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Por: Rella Rosenshain | Prensa Senacyt

El Dr. Richard Cooke dedicó más de 50 años a la ciencia y la investigación. Desde el año 2008 fue Investigador Distinguido y miembro fundador del Sistema Nacional de Investigación.

“… Mis primeros sondeos en Coclé me abrieron los ojos a la riqueza de la fauna bien preservada en algunos sitios. De allí mi interés en la ecología precolombina, así como en arqueozoología. Sí publiqué sobre la cerámica vistosa del área cultural de Gran Coclé, pero nunca me captó el interés tanto como la historia natural y el estado del ambiente sabanero de las provincias centrales antes de la invasión española. Más adelante, me uní a estudios interdisciplinarios que hacían énfasis en la genética de poblaciones, la lingüística histórica y la paleoecología de los Pueblos Originarios del Istmo Inferior de América Central”.                                                     

Dr. Richard Cooke14 de septiembre de 2022

La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) lamenta profundamente el fallecimiento del Dr. Richard Cooke, reconocido arqueólogo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) e Investigador Distinguido y miembro fundador del Sistema Nacional de Investigación (SNI), acaecido el 22 de febrero de 2023.

El Dr. Cooke nació en 1946 en Inglaterra y vino a Panamá en 1969 para realizar un estudio para su doctorado de la Universidad de Londres (1972). Desde entonces, dedicó más de 50 años a la ciencia y la investigación, poniendo en valor la riqueza arqueológica y patrimonial de Panamá.

La historia de la pesca en aguas tropicales, la arqueozoología, la arqueología y la paleoecología del puente terrestre centroamericano, fueron sus principales temas de investigación. Colaboró con arqueólogos de diferentes especialidades y con investigadores de campos afines, incluyendo biólogos, geólogos, genetistas de poblaciones humanas, antropólogos, especialistas en historia de lenguas indígenas y paleoecólogos, demostrando que la investigación se nutre con la interacción entre distintas disciplinas.

En el Laboratorio de Arqueología del STRI, en Amador, reposan materiales obtenidos de excavaciones realizadas por el Dr. Richard Cooke, principalmente en Cerro Juan Díaz, en la provincia de Los Santos y del sitio Sierra, que excavó en la década de 1970, y de los sondeos realizados por el Dr. Cooke en la década de 1980 con otros colegas en la cuenca del río Santa María.

Por su vasta trayectoria y colección bibliográfica, que dan luces sobre las costumbres, ritos funerarios, dieta, salud y vivienda de los antiguos pobladores panameños, Richard Cooke será recordado como un referente obligado para quien se anime a adelantar un proyecto relacionado con el patrimonio arqueológico panameño y, en general, de la denominada Área Istmo-Colombiana.

“A Richard Cooke es obligatorio leerlo y citarlo si se quiere escribir seriamente historia antigua de nuestro país”, señalan los arqueólogos Tomás Mendizábal y Juan Guillermo Martín, en el prólogo del libro Mucho más que un puente terrestre.

Científicos, profesionales, instituciones académicas y de investigación y quienes le conocieron o lo escucharon en alguna conferencia, reaccionaron en las redes sociales lamentando la pérdida de quien fuera un pionero de la arqueología científica en Panamá y que siempre compartió sus conocimientos y experiencias como mentor, colega y amigo.

“Richard fue el padre de la arqueología panameña. Sin sus trabajos no sabríamos casi nada de nuestra historia profunda. El escogió estudiar Panamá pudiendo haber estudiado cualquier otra cosa. Fue una persona extremadamente generosa compartiendo sus conocimientos y amistad, fue el mentor de todos los arqueólogos que hemos trabajado Panamá. Un verdadero científico, académico de talla mundial, de una erudición incomparable. Panamá pierde mucho con su partida. Inigualable e irreemplazable”, compartió el Dr. Tomás Mendizábal, investigador de planta del Centro de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Culturales AIP y miembro del SNI.

