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Por: Dra. Karen Courville, FACP

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión

La adherencia al tratamiento es la capacidad para cumplir con las tomas de medicamento prescritas o indicadas (el día y a la hora establecida) y de la manera correcta.

En Estados Unidos, la adherencia a los medicamentos es de un 60%, mientras que en Latinoamérica es menos de 30%.  La falta de adherencia aumenta los costos de hospitalizaciones, aumenta la mortalidad prematura y las complicaciones de las enfermedades crónicas, lo que produce un aumento de costos en el sistema de salud y discapacidades en los pacientes.

¿Qué depende de la adherencia?

Existen diversos factores que pueden intervenir en la adherencia, algunos tienen que ver con la edad de los pacientes, el estado de la enfermedad, la situación familiar social, y los relacionados a los medicamentos.

La edad del paciente es muy importante: los pacientes adultos mayores de 65 años tienden a olvidar los medicamentos y las instrucciones; los pacientes jóvenes tienden a cuestionar los medicamentos y buscar información en internet, como remedios opcionales al prescrito.

Los pacientes con una sola enfermedad, tienen una mejor adherencia, en comparación con los pacientes con dos o más enfermedades. 

El estado de la enfermedad hace que los pacientes usen sus medicamentos si tienen síntomas, como por ejemplo el dolor, ya que esto les recuerda que tienen una necesidad por tratar y curar. Los pacientes con enfermedades crónicas que son inicialmente asintomáticas, como la diabetes o hipertensión, tienen menos adherencia al inicio, lo que dificulta que creen conciencia de su enfermedad a largo plazo.

La situación familiar y social del paciente también son importantes.  Los adultos mayores que viven solos tienen mayores probabilidades de olvidar sus tomas diarias, si se les compara con aquellos con un cuidador o un familiar que se encargue de supervisar las tomas.

La forma del medicamento, las dosis y la hora de la toma pueden influir en el medicamento: el tamaño de la píldora o comprimido, o el sabor pueden ayudar o empeorar la toma del medicamento.

De igual modo, la dificultad en abrir el envase o la duración del tratamiento, son factores que se deben considerar y discutir con el médico.

¿Por qué debemos mejorar la adherencia?

Las enfermedades agudas tienen un tiempo determinado de tratamiento que en general es corto.  Es importante completar los tratamientos indicados por la duración especificada para disminuir riesgos y complicaciones. 

Algunas situaciones agudas se pueden transformar en crónicas, como problemas articulares u ortopédicos, si no se completa la terapia, por ejemplo. 

Las enfermedades infecciosas tienen un tiempo determinado para completar un tratamiento antibiótico: al acortarlo podemos ayudar a las bacterias a crear resistencia y a que la infección perdure más tiempo.

Las enfermedades crónicas se controlan cuando el tratamiento se cumple, ya que no se pueden curar: cuando no se utilizan los medicamentos de manera diaria y constante, aumentamos la probabilidad de las complicaciones.  En el caso de la hipertensión o la diabetes mellitus, al no cumplir con un tratamiento, aumentamos el riesgo de infartos cardíacos o cerebrales, enfermedad renal, neuropatía o retinopatía diabética con ceguera.

¿Cómo podemos mejorar la adherencia?

Está demostrado que una buena comunicación médico-paciente es uno de los factores que más influyen en la adherencia al tratamiento. Durante el tiempo que permanezca el paciente en la consulta es importante explicarle de manera sencilla por qué se recomienda el tratamiento, las consecuencias del mal control de la enfermedad y por cuánto tiempo dura el tratamiento.

El apoyo psicológico es fundamental: la aceptación de las enfermedades crónicas es el primer paso en mejorar la adherencia. 

La mayoría de los adultos mayores sufren de una o más condiciones, por lo cual los pacientes deben conocer su diagnóstico y en qué le beneficiará cumplir un tratamiento. 

Es saludable y útil que los pacientes no acudan solos a la consulta.  De esa manera alguien más puede reproducir las instrucciones que se le dan al paciente al llegar a su casa.

Dar las indicaciones por escrito al paciente ayuda a que el tratamiento pueda ser utilizado de la manera correcta.  Muchos pacientes no recuerdan los nombres de los medicamentos y la información escrita refuerza la explicación verbal.

Es importante que el paciente tenga la oportunidad de preguntar, aclarar sus dudas, expresar su opinión: compartir con su médico ayuda a reforzar la adherencia.

Utilizar los sistemas de recuerdo de horario que existen en diversas aplicaciones móviles, alarmas o que un cuidador recuerde la toma son sistemas que producen rutinas y que ayudan a evitar olvidar la toma del medicamento.  Los pastilleros u organizadores son una manera de controlar y facilitar la toma del medicamento.

Si el medicamento es difícil de conseguir, le produce algún efecto secundario, tiene mal sabor, no dude en contactar a su médico de manera rápida, en lugar de esperar a la próxima cita.  Estaría retrasando el tratamiento para la enfermedad que padece.

Es importante involucrar al núcleo familiar: el conocimiento del diagnóstico, las complicaciones que pudiera tener y los tratamientos disponibles ayudan a reforzar la instrucción de la toma de un medicamento en un paciente.

No hay ninguna recomendación específica que valga para todos los pacientes.  Es importante revisar en cada cita la comprensión del paciente sobre su diagnóstico, repasar los medicamentos y monitorizar periódicamente al paciente con enfermedades crónicas para garantizar el éxito del tratamiento.

¡Feliz año 2023!

Dra. Karen Courville, FACP
Nefrología