela Lagarde

“Se necesita la lucha por la igualdad no solo por la violencia en la que vivimos sino por todo. Como una visión utópica y con ciertas topías. Hay una utopía en constante desarrollo, una aspiración, en la que coexisten las topias reales y lo que hemos conseguido a través de la emancipación del mundo

“El feminismo ha luchado por lo que es justo, que no es otra cosa que la justicia contra los delitos contra mujeres y niñas porque nos expropian la condición humana desde nuestra condición sexual”.

El feminismo ha planteado la solidaridad social como un recurso político que “se ha sustentado en la sororidad como alternativa a las relaciones misóginas y enemistosas que tenemos las mujeres en la modernidad. La ética de la sororidad, el apoyo mutuo, el reconocimiento, la generosidad y todo aquello que permita que las mujeres compartamos con otros, avances, recursos o cualidades para ahorrarnos tiempos y poder potenciar un desarrollo humano y solidario para nosotras”.

Del movimiento queer dice: “Todo esto me apena mucho porque contrapone los avances que tanto nos han costado lograr a las mujeres”.

“La expresión de grupos solo puede ser disminuida en el afán por eliminar a las mujeres como el sujeto del feminismo, y eso es lo que quieren eliminar en nosotras con lo queer. Y nosotras decimos que no. El primer paso a ese no, empieza por el sí a nosotras mismas. Ese no borrar a las mujeres es el sí a la existencia legal y protegida de las mujeres”.

Y termina la entrevista citada, con este mensaje al transactivismo. “El feminismo es lo único que puede eliminar la orfandad patriarcal. No somos huérfanas, tenemos genealogías, no somos seres de la diversidad, somos las mujeres. No usaremos el supremacismo pero sí la condición universal de nuestro género por el hecho de ser mujeres. Hay que pensar y colocarnos desde ahí para salvar todo. No solo somos seres de la diferencia. Somos seres humanos, somos las mujeres en plural. Espero que reflexionemos juntas y logremos al fin nuestros derechos humanos” Queda claro que decimos NO al Borrado de las mujeres, porque con ello se estaría borrando a la mitad de la humanidad y sus luchas.

Por:Hisvet Fernández
Psicóloga feminista