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Violeta Villar Liste

El Dr. Enrique Lau Cortés, director general de la Caja de Seguro Social (CSS), quisiera “que los panameños tuviéramos la capacidad de unirnos y juntos empinarnos sobre nuestras diferencias, intereses individuales y grupales y tratar de arribar a soluciones nacionales y patrióticas”. Aida Michelle de Maduro, presidenta de la Junta Directiva de la CSS y del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), centro de pensamiento panameño cuya reunión reciente abordó el tema CSS: Visión de futuro, con la exposición de Pablo Gutiérrez, financista especializado en gestión de riesgos y seguros, analizó que la discusión sobre la CSS avanzó  hasta un punto y corresponde al Presidente de la República, “quien es la máxima autoridad de liderazgo en el país, tomar decisiones. Es un tema de Estado”.

El Diálogo Nacional por la Caja de Seguro Social (DNC) en Panamá se instaló el 18 de enero de 2021 en la sede del Parlamento Latinoamericano y Caribeño, con el objetivo de “lograr un marco jurídico viable que permita el proceso de transformación, renovación y fortalecimiento de la CSS”.

Entre otros objetivos específicos del DNC destaca “fortalecer la sostenibilidad financiera del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM)”, además de mejorar el sistema de afiliación para incorporar a los trabajadores informales, transformación de la gestión administrativa y mejorar los servicios de salud.

A la fecha, el diálogo se mantiene en pausa, mientras la Organización Internacional del Trabajo (OIT) anuncia su fecha de llegada al país para sustentar ante los miembros de la DNC su informe sobre el programa de IVM.

El Dr. Enrique Lau Cortés, director general de la Caja de Seguro Social (CSS), consultado por este medio durante la reciente toma de posesión del nuevo rector de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), dijo que le resulta difícil vaticinar qué ocurrirá con el diálogo, “pero sí le puedo decir lo que quisiera que pasara”:

“Quisiera que los panameños tuviéramos la capacidad de unirnos y juntos empinarnos sobre nuestras diferencias, intereses individuales y grupales y tratar de arribar a soluciones nacionales y patrióticas que permitan que los jubilados y pensionados que están en este momento muy angustiados por la incertidumbre, logren la certeza de que van a seguir cobrando su pensión por el tiempo que les quede”.

Reiteró que se espera la llegada de la comisión de la OIT, si bien, “a mi juicio, el informe no dice nada que la CSS no haya dicho: el estudio ha confirmado la calidad de los actuarios de la institución y, en ese sentido, esperamos que una vez la OIT esté en condiciones de presentarnos todos los escenarios, que son múltiples, de manera sosegada nos podamos sentar los panameños y buscar soluciones. Para eso se necesita querer hacer las cosas”.

Descartó la idea de un referendo, pero sí es partidario de tener un título constitucional para la CSS “que la blinde como al Canal de Panamá. Los panameños tenemos el derecho de decidir qué tipo de seguridad social queremos”.

Aida Michelle de Maduro, presidenta de la Junta Directiva de la CSS y del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), centro de pensamiento panameño cuya reunión reciente abordó el tema CSS: Visión de futuro, con la exposición de Pablo Gutiérrez, financista especializado en gestión de riesgos y seguros, analizó que debemos ver los sistemas de éxito en el mundo y adaptarlos al país.

Aida Michelle de Maduro

“No podemos pensar que vamos a contribuir menos y tener los mismos beneficios de los países europeos. En Panamá debemos ir a un sistema de pilares: que cada quien contribuya de acuerdo con sus posibilidades, que la compensación sea proporcional y el Estado genere el balance”, sostuvo la presidenta de CICyP.

“No se puede pensar que se le subirá la edad de jubilación a quienes ya están pensionados o se les disminuirá su pensión”.

Sí, enfatiza, “de no existir una transformación se afectará a quienes todavía no se han pensionado”.

Analizó que la discusión sobre la CSS avanzó  hasta un punto y corresponde al Presidente de la República, “quien es la máxima autoridad de liderazgo en el país, tomar decisiones. Este es un tema de Estado, no de una organización: lo ideal es que el propio Estado tenga una propuesta, concilie las que ya existen o haga una fusión. No se puede sentar como un espectador. La Junta Directiva puede hacer recomendaciones, pero la responsabilidad de la toma de decisiones y ponerlas en práctica por los mejores intereses del país, corresponde al Ejecutivo”.

El costo de no actuar

Pablo Gutiérrez, quien también es presidente de la Comisión de Libre Empresa y Comercio Exterior de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), comenzó por poner en contexto el tamaño de la crisis.

