La cultura, como la educación, son bienes intangibles que se expresan en el desarrollo y el progreso sobre pilares firmes. Decir o hacer lo contrario a lo que dictan cultura y educación, significa retroceso. Con las herramientas de la oralidad y la literatura, Pedro Crenes reflexiona en voz alta que es otra manera de pedir acción para que la ignorancia no se imponga ni tenga primera o última palabra
Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural: Literatura Panameña [email protected]

Por: Pedro Crenes Castro

Déjense de escribir esos libros que no se lee nadie. Háganme caso, mejor no saber, mejor es que no estén revolviendo el pasado, cúbranlo con un velo como dice su himno y a disfrutar de su bello país. Yo se los digo con todo el amor del mundo, y saben que yo estoy de su parte
Carta abierta de la Ignorancia (corregida y aumentada)
Queridos panameños:
Espero que al recibo de esta carta se encuentren de lo más perdidos. Acá, en el País de los Ciegos, es casi siempre de noche y hasta el tuerto que tenían por rey ha sucumbido a las sombras: cree que es mejor no pensar.
Los entusiastas que les envié andan por acá haciendo un curso de Implantación en redes de Oscuridades Ignorantes, y les mandan saludos. Cada vez están en mejores puestos gubernamentales, y hasta son empresarios exitosos. Estoy orgullosa de ellos y del trabajo que están haciendo por allá por Panamá: es de los mejores de la región, aunque yo siempre quiero más.
Bueno, el motivo de mi carta es hacerles un repasito de mi «filosofía» —¡ay, qué palabra más fea!—, tacha, quiero decir, mi «política» —¡esa sí que es bella!— respecto a esa mala vaina que unos pocos pelafustanes llaman «cultura», ¡qué pendejada!, como si eso les fuera a dar más caché. Presten atención, si pueden:
La cultura es cosa de ricos, o de pobres que se las dan de la gran vaina. Esto se lo meten enterito en la cabeza. La gente que anda en esas cosas no son «pueblo», se vuelven criticones con la «esencia» del panameño, y se ponen a estar señalando problemas de criterio y respeto. No, la cultura no es para ustedes.
Dos —arriba no dije «uno»—, leer es una estupidez. ¿Quién se cree toda esa vaina de las novelas (las telenovelas sí, por lo menos se ven), o los cuentos? ¿Y quién entiende eso dizque «poesía»? ¡Qué va, una pérdida de tiempo! Mejor ver televisión o abrirte tu cuenta en redes, ahí sí que se aprende y se enreda, y si no te gusta, cambias, bloqueas y punto.
Otra cosa: en la escuela nada dizque Literatura, Historia (puro bate), Filosofía (esa vaina está vieja) ni nada de eso. La escuela es para que los pelaos se la pasen bien y organicen sus bandas y hagan sus fiestas. Ustedes son panameños, son un país de tránsito, de turismo, no les hace falta tanta vaina de cultura, para qué, son el corazón del universo: no se dejen meter cosas raras en la cabeza y a gozar.
Cuarto: mantengan su sonrisa para el exterior, que la gente crea que en su país hay algo, y cuando vengan, se encuentren pura gozadera, Malls (esa vaina de decir «Centro Comercial» es bien runcha) y buco rascacielos. Eso es lo que son ustedes, puro contraste, pura fiesta. No se dejen seducir por el conocimiento: perderán el alma inmaterial panameña.
Quinto: ahórrense presupuesto cortando de eso que ustedes llaman Ministerio de Cultura o MEDUCA. Esas instituciones gastan mucho y no dan nada. Pero inviertan en deportes, que los pelaos crean que todos ellos pueden llegar a la gloria deportiva y dejar de estudiar. Además, no se gasten plata en edificios viejos como La Biblioteca Nacional, túmbenlo como hicieron con los de la Exposición o el Teatro Bellavista. Su patrimonio son rascacielos nuevos y arreglar las carreteras para arrancarse de fiesta.
Una última cosa: déjense de esa recordadera que les entra, esa vaina de la memoria y la Historia y las relaciones con otros países. Déjense de escribir esos libros que no se lee nadie. Háganme caso, mejor no saber, mejor es que no estén revolviendo el pasado, cúbranlo con un velo como dice su himno y a disfrutar de su bello país. Yo se los digo con todo el amor del mundo, y saben que yo estoy de su parte.
Me voy despidiendo. No me contesten a esta carta porque yo no leo, y me ha costado dictársela a este tipo que no hace nada más que criticarme. No me hace ni cosquillas lo que escribe ni él ni su pandillita de pensantes en busca de dizque criterio. Pobrecitos: en España y en Panamá, yo campo a mis anchas y soy más querida.
Saluditos, y sigan así.
La Ignorancia.
Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural Literatura Panameña | [email protected]

Pedro Crenes Castro (Panamá, 1972), es escritor. Columnista y colaborador en varios medios panameños y españoles. Ha ganado dos veces el premio Nacional de Literatura Ricardo Miró de Panamá y dicta talleres literarios. Vive en España desde el año 1990

