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En la Región de las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “los casos de malaria se redujeron en 40% (de 1,5 millones a 0,9 millones) y la incidencia de casos en un 57% (de 14 a 6) entre los años 2000 y 2019”.

Sin embargo, “el progreso de la región en los últimos años se ha visto afectado por el importante aumento de la malaria en la República Boliviana de Venezuela, que registró alrededor de 35,500 casos en el año 2000, llegando a más de 467,000 en 2019”, se conoció en el último Informe mundial sobre el paludismo de la OMS, dado a conocer este lunes 30 de noviembre.

La OMS considera urgente el control de la epidemia en Venezuela para lograr “encarrilar la región”.

En Brasil, Colombia y Venezuela, destaca el informe, se presentan más del 86% de todos los casos de esta región.

La OMS señala que en Panamá, junto con Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guyana, Nicaragua y Venezuela, se estima un aumento en la incidencia de casos “de más del 40% en 2020, en comparación con 2015”.

El estudio recoge importantes tendencias con respecto a la malaria o paludismo:

■ “A nivel mundial, hubo 229 millones de casos estimados de malaria en 2019 en 87 países donde la malaria es endémica, una disminución comparado con los 238 millones en el año 2000.

■ La proporción de casos debidos a Plasmodium vivax se redujo de cerca del 7% en el año 2000 a un 3% en 2019.

■ La incidencia de casos de malaria (es decir, casos por 1,000 habitantes en riesgo) se redujo a nivel mundial de 80 en el año 2000 a 58 en 2015 y 57 en 2019. Entre los años 2000 y 2015, la incidencia mundial de casos de malaria disminuyó en un 27%, y entre el 2015 y 2019 disminuyó en menos del 2%, lo que indica una desaceleración de la tasa de disminución desde el 2015.

■ En 29 países se concentra el 95% de los casos de malaria a nivel mundial. En Nigeria (27%), la República Democrática del Congo (12%), Uganda (5%), Mozambique (4%) y Níger (3%) se presentan alrededor del 51% de todos los casos a nivel mundial.

■ La Región de África de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó alrededor del 94% de los casos en 2019, con un estimado de 215 millones de casos.

■ Aunque hubo menos casos de malaria en el año 2000 (204 millones) que en 2019 en la Región de África de la OMS, la incidencia de casos de malaria se redujo de 363 a 225 casos por 1,000 habitantes en riesgo en este período, lo que refleja la complejidad de interpretar la transmisión cambiante de la enfermedad en un población en rápido aumento. La población que vive en la Región de África de la OMS aumentó de unos 665 millones en el año 2000 a 1.100 millones en 2019.

■ Desde el 2015, la Región de Europa de la OMS está libre de malaria”

Fuente: Informe mundial sobre el paludismo de la OMS

A la luz de los resultados, la OMS hizo un llamado a intensificar la lucha contra la malaria, en tanto es una enfermedad prevenible y tratable y, sin embargo, sigue llevándose vidas.

La OMS observa necesario “una mejor focalización de las intervenciones, nuevas herramientas y mayor financiación para cambiar la trayectoria mundial de la enfermedad”.

“Es hora de que los líderes de África, y del mundo, se enfrenten una vez más al desafío de la malaria, tal como lo hicieron cuando sentaron las bases del progreso realizado desde principios de este siglo”, dijo el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, citado por la organización.

Si bien, de acuerdo con el informe, 21 países eliminaron la malaria en las últimas dos décadas, “el objetivo de 2020 de reducción de la incidencia de casos de malaria se incumplirá en un 37% y el objetivo de reducción de la mortalidad en un 22%”.

Malaria, un desafío desde la investigación

De manera coincidente con el lanzamiento del Informe mundial sobre el paludismo de la OMS, el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), a propósito de su Jornada de Colaboración Científica Virtual, Actualización en Investigación de Enfermedades Infecciosas, dedicó el primer día (29 de noviembre), a la malaria.

El Dr. Juan Manuel Pascale, director general del ICGES, abrió el evento con una exposición sobre los aportes del Gorgas a la investigación.

Intervinieron el Dr. José Calzada, investigador senior del ICGES con el tema Epidemiología de la malaria en América: situación actual y desafíos para su eliminación; la Dra. Elena Gómez Díaz, del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra de España, con la presentación, El genoma regulador del parásito de la malaria, Plasmodium falciparum y el Dr. Nicanor Obaldía III, investigador senior del ICGES, quien presentó los Avances en la evaluación preclínica de vacunas antimaláricas contra la infección experimental por Plasmodium vivax.

El Dr. José Calzada, hizo especial referencia al Plan estratégico de eliminación de la transmisión autóctona de la malaria en Panamá al 2020, en particular al reconocer el incremento de la incidencia, confirmada en el informe de la OMS.

Señaló que para eliminar la enfermedad, no basta con conocer la intensidad de la transmisión; también se debe abordar la frecuencia de los casos importados: Panamá recibe una gran carga de Suramérica, pero también de África y Asia.

En este proceso de “conocer al enemigo” para poder erradicarlo, el ICGES junto con el Ministerio de Salud, ha realizado estudios para determinar si el parásito era resistente a las drogas antimaláricas del programa nacional.

Concluyeron que el Plasmodium falciparum que circula en Panamá “presenta mutaciones asociadas con la resistencia al tratamiento con la cloroquina y la pirimetamina, así como con una resistencia parcial a sulfadoxina”.

Sin embargo, en otras partes de la región sí se utiliza cloroquina para tratar el parásito y resulta efectivo.

Cabe señalar que este estudio es colaborativo y los resultados forman parte de la investigación de la magíster Ana María Santamaría, con el apoyo del  ICGES y del Minsa.

La Dra. Elena Gómez Díaz, por su parte, reflexionó que en el combate contra la malaria, la comunidad científica sabe cuán larga es la historia de resistencia a los medicamentos y la dificultad para enfrentar este enemigo común de la humanidad.

Señaló que parte de esta dificultad de eliminarlo, se debe a la gran capacidad del parásito de adaptarse a los cambios.

Su estrategia para sobrevivir en estos ambientes es la de generar variabilidad genotípica y este elemento es la base de su investigación, es decir, estudiar los ciclos epigenéticos (cambios en los genes sin existir modificación en la secuencia del ADN).

El Dr. Nicanor Obaldía III, reiteró que el Plasmodium vivax es una de las principales causas de morbilidad por paludismo “dentro de África” razón que se agrega a otras de peso para lograr una vacuna.

Subrayó que “la falta de cultivo in vitro continuo ha impedido el desarrollo de herramientas diagnósticas, nuevas drogas y vacunas”, a lo cual se suma, como ya se explicó, la capacidad de adaptación del parásito a condiciones adversas.

En una reciente publicación, aborda los resultados de la investigación “en un modelo de primates no humanos” que ha permitido lograr avances en detectar nuevos candidatos a antígenos de vacuna.

Violeta Villar Liste
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Hoy continúan las jornadas que se dedicarán de manera principal al tema de la leishmaniasis:

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