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Mensaje del Dr. Daniel Ngamije, director del Programa Mundial de Malaria de la OMS

Queridos socios y amigos contra la malaria,

En el Día Mundial de la Malaria de este año , la OMS ha unido fuerzas con la Alianza RBM y otros socios para resaltar la importancia crítica de promover la equidad en salud, la igualdad de género y los derechos humanos en las respuestas a la malaria en todo el mundo.

Me gustaría comenzar reconociendo las enormes contribuciones de los programas nacionales contra la malaria y sus socios al facilitar y promover medidas de prevención y control de la malaria, especialmente en apoyo de las poblaciones marginadas y de difícil acceso. Nuestro trabajo colectivo contribuirá a un futuro más equitativo.

A pesar de estos esfuerzos, la malaria sigue siendo un grave desafío para la salud mundial que cobra las mayores víctimas entre los más vulnerables. Los niños pequeños que viven en los hogares más pobres del África subsahariana se ven afectados de manera desproporcionada por la enfermedad. Las mujeres embarazadas, los refugiados, los migrantes, los desplazados internos y los pueblos indígenas se encuentran entre los otros grupos con mayor riesgo de contraer malaria.

Demasiadas personas siguen sin recibir los servicios y la información que necesitan para prevenir, detectar y tratar la malaria, especialmente aquellas que sufren desventajas, discriminación y exclusión. Necesitamos fortalecer e intensificar nuestro apoyo a estas poblaciones; no sólo es nuestro deber moral, sino que es la mejor manera de retomar el camino para alcanzar nuestros objetivos mundiales contra la malaria.

Desde 2017, la OMS ha informado en el Informe mundial anual sobre la malaria sobre un estancamiento en el progreso hacia objetivos críticos de la estrategia global contra la malaria , particularmente en países que soportan una alta carga de enfermedad. En 2022, la malaria se cobró la vida de unas 608 000 personas en todo el mundo y hubo 249 millones de casos nuevos.

Si no se cambia la trayectoria actual, muchas personas, especialmente aquellas que viven en situaciones de mayor pobreza y vulnerabilidad, seguirán muriendo de malaria, una enfermedad que se puede prevenir y tratar.

Abordar la malaria en países con una alta carga

Las inequidades en salud están obstaculizando los esfuerzos para reducir la malaria en los países más afectados por la enfermedad. A través del enfoque “ De alta carga a alto impacto ” (HBHI), catalizado en 2018 por la OMS y la Alianza RBM, los países han estado abordando la malaria identificando a quienes más sufren y haciendo un esfuerzo concertado para llegar a ellos con paquetes personalizados de intervenciones y servicios. .

El mes pasado, los Ministros de Salud de los países HBHI demostraron un mayor compromiso político al firmar la Declaración de Yaundé en la que se comprometieron a acelerar los esfuerzos para reducir las muertes por malaria en sus respectivos países.

Al firmar la declaración, los ministros se comprometieron a abordar “de manera sostenible y equitativa” el desafío de la malaria. Reconocieron la importancia de abordar las causas profundas del estancamiento del progreso en el control de la malaria, incluido el bajo acceso y la calidad insuficiente de los servicios de salud, así como las barreras financieras y relacionadas con el género dentro de los hogares.

Los ministros también se comprometieron con el objetivo de garantizar que todas las poblaciones en riesgo de contraer malaria reciban sistemáticamente las herramientas adecuadas, incluidas aquellas que viven en zonas de difícil acceso y en entornos humanitarios y de conflicto.

Responder a la malaria en entornos de baja carga

Las inequidades en salud también están socavando los esfuerzos por completar el último kilómetro del camino hacia la eliminación de la malaria. En muchos países con una carga baja de malaria, los casos de la enfermedad se concentran entre poblaciones vulnerables y de difícil acceso, como los trabajadores móviles y migrantes, los refugiados y las comunidades indígenas.

Llegar a estas poblaciones, involucrarlas y empoderarlas con intervenciones y servicios específicos, sensibles al género y culturalmente sensibles es una estrategia importante para lograr nuestra visión colectiva de un mundo libre de malaria.

Respuesta de la OMS y sus socios

Las respuestas a la malaria pueden fortalecerse aumentando la inversión en la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas que beneficien a todas las personas en riesgo de contraer la enfermedad, y especialmente a las poblaciones más pobres y marginadas.

Las herramientas recomendadas por la OMS deben ampliarse de manera equitativa y sostenible. Si se implementan ampliamente, varias herramientas innovadoras recomendadas en los últimos años (incluidos los mosquiteros con dos ingredientes activos y las vacunas contra la malaria ) aumentarán la equidad en salud para las poblaciones en riesgo de contraer malaria.

La OMS sigue comprometida a apoyar a los países para garantizar que las herramientas recomendadas se implementen de manera eficiente. Entre 2018 y 2023, la OMS apoyó a más de 30 países en el uso estratégico de datos para la toma de decisiones y en la adaptación de intervenciones a niveles subnacionales.

En respuesta a las limitaciones financieras cada vez mayores, la OMS, en consulta con los directores y socios de los programas nacionales contra la malaria, también ha desarrollado un conjunto de principios rectores para priorizar las intervenciones en entornos con recursos limitados para lograr el máximo impacto; Publicaremos estos principios en las próximas semanas.

El acceso a servicios de salud de calidad también se puede mejorar a través de programas transformadores de género que aborden las numerosas barreras que enfrentan las mujeres y las niñas, como la falta de poder de toma de decisiones dentro de los hogares y los niveles más bajos de alfabetización.

La lucha contra la malaria puede acelerarse mediante el compromiso de lograr una cobertura sanitaria universal (CSU). Todos deberían tener acceso a los servicios de salud que necesitan, cuando y donde los necesiten, y sin afrontar dificultades financieras. La OMS recomienda reorientar los sistemas de salud hacia la atención primaria de salud, que se considera la forma más inclusiva, equitativa y rentable de lograr la cobertura universal de salud.

Nueva estrategia operativa

El Programa Mundial contra la Malaria lanzó una nueva estrategia operativa antes del Día Mundial de la Malaria. La estrategia señala que todos los esfuerzos para combatir la malaria deben basarse en los principios de equidad en salud, igualdad de género y derechos humanos para garantizar que las personas en situaciones de vulnerabilidad estén protegidas y tengan acceso a servicios de salud de calidad.

Comunicado OMS