Christopher Alexander Franco Quintero cursará su doctorado gracias a la Beca Zuloaga/Corpus Christi College que ganó luego de ser nominado por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN) y recibir el acompañamiento de la corporación
Por: ACFIMAN | Fotos: Cortesía Christopher Franco
Cuando supe el veredicto, me sentí muy emocionado, satisfecho y privilegiado, pero la verdad es que no creí que fuese real hasta que obtuve la visa de estudiante del Reino Unido. Ya estando aquí, finalmente pude celebrar este hito académico”.
El pasado 1 de octubre, el caraqueño Christopher Alexander Franco Quintero, de 31 años de edad, comenzó su nueva etapa como estudiante del Doctorado en Ciencias Biológicas en el Babraham Institute, adscrito a la Universidad de Cambridge, gracias a la Beca Zuloaga/Corpus Christi College que ganó luego de ser nominado por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN).
El científico superó el proceso de selección, que incluyó sendas evaluaciones de la ACFIMAN, el Babraham Institute, la Universidad de Cambridge y la Oficina de Visas y Migración del Reino Unido. La Beca Zuloaga/Corpus Christi College tiene una vigencia de cuatro años. El candidato tenía que ser de nacionalidad venezolana, graduado por una universidad venezolana, y haber demostrado inclinación por el aprendizaje de la ciencia moderna y su compromiso con Venezuela para difundir, promover y practicar los conocimientos cuando retorne al país, entre otros requisitos.
Vacunados con Sputnik V
Desde 2019, el licenciado en Educación Mención Biología y Química de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) trabajaba como profesional asociado a la Investigación (PAI) del Laboratorio de Virología Celular del Centro de Microbiología y Biología Celular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) —bajo la supervisión del doctor José Luis Zambrano—, institución en la que recibió el título de Magister Scientiarum en Inmunología con la doctora Flor Pujol, Individuo de Número (Sillón XVI) de la ACFIMAN, como su tutora.
El título de su tesis de maestría fue “Evaluación de la reactividad y la actividad neutralizante de los anticuerpos presentes en el suero de personas vacunadas con Sputnik V contra variantes de preocupación del SARS-CoV-2 que han circulado en Venezuela”.

Christopher (centro) durante su acto de grado en el IVIC
Todos los virus, incluso el coronavirus de tipo 2 causante del síndrome respiratorio agudo severo, cambian o mutan a lo largo del tiempo. Aunque la mayoría de esos cambios o mutaciones afectan poco o nada las propiedades de los virus, a veces “pueden influir sobre algunas de ellas, como su facilidad de propagación, la gravedad de la enfermedad asociada, la eficacia de las vacunas y los medicamentos para el tratamiento”, aclara la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su sitio web. Las variantes son mutaciones de los virus.
“Nosotros evaluamos la reactividad de la inmunoglobulina G (IgG) y la capacidad neutralizante del suero de 105 voluntarios vacunados con Sputnik V frente a diferentes variantes virales y regiones de la proteína”, relata.
IgG es el anticuerpo más abundante en la sangre y los fluidos corporales, responsable de proteger al organismo de infecciones bacterianas y virales y de proporcionar inmunidad a largo plazo. Tras 180 días de la vacunación, se observó que los anticuerpos inducidos por la vacuna Sputnik V “pudieron reconocer, persistir y neutralizar las variantes del SARS-CoV-2, siendo ómicron la que mejor evadió esta respuesta. Estos resultados representan un hallazgo único sobre la respuesta humoral inducida por una vacuna menos estudiada a nivel mundial en términos de eficacia y escape inmunológico, lo que ofrece información valiosa para el desarrollo de vacunas dirigidas a coronavirus desconocidos”.
Variantes de escape y centros germinales
A partir de ahora y bajo la supervisión del doctor Kai-Michael Toellner, líder de grupo en el área de inmunología del Babraham Institute, el venezolano estudiará la inmunidad mediada por anticuerpos contra influenza y coronavirus a variantes de escape viral. Estas mutaciones son capaces de eludir la inmunidad adquirida con las vacunas y las infecciones previas, haciendo que la persona se infecte y reinfecte, aumentando la resistencia del virus a los medicamentos y dificultando el desarrollo de vacunas y terapias eficaces.

