Desde el 23 de abril, más de 30,000 docentes han permanecido en paro, afectando a más de 300,000 estudiantes, especialmente en educación media
Con información de Capadeso
Mientras las escuelas privadas lograron recuperar el 68% del contenido perdido en el pasado, en las públicas esta cifra apenas alcanzó el 35%
La Cámara Panameña de Desarrollo Social (Capadeso) y La Gran Alianza Educativa proponen una hoja de ruta centrada en los estudiantes que permita identificar rezagos y adaptar la enseñanza, ampliar el año escolar en aquellas escuelas donde no se completaron los trimestres y garantizar espacios dignos y de bienestar.
En documento público reconocen “como un avance los acercamientos entre las partes orientadas hacia el retorno a clases, tras más de 70 días de suspensión parcial o total en numerosos centros educativos”.
Sin embargo, advierten, la reapertura de las aulas no puede asumirse como el fin de la crisis, sino como el inicio de una respuesta educativa más estratégica, que reconozca con seriedad el impacto acumulado de los últimos años y priorice la recuperación de los aprendizajes perdidos.
“Es urgente centrar cada decisión institucional y debate público en el estudiante y su derecho a aprender”.
Más de 300,000 estudiantes afectados
Desde el 23 de abril, más de 30,000 docentes han permanecido en paro, afectando a más de 300,000 estudiantes, especialmente en educación media, contextualizan.
“Esta interrupción se suma a una pérdida acumulada de aproximadamente 490 días de clases entre 2020 y 2025, producto de la pandemia, protestas y conflictos institucionales.
Las trayectorias educativas de miles de estudiantes han sido severamente erosionadas”.
El impacto, además, ha sido desigual.
Según Jóvenes Unidos por la Educación, citan, mientras las escuelas privadas lograron recuperar el 68% del contenido perdido en el pasado, en las públicas esta cifra apenas alcanzó el 35%. Sin una estrategia clara de recuperación, esta crisis solo seguirá profundizando la inequidad y brecha educativa.
En un contexto de crisis, la transparencia y trazabilidad no son opcionales: son obligaciones institucionales La falta de información oficial por parte del Meduca resulta profundamente preocupante, subrayan.
Sin datos públicos
A pesar de la magnitud de la crisis, indican, no se han publicado datos públicos, desagregados y verificables sobre el número de escuelas cerradas, los niveles más afectados o la cantidad real de estudiantes sin clases.
“Esta falta de información limita la capacidad del sistema para responder con equidad, evaluar el impacto real y rendir cuentas con responsabilidad”.
Hoja de ruta
Reiteran que “el sistema educativo no puede limitarse a reanudar actividades ni a completar el calendario. La educación debe garantizar aprendizajes significativos, relevantes y duraderos. Como plantean UNESCO y UNICEF, la prioridad debe estar en competencias esenciales como lectura, razonamiento matemático y autonomía en el aprendizaje”.
Desde la sociedad civil, al respecto, proponen una hoja de ruta centrada en los estudiantes, que contemple los siguientes aspectos a continuación:
- Diagnóstico y diferenciación: Identificar rezagos y adaptar la enseñanza.
- Currículo priorizado y metodologías activas: Enfocar contenidos esenciales con enfoques participativos.
- Extensión del año escolar: Ampliar el calendario donde no se completaron los tres trimestres. No debe promoverse a estudiantes sin condiciones mínimas de aprendizaje.
- Evaluación formativa: Evaluar para acompañar, no para excluir.
- Bienestar integral: Garantizar alimentación, apoyo psicosocial y entornos escolares seguros y dignos.
Reiteran que “el país enfrenta una situación crítica que requiere liderazgo, coordinación intersectorial y voluntad política para que ningún estudiante quede atrás. El derecho a la educación no puede seguir postergándose. El regreso a clases debe ser el punto de partida de una respuesta educativa seria y comprometida”.
Es hora de dejar de organizar las decisiones en función de las estructuras del sistema, y comenzar a priorizar, sin excusas, el aprendizaje y el bienestar de las y los estudiantes.
Suscriben el documento:
