“Resulta muy difícil mantener un balance cuando se aborda el tema de los caracteres nacionales, y si bien Borges es capaz de resbalar sobre este terreno al referirse a Inglaterra, también Orwell, un inglés, pone
en evidencia los riesgos del asunto, cuando en su famoso ensayo El león y el unicornio asegura que los ingleses odian la guerra y el militarismo”
Por: Nelson Rivera, director del Papel Literario
Amigos lectores:
I.
Arrancan estas páginas con Cinco notas sobre Borges (“Borges y Hitler”; “Borges, Shakespeare y los ingleses”; “Borges y la filosofía política como literatura fantástica”; “¿Qué es la belleza, según Borges?”; y “Borges y Wittgenstein”), de Aníbal Romero. La promesa que contienen los títulos de cada capítulo, es generosamente recompensada por el brillo de cada aproximación y la claridad de la prosa: “Importa sustraerse al peligro de confundir a Shakespeare con sus personajes. Se ha dicho, por ejemplo, que Hamlet, el personaje del drama, es de alguna manera representativo del pueblo inglés, lo cual me resulta bastante cuestionable, pues tanto dudar antes de actuar no es un atributo predominante entre constructores de imperios. Es viable en cierta medida argumentar que el Quijote, el personaje de la obra, tiene marcas muy españolas en su carácter, pero el personaje es distinto a su autor, y la “indulgencia” que Borges asigna a Cervantes como creador del libro no es lo que los españoles reclaman para sí mismos”. Páginas 1, 2 y 3.
II.
Alejandro Sebastiani Verlezza entrevistó en Madrid al pensador y escritor español Fernando Savater: “en mi época, en la juventud, he estado en la cárcel con Franco, siempre de alguna manera me han preocupado las cosas públicas, la vida pública; yo creo que los seres humanos somos seres sociales y un ser que no se preocupa de la sociedad en que vive es como una persona que no se preocupe si come comida envenenada o no; o sea, que entonces yo siempre he tenido preocupaciones, más acertadas o menos, pero siempre las he tenido, sí; y he conocido el terrorismo en sus formas más crueles, ahí en el País Vasco y la dictadura, como te digo; y, en fin, ahora esta especie de semidictadura en que vivimos”. Página 4 y parte de la 5.
III.
Ruth Capriles, investigadora, historiadora, doctora en Ciencias Políticas y narradora, inaugura su columna en el Papel Literario. Se llama Sin guía para perplejos, y comienza con la primera entrega de la Serie de Ensayos Morales: “La última angustia de Sapiens”, dedicada a la cuestión medular de la Inteligencia Artificial: “La IA podría sustituir a Sapiens si desarrolla más que inteligencia, consciencia, esto es la capacidad para auto pensarse, auto controlarse y corregir comportamientos según resultados y valores; en especial, si puede repensarse en lazos continuos de revisión, control, enmienda, recreación.
¿Puede suceder eso? ¿Puede tener consciencia lo inorgánico? ¿Puede haber consciencia sin sentimientos? ¿Existe vida sin biología? ¿Sociedad sin consciencia moral?”. Página 5.
IV.
La continua pesquisa del escritor y periodista Juan Carlos Zapata sobre los vínculos del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez con Venezuela arroja un nuevo capítulo, que nos remite a la navidad de 1975, cuando invitado por el embajador de Venezuela en México, Francisco Herrera Luque, y su esposa, María Margarita Austria Terán de Herrera Luque, el escritor y su familia compartieron una velada, entre otras personas, con Yolanda Guadalupe Ferrer Fuenmayor, la actriz conocida como Lupita Ferrer. La crónica, basada en el relato publicado por Rafael Pineda en la revista Resumen, edición de febrero de 1976, se proyecta hacia el entorno diplomático y político de la época. Página 6 y parte inferior de la 7.
V.
Claudia Cavallin entrevistó a Juan Gabriel Vásquez, narrador y articulista colombiano, autor de Los nombres de Feliza, novela publicada en 2024. Escribe Cavallin: “Cuando leemos Los nombres de Feliza, establecemos una ruta que va más allá de las páginas. En palabras de Juan Gabriel Vásquez, la novela se organiza como un último paseo en París, el lugar donde Feliza Bursztyn caminó siempre. Desde el momento en el que ella sale de su apartamento para la cena con Gabriel García Márquez, hasta cuando llega exhausta al restaurante donde muere poco después, hay una vida reconstruida como una caminata por aquella ciudad invernal y oscura”. Páginas 7 y 8.
VI.
Katyna Henríquez Consalvi me propuso armar un homenaje al narrador, ensayista y fotógrafo, Ednodio Quintero (1947). El resultado es una especie de memoria afectiva, recopilación de fragmentos de mensajes, cartas y artículos que contienen valoraciones y elogios a su obra o salutaciones al autor, materiales recopilados a lo largo de los años. Además de varias piezas del propio Quintero, vienen textos de Katyna Henríquez Consalvi, Rowena Hill, Julio Cortázar, César Aira, Philippe Dessommes, Manuel Borrás, Victoria de Stefano, Adolfo Castañón, Elisa Lerner, Ryukichi Terao, Masateru Ito, Ben Ami Fihman, Silda Codorliani, Luis Moreno Villamediana, Julio Miranda, Juan Villoro, Enrique Vila-Matas, Juan Carlos Chirinos, Ernesto Pérez Zúñiga, Jordi Carrión, Manuel Fernández Labrada, Héctor Abad Faciolince, Rosbelis Rodríguez, Antonio López Ortega, Joaquín Villalobos, Enza García Arreaza y Alejandro Padrón. Páginas 8 a la 12.
VII.
Dejo aquí mi palabra solidaria para todos.
Nelson Rivera.