Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid. Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia. Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)
El cambio climático altera los patrones meteorológicos, lo que lleva a un aumento en la frecuencia, intensidad y duración de eventos extremos. Los eventos pueden estar relacionados tanto al calor, como al frío. Con estas alteraciones climáticas, también se observa un aumento de prevalencia de enfermedades que se mantenían en ciertas zonas.
Es importante estar enterados y conocer cómo prepararse ante veranos más calientes e inviernos más fríos en el entorno laboral.
Veranos más calientes (olas de calor)
Las olas de calor prolongadas aumentan drásticamente el estrés por calor. Esto provoca deshidratación, agotamiento por calor y, en casos graves, el golpe de calor, que puede ser mortal. Las personas más vulnerables son los ancianos, los niños y aquellos con enfermedades crónicas (cardiovasculares, respiratorias).
Las altas temperaturas y la luz solar reaccionan con los contaminantes (como los emitidos por coches e industria), creando más ozono a nivel del suelo (smog). Este aire de mala calidad agrava el asma, la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y otros problemas respiratorios.
Además, el calor acelera el ciclo de vida de insectos como los mosquitos. Se reproducen más rápido y pican más, aumentando la transmisión de enfermedades.
«Inviernos más fríos» (variabilidad climática)

La tendencia global es al calentamiento. Sin embargo, el cambio climático aumenta la variabilidad y la extremidad.
El calentamiento del Ártico puede desestabilizar corrientes de aire como el vórtice polar, provocando que masas de aire ártico se desplacen hacia el sur, causando olas de frío intenso en regiones que no están acostumbradas. Estas olas de frío también tienen impactos directos en la salud, como la hipotermia, la congelación y un aumento en los ataques cardíacos y problemas cardiovasculares.
Expansión de vectores
El impacto más significativo del calentamiento en la (re)aparición de enfermedades es la expansión geográfica de los vectores (insectos y animales que transmiten enfermedades).
Zonas que antes eran demasiado frías para la supervivencia de mosquitos o garrapatas (como regiones montañosas o países más al norte/sur) ahora tienen inviernos más suaves y veranos más largos.
Los vectores pueden sobrevivir al invierno en estas nuevas áreas y establecer poblaciones permanentes, trayendo consigo las enfermedades que portan. Las inundaciones (por lluvias intensas) crean charcos de agua estancada, que son caldos de cultivo perfectos para los mosquitos. Las sequías, por otro lado, pueden contaminar las fuentes de agua restantes, facilitando la propagación de enfermedades transmitidas por el agua.
Enfermedades que resurgen o se expanden

Este cambio en el hábitat de los vectores ha provocado la reaparición o expansión de varias enfermedades infecciosas:
- Dengue: Transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que ahora prospera en nuevas regiones de América y Europa.
- Zika y Chikungunya: También transmitidos por el Aedes, siguen patrones de expansión similares al dengue.
- Malaria (o Paludismo): El mosquito Anopheles está encontrando condiciones adecuadas en zonas de mayor altitud en África y América del Sur donde antes no existía.
- Enfermedad de Lyme: Transmitida por garrapatas. Con inviernos más suaves, las garrapatas sobreviven en mayor número y expanden su territorio hacia el norte (EE. UU., Canadá, Europa).
- Virus del Nilo Occidental: Se propaga por mosquitos (principalmente Culex) y su ciclo de transmisión se ve favorecido por temperaturas más altas.
- Cólera: Es una enfermedad transmitida por agua contaminada. Las inundaciones y la escasez de agua potable (por sequía) aumentan drásticamente el riesgo de brotes.
- Leptospirosis: Una enfermedad bacteriana que se propaga a través de la orina de animales (como ratas). El riesgo aumenta masivamente después de inundaciones, cuando el agua contaminada entra en contacto con las personas.
El cambio climático y la salud de los trabajadores
Los trabajadores, especialmente aquellos que realizan sus labores al aire libre o en entornos no climatizados, están en primera línea de los impactos del cambio climático.
¿Quiénes son los más afectados?
- Trabajadores agrícolas, ganaderos, pescadores
- Obreros de la construcción, conductores de equipo pesado y transporte
- Bomberos y personal de respuesta a emergencias.
- Personal de servicios públicos (electricidad, agua).
- Trabajadores de fábricas sin climatización, cocinas o lavanderías.
El cambio climático genera riesgos laborales específicos y agrava los existentes:
- Estrés Térmico por Calor: Es el riesgo más directo. Causa calambres, agotamiento por calor y, en el peor de los casos, golpe de calor, que es una emergencia médica mortal. Reduce la capacidad de concentración, aumentando el riesgo de accidentes laborales.
- Mala Calidad del Aire: La exposición al ozono (smog) y al material particulado (polvo de sequías o humo de incendios forestales) causa graves problemas respiratorios. Los bomberos forestales y los agricultores son extremadamente vulnerables.
- Enfermedades Transmitidas por Vectores: Los trabajadores agrícolas, forestales o de parques tienen un riesgo mucho mayor de picaduras de mosquitos (dengue, zika) o garrapatas (Lyme).
- Eventos Climáticos Extremos: Riesgo de lesiones físicas, ahogamiento o electrocución durante tormentas, huracanes o inundaciones.
- Estrés y Salud Mental: La «eco-ansiedad» o el estrés relacionado con la pérdida de cosechas (para agricultores) o la presión de responder a desastres (para rescatistas) impacta la salud mental.
- Exposición a Radiación UV: Con la alteración de la capa de ozono y más días de sol intenso, aumenta el riesgo de cáncer de piel para quienes trabajan al aire libre.
¿Cómo afrontarlo? Recomendaciones de protección, prevención y promoción

