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Los químicos que se desprenden de los incendios son tóxicos y el viento los esparce, lo cual afecta la salud de la población, debate necesario a propósito del reciente incendio en Cerro Patacón

Por: Carlos Iván Caballero G. /Periodista | Foto: Ian M. Arcia L. | Semanario La Universidad

La ley faculta a las Juntas Comunales y Alcaldías para crear programas que ayuden en el debido manejo de los desechos sólidos, a través de la participación de los centros de estudio y la empresa privada.

La deficiente recolección de la basura, y los incendios y gases tóxicos, se han convertido en una amenaza para la salud de la población. Especialistas y académicos de la UP alertan sobre sus peligros y consecuencias.

Juan Medina, ingeniero ambiental, quien labora en el Laboratorio de Microbiología Experimental y Aplicada (Lamexa), de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, llama la atención que los químicos que se desprenden de los incendios son tóxicos y el viento los esparce, lo cual afecta la salud de la población.

Sostiene que cuando se produce un incendio el aire se corrompe con óxido de azufre que es un eficaz agente contaminante, responsable de la lluvia ácida. Otra contaminación es la que provoca el óxido de nitrógeno, potente activo que se forma a partir de la combustión producida debido a altas temperaturas. El experto recuerda que a estas sustancias se les conoce como compuestos orgánicos volátiles, que, sometidas a altas temperaturas, generan combustión espontánea.

Medina argumenta que los químicos que producen los incendios afectan el aire, el suelo, los ríos, riachuelos, quebradas y mares. Y, que los incendios surgen por la ausencia de un efectivo sistema de recolección.

En cuanto a la combustión espontánea que a menudo surge en Cerro Patacón, explica que es normal por el nivel de contaminación que acumula.

Vanessa Campos Alvarado, abogada e investigadora de Derecho Ambiental en el Centro de Investigación Jurídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, señala que la Ley 276 de 30 de diciembre de 2021, tiene como objeto regular la gestión integral de los residuos sólidos en la República de Panamá.

La ley faculta a las Juntas Comunales y Alcaldías para crear programas que ayuden en el debido manejo de los desechos sólidos, a través de la participación de los centros de estudio y la empresa privada. También, otorga competencias al Juez de Paz para que sancione económicamente a aquellos que violan la ley.

Añade que a este problema se le suma el ineficaz manejo del sistema de recolección que contribuye a elevar los márgenes de contaminación.

La jurista concluye en que la sociedad panameña no tiene cultura de reciclaje. En cuanto a los incendios para eliminar la basura, aclara que quienes los provocan no tienen conciencia del daño que generan en la sociedad. Además, las autoridades encargadas de velar por el medio ambiente están aletargadas y no reaccionan ante los excesivos niveles de contaminación.

El doctor y profesor de Química Analítica en la Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología (Facinet), Mario Luis Miranda Montenegro, expresa que la combustión espontánea surge por la emanación de gases que se forman a través de las capas de material orgánico comprimido.

Manifiesta que dicho material, con la ayuda de los microorganismos que viven en el suelo, se descompone y produce la emanación de gases, como el metano. En otros casos, debido a la ausencia de oxígeno, libera hidrógeno.

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La basura genera gases que contaminan el medio ambiente

Sostiene que, al aumentar la presión en los desechos, alcanzan niveles para que se produzca fuego. Esta combinación origina incendios espontáneos, o alimenta el campo para que cualquier chispa ocasione una flama. 

Materiales como el plástico, llantas y otros objetos que funcionan como combustible, se incendian y se consumen, o provocan combustiones parciales generando gases nocivos para la salud.

Asegura que los gases generan partículas pequeñas que se elevan con el humo, y por ser diminutas son absorbidas por el agua formando alrededor una gota. Esta gota, o gotas, se manifiestan mediante los efectos contaminantes de los vertederos a los ríos, quebradas y mares.

Oris Lam de Calvo, decana de la Facultad de Medicina, revela que la acumulación de basura genera las condiciones para que se produzcan incendios que incrementan el impacto negativo sobre el medio ambiente.

En el suelo, la acumulación o combustión produce químicos grasos extremadamente tóxicos. También, genera metales pesados como plomo, cadmio, arsénico y níquel. La exposición a estos metales produce enfermedades del sistema sanguíneo, en el sistema óseo y a nivel hepático.

Para la doctora, las materias orgánicas en descomposición por cualquier medio producen compuestos volátiles como el benceno (poderoso disolvente que se utiliza en la industria química para la síntesis de poderosas sustancias incluyendo la gasolina) el clorobenceno (importante disolvente que actúa para obtener insecticidas) que están relacionados con el cáncer, la leucemia, lesiones del sistema nervioso y afecciones en el sistema hepático.

Manifiesta que en temporada seca los vientos esparcen partículas que transportan microorganismos nocivos que causan infecciones e irritaciones al sistema respiratorio.

Mario Ramírez, profesor asistente de Química en la Facinet y capitán del Cuerpo de Bomberos, informa que el fuego que se genera en un sitio que contiene desechos sólidos, acumula calor extremo en la parte interna.

El químico advierte que cuando no se consume por completo la basura, que contiene material sólido (plástico o derivados del petróleo), se generan gases tóxicos a través del humo, nocivos para la salud. Destaca que entre los fluidos están las dioxinas (contaminantes ambientales que poseen un elevado potencial tóxico) y furanos (líquido incoloro altamente inflamable y volátil) que son en extremo peligrosos para la salud.

Por: Carlos Iván Caballero G. /Periodista | Foto: Ian M. Arcia L. | Semanario La Universidad