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Por: Dra. Karen Courville, FACP

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión

La nefritis lúpica es una complicación que se produce en personas que tienen una enfermedad conocida como lupus eritematoso sistémico, más comúnmente conocido como lupus.  Esta es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario o de defensa del cuerpo ataca los tejidos sanos propios porque los confunde con tejidos extraños.

En estas enfermedades, el sistema inmune produce unas proteínas o autoanticuerpos, que van a ser depositadas en diferentes órganos o tejidos, y en el caso del riñón, cuando eso sucede, produce inflamación.

Esta inflamación en el riñón puede producir el paso de glóbulos rojos en la orina, o que se filtren muchas proteínas, elevar la presión arterial, o deteriorar la función renal, produciendo en algunos casos insuficiencia renal.

¿Quiénes pueden sufrir nefritis lúpica?

En Estados Unidos, aproximadamente 1.5 millones de personas tienen algún tipo de lupus y el 50% de estos, tendrán nefritis lúpica. Existen algunos factores de riesgo importantes. 

En el 90% de los casos, las afectadas son mujeres jóvenes, aunque esta enfermedad no es exclusiva porque también afecta a los hombres. El otro factor de riesgo es la raza o etnia, ya que se encuentra mayormente en pacientes de ascendencia negra, asiática y en Estados Unidos, en hispanos.

Si existe un antecedente en la familia de un paciente con lupus, el riesgo es más elevado, ya que se conoce que existe una combinación de factores genéticos y epigenéticos o ambientales.  Existe un gen, el APOL-1 que pudiera aumentar el riesgo de presentar insuficiencia renal secundaria a nefritis lúpica en quienes lo presentan.

¿Qué síntomas produce la nefritis lúpica?

Hay dos presentaciones usuales en la afectación renal: la más común es la producción de edema o hinchazón en los tobillos y pies, con orina espumosa; la otra es la presencia de glóbulos rojos o blancos en la orina, sin presentar síntomas de infección urinaria (ardor, dolor, molestias, aumento de frecuencia urinaria), pero con persistencia de estas células de manera constante en los exámenes de orina, asociados a elevación de la presión arterial.

Dependiendo del compartimento del riñón afectado, así será la manifestación, ya sea con más o menos pérdidas de proteína o células rojas.

 ¿Cómo se puede hacer el diagnóstico de lupus?

Solo pueden tener nefritis lúpica las personas que tienen lupus, ya sea que tengan un diagnóstico previo o se les realice el diagnóstico de manera reciente. A los pacientes con lupus se les evalúa de manera frecuente y se les solicita de rutina un análisis de orina para ver si hay sangre o proteínas en la orina. También se evalúa un análisis de sangre para determinar la concentración de creatinina, que es un producto de desecho derivado de la actividad muscular y cuando el riñón está inflamado, se acumula porque no se excreta.

Para los pacientes que no son conocidos con lupus, se les solicita una medición de anticuerpos para confirmar o descartar la enfermedad y, con base en los resultados y los datos de los síntomas, se determina si el paciente tiene un lupus afectando el riñón.

En caso de afectación renal, se puede realizar una biopsia renal, que es una intervención por medio de la cual el médico extrae un pequeño segmento de tejido renal, de menos de 1 cm de largo, para que sea examinado en un microscopio por el patólogo renal.

Revisará el tejido y si hay presencia o ausencia de anticuerpos, y determinará el estadío de afectación.

¿Existe tratamiento para la nefritis lúpica?

Los medicamentos que se utilizan en el tratamiento de la nefritis lúpica tienen como función disminuir la inflamación y desactivar las defensas del sistema inmunitario.

Los corticoides son el medicamento de elección para iniciar el tratamiento: usualmente se dan dosis altas que luego se van ajustando hasta usar la mínima cantidad necesaria. Existen otros medicamentos que complementan el tratamiento, como son los antiproteinúricos y estatinas, que van a actuar inhibiendo el sistema renina angiotensina aldosterona, para inhibir la pérdida de proteínas.

Los inmunosupresores, que se inician luego de conocer el diagnóstico definitivo por biopsia renal, son un grupo de medicamentos para tratamiento dirigido.  En 70% de los casos, la inflamación se puede detener y la afectación será solo transitoria. El resto podrá mantener algún grado de inflamación leve, moderado o severo, y con el uso de los medicamentos, se dará seguimiento a la evolución de la enfermedad.

Si hay un exceso de líquido en el cuerpo, se le inicia un diurético, para que se pueda regular la cantidad de líquido en el organismo, unido a una dieta baja en sal y con un adecuado consumo de proteínas para equiparar las pérdidas.

¿Puede presentarse falla renal?

Entre 5 a 15 % de los pacientes con nefritis lúpica pueden evolucionar a enfermedad renal terminal, requiriendo terapia de reemplazo renal o diálisis.

En el caso de enfermedad renal no reversible, estos pacientes pueden ser candidatos a un trasplante renal, con una tasa de recurrencia de la enfermedad de menos del 5% en el riñón trasplantado.

Detectar y tratar la nefritis lúpica con rapidez puede ayudar a evitar daños graves. El lupus daña los riñones porque hace que el sistema inmunitario los ataque. El conocer más de esta enfermedad nos ayuda a realizar un diagnóstico temprano.

Dra. Karen Courville, FACP
Nefrología