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Por: Dra. Karen Courville, FACP

Por: Dra. Karen Courville, FACP
Egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión.

@kavac71

A medida que envejecemos, hay cambios que también van ocurriendo en todos nuestros órganos.  En el caso de los riñones, la cantidad de tejido renal y la función renal es ligeramente menor; hay una disminución en las unidades funcionales llamadas nefronas; y los vasos sanguíneos se vuelven un poco más rígidos, haciendo que la función de filtración se produzca a una menor velocidad.  Un concepto muy importante es que al envejecer, nuestros riñones NO dejan de funcionar y NO todas las personas tendrán enfermedad renal crónica.

¿Cómo se estima la función renal?

La mayoría de las personas nacen con dos riñones. Cada uno tiene un millón de nefronas, que realizan la función de filtro del cuerpo.  El sistema compuesto por cada nefrona, glomérulo y vasos sanguíneos son importantes para limpiar la sangre de impurezas y desechos tóxicos, y de regresar a la circulación nutrientes esenciales.

Para saber cómo están funcionando los riñones, los médicos realizan un estimado de la función glomerular mediante fórmulas (CKD-EPI por ejemplo), que nos indican cuánta sangre pasa por minuto por los glomérulos. Se mide el valor en sangre de la creatinina y se ajusta según edad y sexo.

La creatinina es un producto de desecho producido luego del metabolismo de las proteínas en la dieta y del catabolismo normal del tejido muscular. Este valor va a depender de algunos factores como la dieta, la cantidad de músculo, desórdenes nutricionales y enfermedades crónicas.

En términos generales, un adulto sano de más de 50 años debe tener más de 90ml/min de Tasa de Filtración Glomerular y normalmente se pierde 1 ml/min/año de función renal luego de los 40 años en todas las personas sanas. (ver: Tabla 1)

Tabla 1 Tasa de Filtración Glomerular (TFG) estimada en promedio para la edad

Edad del paciente (años)TFG estimada en promedio (ml/min)  
20 – 29115
30 – 39105
40 – 4999
50 – 5993
60 – 6985
7075

Con este valor de Tasa de Filtrado estimada se puede evaluar el estadio de la Función Renal. Sin embargo, existen otras condiciones que deben considerarse para clasificar a un paciente como enfermo renal, y NO solamente el valor de creatinina y la Tasa de Filtración Glomerular.  Esto es muy importante porque durante los últimos años ha habido un aumento de diagnósticos de Enfermedad Renal Crónica, que generan ansiedad en los pacientes, porque el término de Enfermedad Renal se asocia directamente a diálisis.

¿Cuándo consideramos el diagnóstico de ERC en el adulto mayor?

Los pacientes en riesgo de ERC son los que tienen diagnósticos de enfermedades crónicas, como la diabetes mellitus, la hipertensión y la obesidad. 

Incluso en estas enfermedades, el buen control de su patología de base hace que sus riñones puedan funcionar adecuadamente. 

Menos del 15% de los diabéticos y menos del 20% de los hipertensos son los que llegan a requerir Terapia de Reemplazo Renal ya que estos pacientes SI presentan una pérdida acelerada del Filtrado Glomerular.  Son muchos pacientes debido a que son enfermedades de alta prevalencia pero el mal control de las enfermedades es el que condiciona la necesidad de diálisis.

Cuando tenemos una disminución del Filtrado Glomerular, se analiza la orina en busca de proteínas o albúmina, ya que esta nos indica que hay un problema en la función del riñón. 

De igual manera, podemos evaluar la morfología de los riñones mediante un ultrasonido renal, en donde se puede medir el tamaño y la zona en donde se encuentran los glomérulos, además de brindar información sobre otros hallazgos, como la presencia de cálculos renales, o el aumento de tamaño por un problema de tipo obstructivo.

De no presentar ninguna de estas alteraciones en un adulto de más de 70 años, una ligera elevación de creatinina no debe representar un riesgo de pérdida acelerada de función renal y en los estudios se ha visto que el riesgo de enfermedad renal crónica es mínimo, por lo que no debe ser razón de alarma.

¿Cómo mantenemos los riñones sanos?

Las conductas de estilo de vida saludable a temprana edad, se aprenden y practican y se convierten en un hábito.  Para tener riñones sanos por el resto de nuestra vida, es importante recordar siempre:

  • Si padece de diabetes, debe recordar mantener su control de glucosa alrededor de 100 mg/dL en ayuno y su hemoglobina glicosilada (HbA1c) alrededor de 6.5%.  Siga las instrucciones de su médico en cuanto al adecuado uso de los medicamentos.
  • Si sufre de hipertensión arterial, es muy importante tomar sus medicamentos todos los días.  La hipertensión no se cura, pero se controla y disminuye el riesgo de muerte cardiovascular y enfermedad renal terminal.  La presión normal debe mantenerse cerca de 130/80 mmHg.
  • Debemos realizarnos control de hemoglobina, glucosa, pruebas de función renal (creatinina y nitrógeno de urea) y un examen de orina todos los años si no sufre de ninguna enfermedad.
  • La dieta balanceada nos permite aportar al organismo los nutrientes necesarios.  Debemos incluir una adecuada ingesta de frutas y vegetales al consumo diario y utilizar baja cantidad de sal en las comidas.
  • Recuerde hidratarse bien, evitar las bebidas gaseosas o muy azucaradas e ingerir bebidas alcohólicas con moderación.
  • Evitar fumar, ya que este es el factor de riesgo número uno asociado a todos los tipos de cáncer, incluyendo riñones y vías urinarias.
  • Mantenga un peso adecuado para su edad, sus articulaciones y sus riñones se lo agradecerán, realizando ejercicio de manera moderada entre 15 a 30 minutos por día, por lo menos 5 días a la semana.

La identificación temprana de un paciente en riesgo evita progresión de enfermedad renal y nos ayuda a mantener riñones sanos por más años.

Por: Dra. Karen Courville, FACP