La Dra. Oris Sanjur, subdirectora del STRI, quien conoció al Dr. Cooke en 1989 cuando ella era una estudiante realizando una pasantía en el STRI, manifestó:

“El Dr. Richard Cooke es considerado como el padre de la arqueología de Panamá por sus contribuciones al conocimiento de la historia de las poblaciones humanas en nuestro país. Sus investigaciones en arqueología y paleoecología de Centroamérica, zooarqueología y la historia de la pesca en aguas tropicales, proporcionan un aporte invaluable a la ciencia y el impacto de su trabajo tiene alcance a nivel regional y global. No creo sea posible resumir en un párrafo el legado de un científico que dedicó su vida entera a conocer nuestra historia y nuestra gente, un científico que, siendo extranjero, se identificó como panameño y se hizo parte de nuestra cultura. Richard era, es y siempre será más panameño que muchos nacidos en este país”.

“Desde entonces nos unió una amistad muy estrecha y siempre he sentido una enorme admiración por él, no sólo por sus grandes logros como científico, sino por su calidad humana, su sencillez, su generosidad, su empatía y su don de gente. Su legado transciende más allá de sus contribuciones científicas. Richard fue un mentor, un maestro, un amigo, un colega, un ser humano excepcional, alguien que impactó positivamente la vida de miles de personas. Deja un enorme vacío en la ciencia y en nuestros corazones, pero nos quedan su ejemplo, su ciencia, su historia, su amor por Panamá y el recuerdo de su voz amable y su maravillosa sonrisa”, añadió la Dra. Sanjur.

El Dr. Aaron O’Dea, paleoecólogo e investigador de planta del STRI y miembro del SNI, expresó:

“¡Qué profundo legado! Recordaré con cariño la suprema generosidad de Richard, su perfecto acento aguadulceño y su seco humor británico, que compartimos. Su programa de arqueología arrojó una luz brillante al mundo precolombino de Panamá, y entrenó y asesoró a innumerables futuros arqueólogos que ellos mismos harán grandes logros. Su apasionada defensa de los pueblos indígenas de Panamá y su perspectiva rigurosa sobre las injusticias históricas profundiza aún más su legado. Recomiendo que todos lean su trabajo, mucho del cual es muy accesible, ya que ofrece ideas profundas y un contexto poderoso para entender el Panamá que amamos”.

En vida, el Dr. Cooke recibió muchos reconocimientos, incluyendo la Excelentísima Orden del Imperio Británico y la Orden Vasco Núñez de Balboa en Panamá.

Gracias a sus investigaciones, la ciencia tiene una perspectiva mucho más amplia para futuras narrativas. La constatación arqueológica, lingüística y genética de la gran antigüedad y continuidad de la población humana en Panamá fundamenta una historia mucho más longeva, rica y compleja que aquella de la eterna confrontación con los norteamericanos que permeó todo el siglo XX, o aquella que habla del istmo “transitista” y que se enfoca solo en los últimos 500 años de una historia que tiene más de 15 mil años.

“Conocí a Richard en 1986, siendo estudiante de Biología, y desde entonces conversaba esporádicamente con él sobre el paisaje de provincias centrales y su degradación ecológica, en particular del área del Sarigua, la cual llamaba mi atención y donde Richard llevó excavaciones y atestiguó parte de su deterioro”, acotó el secretario técnico del SNI, Dr. Omar López Alfano.

“La trayectoria del Dr. Richard Cooke no solo se asocia al exquisito patrimonio arqueológico precolonial panameño, significa la mayor expresión de investigación arqueológica de nuestro pasado precolombino y el legado paleoindio a nuestra historia. Richard era un enamorado de la ecología precolombina, de la relación de nuestros antepasados con su medio y de sus formas de vivir, su alimentación, el uso de la rica ictiofauna y su legado artístico. La obra de Richard va más allá de ese legado a la arqueología panameña y de Mesoamérica, brinda una indudable contribución a nuestra identidad”, concluyó el Dr. López Alfano.

El Dr. Eduardo Ortega-Barría, secretario nacional de la Senacyt, dijo: “Nos queda el reto de divulgar y continuar la labor del Dr. Richard Cooke e incentivar el estudio científico de nuestro pasado como país y sociedad, así como proteger nuestro patrimonio nacional”.

Por: Rella Rosenshain | Prensa Senacyt

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