Los fines y propósitos de las Academias Nacionales no se limitan a las cuestiones estrictamente científicas, sino que también tienen un papel importante en las delicadas cuestiones sociales, sobre todo cuando en ellas están envueltos valores éticos, como la solidaridad y daños a los derechos humanos; como son las tragedias que pueden afectan a la población en general o a una parte de ella.
En tal sentido la articulación institucional es un mandato, cuando los derechos a la vida de las personas, la salud pública, la alimentación y el medio ambiente, se encuentran en grave riesgo o son afectados por graves daños, destacan las Academias Nacionales en comunicado conjunto.
Es el caso de lo que ocurre en el Valle de Mocotíes y en el Sur del estado Mérida, con deslizamientos masivos en todos los sistemas de drenaje de los ríos y quebradas; con vaguadas y derrumbes ocasionados por las precipitaciones persistentes de gran intensidad y por períodos prolongados de lluvias de varios días, que en la región mencionada han ocasionado la pérdida de vidas humanas, el deterioro y la destrucción de viviendas, de los estratos de suelo de las laderas, de fuentes de producción y de transmisión de energía eléctrica, e incomunicación de vías terrestres y de acceso a los medios de servicios básicos, de alimentación, de agua potable y de medicinas y severos daños materiales y la necesidad de evacuación de pobladores.
Estos hechos han afectado gravemente a la población merideña de esa zona del Valle de Mocotíes y poblaciones aledañas. Daños irreparables que recuerdan el origen y consecuencias ambientales de la catástrofe de diciembre 1999 en el Litoral Central de Venezuela.
Ante esta tragedia, las Academias Nacionales conscientes de su responsabilidad social ante situaciones que afectan a la población, expresan su solidaridad para con los pobladores del Valle de Mocotíes y del Sur del estado Mérida, de las ciudades de Tovar, Santa Cruz de Mora, Zea, El Amparo, Estanques, Quirora y zonas aledañas.
Las Academias Nacionales expresan su preocupación por el impacto ambiental, la magnitud de los daños, los costos de rehabilitación y la grave la disminución de las actividades agrarias, comerciales, industriales y de recreación, que son el soporte de la economía de esa región; y en función de la articulación institucional por razones éticas y por mandato constitucional de responsabilidad social y de participación solidaria en la vida comunitaria del país ofrece su apoyo técnico a las medidas de socorro, de reparación, de rehabilitación y para la prevención de eventos similares que lleven a cabo los organismos competentes.
Dentro de ese contexto, de solidaridad y la responsabilidad social que corresponde a las Academias Nacionales, como lo hizo en anteriores oportunidades como en la catástrofe del Litoral Central de Venezuela de 1999, ratifica su criterio de la necesidad de contar con adecuadas normas de ordenamiento territorial y ambientales que eviten la tala de vegetación en laderas, los taludes naturales en vías de acceso, las construcciones inadecuadas, las ocupaciones desordenadas de los suelos.
Y lo imperioso de establecer planes de contingencia para proteger la población contra eventos similares, que cuenten con el apoyo de redes de monitoreo de los fenómenos naturales y de los sistemas de predicción de los eventos. Cometidos estos que contarán con el apoyo y asesoramiento científico y legal de las Academias Nacionales.
Comunicado Academias Nacionales