Para proteger a los trabajadores, las empresas y los gobiernos deben adoptar un enfoque integral basado en la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST).
1. Protección (Medidas Inmediatas y EPP)
Es importante promover y practicar algunas medidas de prevención como la hidratación, el descanso a la sombra y la protección entre los trabajadores.
- Hidratación: Proveer acceso constante a agua fresca y potable. Fomentar la ingesta regular, incluso antes de tener sed.
- Sombra y Descanso: Habilitar áreas de sombra o espacios frescos (con ventiladores o aire acondicionado) para los descansos.
- Ropa Adecuada: Usar ropa ligera, de colores claros y holgada para el calor. Para el frío extremo, usar ropa térmica en capas.
- Equipo de Protección Personal (EPP):
- Sombreros de ala ancha y gafas de sol con protección UV.
- Protector solar de amplio espectro.
- Uso de repelentes de insectos en zonas de riesgo.
- Para mala calidad del aire: Mascarillas o respiradores adecuados (ej. N95 para humo).
- Chalecos de enfriamiento (cooling vests) para tareas de calor extremo.
2. Prevención (Medidas Administrativas y de Ingeniería)
Son cambios en la organización del trabajo y el entorno para reducir la exposición:
- Aclimatación: Permitir que los trabajadores nuevos (o los que regresan de vacaciones) se acostumbren gradualmente al calor, aumentando su carga de trabajo poco a poco durante 7 a 14 días.
- Horarios de Trabajo: Replanificar las tareas más pesadas para las horas más frescas del día (temprano en la mañana o al atardecer).
- Monitorización: Vigilar los índices de calor, humedad y calidad del aire. Tener un plan de acción claro (ej. «a X temperatura, los descansos aumentan a 20 minutos por hora»).
- Capacitación: Entrenar a todos los trabajadores y supervisores para que reconozcan los signos tempranos del estrés por calor (en ellos mismos y en sus compañeros) y sepan cómo actuar (Primeros Auxilios).
- Controles de Ingeniería: Instalar ventilación, aislamiento térmico en edificios, o usar toldos y barreras físicas contra el sol.
3. Promoción (Cultura y Política)
El tema de salud laboral debe ser importante para un dueño de una empresa, pero también para un país. Trabajadores previamente sanos que ahora no puedan realizar sus labores, son un riesgo para aumentar la carga de enfermos a un sistema de salud y de disminución de mano de obra para una empresa, con un trasfondo socioeconómico para todos.
Existen estrategias a largo plazo para fomentar una cultura de seguridad y salud, como realizar chequeos médicos periódicos enfocados en los riesgos climáticos (función pulmonar, salud cardiovascular); fomentar un ambiente donde los trabajadores se sientan cómodos informando que se sienten mal por el calor y puedan tomar un descanso sin temor a represalias; integrar oficialmente el riesgo climático (estrés térmico, calidad del aire) en la Evaluación de Riesgos Laborales de la empresa y ofrecer recursos de apoyo psicológico para manejar el estrés relacionado con el trabajo en condiciones climáticas adversas.
La salud laboral y el cambio climático es importante para todos.
Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