Pablo Gutiérrez, financista especializado en gestión de riesgos y seguros

Si se considera que los aportes directos del Canal de Panamá, al cierre del 2022, fueron cercanos a los $2,494 millones; que el saldo de la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF) alcanzó los $40,000 millones y el Producto Interno Bruto (PIB) del año 2019 (antes de la pandemia), se situaba en $ 66.98 miles de millones, el tamaño de la crisis de la CSS ($77,000 milllones de déficit), comparativa con estos escenarios financieros, es 31 veces los aportes del Canal, 192% del saldo del SPNF y 115% el PIB del 2019.

“Estamos hablando de números considerables y alarmantes”, advierte.

Señaló que los costos de no actuar significarían un impacto real porque si la vía es la subida de impuestos para atender el déficit de la CSS, se generaría una carga importante “a todos los nacionales y residentes”, con particular impacto en las personas de menores ingresos.

Analizó que hay un punto a la vuelta de la historia: entre el 2023 y el 2024 se estarían acabando las reservas del sistema antiguo, llamado de beneficio definido (solidaridad).

El segundo, de cuentas individuales o subsistema mixto, fue creado por la Ley 51 de la CSS.

Recordar que en Panamá existen estos dos sistemas de pensiones. En el antiguo se encuentran todos los trabajadores que al 1° de enero de 2006 tenían más de 35 años. Hacia adelante, en el de cuentas individuales.

El experto señala que el debate público ha traído distintos planteamientos que en realidad no van al fondo del problema: desde una presunta morosidad por $380 millones (“que no resuelve ni el primer año del déficit”), hasta “despedir a las botellas”.

Lo cierto es que en 2050 habrá un jubilado por 2.7 trabajadores, esquema “que no es sostenible”.

A la fecha, observa, los trabajadores pagan a los jubilados actuales: considerando que el 72% de la población gana $1,000 o menos, ocurre que un grupo importante está manteniendo a los pensionados que ganan salarios o pensiones más elevados, “lo cual no es solidario”, advierte.

Por otra parte, el subsistema mixto “tiene muchas bondades, fue un paso en la dirección correcta, pero también debe ser reformado, tanto en sus medidas paramétricas como en el ingreso de la cuenta de ahorros individual que está por debajo de las recomendaciones cuando se habla de mejores prácticas”.

Ha habido un colapso del empleo formal en la pandemia

René Quevedo, experto en temas laborales
Camilo Valdés, vicepresidente de CICyP, Aida Michelle de Maduro, presidenta del CICyP y el ponente invitado,Pablo Gutiérrez

El sistema es inviable porque el modelo de negocios no funciona. Es un problema profundo

Francisco Bustamante, exsubdirector de la CSS

Cuatro pilares

El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) tiene una propuesta de rescate del sistema de pensiones, basado en tres pilares, “camino que debemos apoyar y seguir”, afirma Gutiérrez, quien agrega un cuarto pilar como respuesta estructural. El planteamiento es el siguiente:

  • Pilar 0: Pensión universal con un componente condicionado a recursos. No es contributiva; no aportas a esa pensión. Se financia a través de ingresos del gobierno. Parecido a 120 a los 65. Cambia el monto a recibir.
  • Pilares 1 y 2: para ambos, contribución definida obligatoria.
  • Pilar 1: subsistema mixto con reformas paramétricas, donde entrarían los aportes obrero patronal de la CSS.
  • Pilar 2: contribución definida obligatoria que se manejaría a través de deducción salarial en un porcentaje definido por el empleado que entraría a una cuenta de ahorros individual, administrada por un fondo de pensiones.
  • Pilar 3: contribución definida voluntaria, vía deducción salarial, que funcionaría como las administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías que ya existen en Panamá y se reforzaría con economía del comportamiento.

Sobre el aspecto de comportamiento, resaltó la importancia de la Estrategia de Educación Financiera que impulsa la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), en la visión de crear conciencia en la población sobre educación financiera, desde niños y hasta adultos.

“El 50% de la población no sabe cómo funciona el sistema de pensiones: hay que resolver con educción financiera”.

El experto considera que la CSS se debe manejar como una gran aseguradora (riesgo de salud, vejez y accidentes) y en esta perspectiva que sea regulada. También las reformas estructurales y cambios paramétricos, “nos ayudará a mejorar nuestro sistema de pensiones”.

“Para salvar la caja hay que pensar fuera de la caja”, dijo al citar una frase que bien podría resumir un nuevo hacer por la sostenibilidad del sistema.

Durante el evento se hizo especial distinción a Rubén Castillo, actual presidente del Conep y expresidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), quien recibió la Medalla JJ Vallarino, en reconocimiento a la labor desempeñada. Entregó Aida Michelle de Maduro, actual presidenta de CICyP

Violeta Villar Liste
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