Desde Cambridge
“Cuando observamos que una vacuna diseñada con el gen que codifica la proteína S de la variante ancestral o ‘virus original’ del SARS-COV-2 podía inducir una respuesta de anticuerpos que reconocen y neutralizan a variantes de escape aparecidas en la pandemia, una de las hipótesis que surgió es que esta vacuna podría estar estimulando la reacción de los centros germinales y, en consecuencia, promover la producción de anticuerpos de mayor afinidad”, explica quien se diplomara en Bioinformática y Biología Computacional por la Universidad de Chile.
Los centros germinales son estructuras microanatómicas que habitan en órganos linfoides secundarios, como los ganglios linfáticos, el bazo y las placas de Peyer en el intestino delgado. En dichos compartimientos “se afina la respuesta de anticuerpos contra patógenos o neoantígenos”, sostiene.
En su proyecto de doctorado, estudiará la reacción de los centros germinales, “aplicando métodos de filogenética y transcriptómica espacial. Esto nos permitirá entender la evolución y el fenotipo de los linfocitos B durante su interacción con macrófagos del seno subcapsular de los nodos linfáticos, sitio en donde ocurre el primer encuentro con nuevos antígenos”.
Las razones detrás del Babraham Institute

De visita por la ACFIMAN
En el Babraham Institute se llevan a cabo investigaciones innovadoras de vanguardia sobre los mecanismos moleculares que subyacen a los procesos y funciones celulares normales. En su sitio web, se lee que los tres temas fundamentales para su labor investigativa son la epigenética (cómo se regula el genoma sin alterar la secuencia de ADN de los genes), la señalización celular (cómo responden las células a las señales de su entorno) y la inmunología (cómo se forman los sistemas inmunitarios, cómo funcionan y cómo se ven afectados por la edad). Aunque fue fundado en 1993 tal y como se conoce en la actualidad, su historia se remonta al Instituto de Fisiología Animal creado en 1948 para ayudar a Gran Bretaña a recuperarse de las secuelas de la Segunda Guerra Mundial.
Para ser beneficiario de la Beca Zuloaga/Corpus Christi College, el aspirante primero debía solicitar su ingreso a algún departamento o instituto de la Universidad de Cambridge.
El investigador venezolano optó por el Babraham Institute por varias razones. Aunado a su “interés genuino” por la línea de investigación del doctor Toellner (orientada, en gran medida, a descubrir aspectos de la biología fundamental de los centros germinales), le era “atractivo el hecho de que en el Babraham Research Campus operan compañías de biotecnología, lo que facilita un enlace directo entre la academia y la industria”. También consideró la calidad de los cursos de entrenamiento, las instalaciones y los recursos disponibles para la formación de científicos independientes, así como el interés por garantizar el bienestar de los estudiantes. “Resulta prometedora la experiencia de aprendizaje y la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades de investigación en una de las mejores universidades del mundo”.
Trabajo en equipo

Junto a los doctores Flor Pujol y José Luis Zambrano
Christopher Alexander Franco Quintero reconoce que la experiencia y el tiempo compartidos con quienes estuvieron a su lado en el IVIC fueron cruciales para emprender esta travesía. Además de los doctores Zambrano (supervisor y director de tesis) y Pujol (tutora de maestría), en su lista de agradecimientos menciona al doctor Víctor Tortorici (tutor de pregrado), a sus profesores de pregrado, MSc. Maricarmen Eizaguirre y al difunto Dr. Rafael Muñiz, y a sus compañeros de los laboratorios de Bioquímica Celular, Virología Celular y Virología Molecular, MSc. Alejandro Cornejo, Lic. Domingo Garzaro, MSc. Carolina Aristimuño, MSc. Zoila Moros, MSc. Carmen Luisa Loureiro, Dra. Mercedes Fernández, Dr. Héctor Rangel, MSc. Mariajosé Rodríguez y Dra. Mariana Hidalgo.
También agradeció a la ACFIMAN y a la familia Zuloaga “por permitir que personas como yo puedan tener esta oportunidad única de formación profesional. En particular, agradezco a la doctora Alicia Ponte-Sucre (Individuo de Número, Sillón I), quien me acompañó en todo el proceso hasta llegar al Reino Unido”.
Christopher es un claro ejemplo de que estudiar en Cambridge es un sueño realizable para los venezolanos. “Los méritos académicos son indispensables, pero también lo es atreverse y dejar de verlo como algo imposible de alcanzar”.
Por: ACFIMAN | Fotos: Cortesía Christopher Franco

