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Dra. Karen Courville, Nefrología, SNI, FACP

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión
Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

El Día Mundial Del Riñón es una iniciativa conjunta de la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundación del Riñón – Alianza Mundial del Riñón (IFKF-WKA).

Fundada en 1960, la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) es una asociación global sin ánimo de lucro, dedicada a mejorar el cuidado de la enfermedad renal y reducir la incidencia y el impacto de dicha enfermedad en el mundo.

A través de una red de miembros presente en todo el mundo y gracias a sus diversos programas, ISN conecta los diferentes países. La Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión (SPNH) es una sociedad filial de la ISN. (@spnh_pan)

Más de 850 millones de personas en todo el mundo padecen enfermedades renales.  Se sabe que las Enfermedades No Transmisibles (ENT), que incluyen las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, la hipertensión, las enfermedades pulmonares crónicas y las enfermedades renales crónicas (ERC), son las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo, y de forma significativa en los países de ingresos bajos y medios.

En caso de emergencia, este sector de la comunidad se encuentra entre los más vulnerables de la población, debido a sus continuas necesidades de atención coordinada, la cual a menudo es de por vida e implica un complejo tratamiento continuo y se ven especialmente afectadas por cualquier suceso desastroso, ya que su capacidad para acceder a una atención adecuada, puede verse obstaculizada.

El significativo impacto de los acontecimientos desastrosos, ya sean locales (terremotos, inundaciones, guerras, condiciones meteorológicas extremas) o mundiales (la pandemia de COVID-19) afecta al funcionamiento y las condiciones de vida de toda la comunidad, y en especial, de los pacientes con enfermedades renales.

En los últimos años, la pandemia del COVID-19 dejó un ejemplo de los retos a los que se enfrentan los sistemas sanitarios a la hora de prestar servicios esenciales a los pacientes con ENT.

El impacto de la COVID-19 en el sistema de salud ha supuesto una presión añadida para esta población vulnerable, que ha tenido que enfrentarse al riesgo de infectarse mientras visitaba las unidades de diálisis o incluso a la suspensión o cancelación de la atención no relacionada con la COVID-19 (debido a los límites de capacidad de los servicios sanitarios y a las políticas de confinamiento). Los servicios de salud han tenido dificultades para proporcionar acceso frente a la incidencia continua de nuevos casos de ENT que necesitan diagnóstico, gestión y atención.

Sin una cura o tratamiento real para prevenir la progresión de la enfermedad renal, aumentará con toda seguridad la necesidad global de tratamientos costosos que salvan vidas (como la diálisis y el trasplante).

La pandemia del COVID-19 ha agravado el ya insuficiente compromiso político y sanitario mundial con respecto a las ENT. Con demasiada frecuencia se percibe erróneamente que las ENT se deben a malas elecciones de estilo de vida, los déficits de políticas se ven agravados por la asignación de fondos insuficientes de salud pública que se centran en la gestión y no en la prevención, y solamente con respecto a algunas de las ENT reconocidas: enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas.

Sin embargo, se calcula que el 55% del lastre mundial que suponen las ENT es debido a enfermedades ajenas a este grupo, como las renales. Además, el peso de estas cuatro ENT más favorecidas se amplifica en presencia de la enfermedad renal, a menudo coexistente.

Por lo tanto, la preparación para eventos inesperados es increíblemente importante para los pacientes renales.  Los pacientes deberían planificar las emergencias preparando un kit de emergencia que incluya alimentos, agua, suministros médicos e historiales clínicos.  Los servicios sanitarios deberían proporcionar un acceso equitativo y adecuado a la atención por parte de los pacientes crónicos en momentos de emergencia.                                                                                                                         

Los responsables políticos deberían adoptar estrategias sanitarias integradas que den prioridad a la prevención, a la detección precoz y a la gestión de las ENT, incluida la enfermedad renal.  Los gobiernos deberían incluir planes de preparación para emergencias en la gestión y detección de las ENT y favorecer la prevención de estas afecciones.

Se necesitan urgentemente políticas de salud pública que reflejen mejor las oportunidades de las estrategias preventivas y la importancia tanto de la magnitud como de los aspectos sinérgicos de la enfermedad renal como parte del lastre de las ENT.

¿Cómo se celebra el Día Mundial del Riñón?

Las asociaciones y organizaciones que trabajan en el ámbito renal, los profesionales sanitarios, las autoridades y otros actores del mundo de la nefrología organizan diversas actividades a nivel local, regional, nacional e internacional, con el objetivo de disminuir la incidencia de las enfermedades que afectan a los riñones.

Se organizan talleres, seminarios, cursos y chequeos médicos, a la vez que se distribuye material didáctico e informativo en hospitales, escuelas y centros educativos, centros comunitarios, así como en espacio públicos y centros de trabajo.

También se organizan diversas actividades deportivas como recorridos a pie o en bicicleta, carreras o eventos de baile. Finalmente, se publica información en diversos sitios web, blogs, foros, y redes sociales, para concienciar a la población acerca de la enfermedad renal y sus consecuencias.

¿Qué puedes hacer por tus riñones?

Existen 8 recomendaciones llamadas las 8 Reglas de Oro, que en resumen  pueden ayudarnos en nuestra campaña de prevención a nivel renal

  1. Mantenerse en forma y activo
  2. Mantener un control regular de los niveles de glucosa en sangre
  3. Monitorear la presión arterial
  4. Comer saludablemente y mantener el peso bajo control
  5. Mantener una ingesta de líquidos saludables
  6. NO fumar
  7. NO automedicarse
  8. Chequear tu función renal si tienes uno o más factores de alto riesgo

Apoyemos esta campaña de concientización global dirigida a crear consciencia sobre la importancia de nuestros riñones. ¡Síguenos en nuestras redes para más información!

Dra. Karen Courville, Nefrología, SNI, FACP