El evento que se desarrolla en la Universidade de Santiago de Compostela es un espacio para demostrar el poder de la ciencia, de la tecnología y de la innovación de transferir sus capacidades a la sociedad
Por: Violeta Villar Liste
La ciencia demostró su importancia en la pandemia de COVID-19. Fue su puesta de largo ante una sociedad, que, si dudaba, se volvió fiel creyente.
Pero no es suficiente. La ciencia se enfrenta a desafíos y, en escenarios de incertidumbre, está llamada a demostrar su capacidad transformadora.
Ciencia, tecnología y colaboración nos permitirá salir adelante, fue el pensamiento que colocó sobre la mesa inaugural del IX Congreso Nacional de Científicos Emprendedores, Inmaculada Rodríguez, presidenta de la Fundación Damián Rodríguez Olivares (Fundación DRO), institución que mueve el sistema emprendedor en España y lidera este evento, que durante dos días, 2 y 3 de octubre, reúne a investigadores, startups, inversores y agentes del ecosistema en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSE) de la Universidade de Santiago de Compostela.
La directora de la Fundación DRO señaló que son los escenarios de incertidumbre, como los vividos con COVID-19, o los actuales, “donde la ciencia demuestra su capacidad transformadora».
«La pandemia reciente fue una prueba: la ciencia, la tecnología y la colaboración nos permitieron salir adelante. Hoy, de nuevo, la sociedad necesita que la ciencia esté a la altura. Pero no basta con investigar: necesitamos emprender desde la ciencia.
Necesitamos que ese conocimiento salga de los laboratorios, que se transforme en innovación, en empresas y en proyectos que mejoren la vida de las personas. Emprender desde la ciencia significa tender puentes entre el conocimiento y la sociedad, significa hacer que la investigación se convierta en futuro”, observó.
Resaltó que el trabajo de la Fundación DRO, y el congreso mismo, es un reconocimiento a quienes “dan el salto” y, con valentía, deciden crear algo nuevo, transformar una idea en una empresa y por eso merecen apoyo.
Destacó que el lema de esta edición es “La ciencia emprende el futuro”, el cual resalta la idea del valor del conocimiento, “pero cuando se transforma en soluciones, en empresas, en proyectos con impacto real, se convierte en motor de progreso para la sociedad”.
Pepa Limeres, coordinadora de programas de Ciencia de la Fundación Botín, institución aliada, resaltó que acaban de presentar el informe Evolución y tendencias del emprendimiento científico del sector salud en España.
Este documento analiza empresas del sector público español del periodo 2001 al 2023, su creación, ecosistema de financiación y apoyo.
En el caso de Galicia, anfitriona del Congreso Nacional de Científicos Emprendedores, se sitúa entre los líderes en creación de spin-offs “y no es fruto de la casualidad. Es resultado del continuo esfuerzo de los líderes del sistema gallego, tanto público como privado”, precisó.
El informe, en su resumen, describe, entre otros aspectos, que “España es un actor destacado en el sector de la biotecnología, ocupando el 9º puesto en publicaciones científicas a nivel mundial según el último informe de la Asociación Española de Empresas de Biotecnología (AseBio).
Sin embargo, los resultados de España en innovación son significativamente inferiores, como demuestra su 28º puesto en el Índice Global de Innovación 20242. Esta discrepancia evidencia una brecha entre la producción científica del país y su capacidad para generar innovaciones de alto impacto.
A nivel europeo, España está clasificada como un país “innovador modesto” de acuerdo con el Índice Europeo de Innovación (IEI), al encontrarse casi un 11% por debajo de la media europea en los indicadores que miden los resultados de la investigación y la innovación, por detrás de países vecinos como Francia (considerado un país muy innovador con más de 14 puntos porcentuales sobre la media europea) y Dinamarca, líder europeo en innovación al superar en 37,6% la media”.
De acuerdo con el IEI, subraya el documento, las principales fortalezas de España se encuentran en las áreas de digitalización y recursos humanos, mientras que las carencias más destacadas se refieren al empleo en empresas innovadoras, al gasto privado en I+D y el número de pequeñas y medianas empresas (PYME) innovadoras.
Fuente: https://fundacionbotin.org/wp-content/uploads/2025/05/Informe-emprendimiento-en-salud_web.pdf

Luis Alberto Otero, delegado del rector de transferencia de conocimiento de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), institución que recibe en su casa el evento que pone voz al emprendimiento científico, resaltó que la USC es un caso de éxito. Así lo hicieron ver en la edición 2024 del Congreso y este convencimiento les ganó la candidatura.
La clave de este éxito radica en un esfuerzo: más de 25 años creando empresas basadas en el conocimiento, apoyados en más de 300 grupos de investigación.
Resaltó que la USC ve positivo el emprendimiento, lo apoya y de hecho tiene pruebas de concepto y acompaña la captación de fondos.
Destacó que en España, el conocimiento científico avanzado se hace en las universidades y es preciso respaldar estas iniciativas.
Julia González, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Senén Barro, director del Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes (CITIUS), también dieron la bienvenida a esta mesa de diálogo y pensamiento que promete dejar distintas lecciones para llevar a casa.
Creada en el año 2013, la Fundación Damián Rodríguez Olivares, también conocida como Fundación DRO, es una organización sin ánimo de lucro que busca promover proyectos que favorezcan la creación, desarrollo y transferencia de soluciones innovadoras y conocimientos científicos al sector empresarial. Y, de esta manera, fomentar el emprendimiento científico como salida profesional, evitando la fuga de talento y contribuyendo al mismo tiempo al apoyo, promoción y divulgación de la investigación de relevancia científica en España.
Por: Violeta Villar Liste