fbpx
Imagen de Freepik
La Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela publica una nueva edición de la Gaceta Médica de Caracas, su órgano oficial de divulgación (volumen 133, número 3, correspondiente a julio y septiembre de 2025). En su editorial, el Dr. Enrique Santiago López-Loyo, editor en jefe, reflexiona sobre la importancia del liderazgo médico y sus implicaciones. Compartimos además el enlace a la publicación completa de esta revista científica, la más antigua del país

Por: Dr. Enrique Santiago López-Loyo

El autor es editor en Jefe de la Gaceta Médica de Caracas. Individuo de Número Sillón XXXI de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela

El liderazgo del médico en el mundo contemporáneo ha trascendido en su contexto para asegurar una atención médica de calidad basada en su desarrollo profesional tradicional, considerando solo la capacidad técnica y académica.

Ha habido una variación en la calidad del liderazgo entre las organizaciones corporativas, que ha conducido a fallos catastróficos en los estándares de atención que reciben los pacientes.

Aunque hay una vinculación del liderazgo clínico con el rendimiento de las unidades, se promueve que esto se complemente con sus papeles de gerencia comenzando desde edades tempranas y continuando a lo largo de sus carreras.

Este papel debe garantizarse en todo el sistema de salud, para que los médicos sean capaces de desarrollar valores personales y profesionales sólidos, al igual que una amplia variedad de habilidades no técnicas que les permitan mantener el liderazgo más allá de las fronteras profesionales, con una clara comprensión del entorno cada vez más complejo en el que se brinda la atención médica del siglo XXI.

Para desarrollar todos estos atributos se requiere la aplicación de sofisticadas y diversas metodologías de aprendizaje, las cuales incluyen la mentoría, el coaching, el aprendizaje activo, el networking, además del uso racional de herramientas de inteligencia artificial (1).

Es fundamental la aplicación apropiada de los conceptos modernos de liderazgo en los procesos formativos del recurso humano en la medicina, lo cual es considerado determinante para el logro de buenos resultados educativos y en los aspectos clínicos en hospitales universitarios.

El liderazgo en medicina y su orientación en la educación médica no ha sido suficientemente expandido en todos los continentes y el éxito en su aplicación va a depender del conocimiento de cada país con sus particularidades y de la aplicación de resultados de investigaciones originales para lograr un adecuado desarrollo curricular sobre el tema en el contexto nacional y local, sin perder de la mira la perspectiva global. El liderazgo no solo debe estar supeditado a los profesionales de la salud especialistas en gerencia o administración sanitaria, sino que cada egresado de la carrera médica debe contar con una formación básica como instrumento para su ejercicio futuro (2).

La práctica de la medicina ha ido aumentando su poder político en las sociedades contemporáneas. Por ello destacan los fenómenos de sectorización de la salud, en aspectos como lo que se dado en llamar “la invención de la infancia”, el uso de los conceptos de la familia, la promoción de la higiene, el desarrollo conceptual de la salud pública, la creación y el diseño del hospital moderno, los conceptos de  la tercera edad, los principios de salubridad de los espacios urbanos, hasta llegar a la práctica de campañas médicas sectorizadas a las clases populares, entre otros aspectos.

Como resultado lógico de estos procesos, se ha llegado a una medicalización absoluta de la sociedad y a la identificación completa del problema de la salud en conjunción con los intereses de la economía.

De allí han surgido los programas de asistencia y seguridad social. Todo termina sumergido en los vaivenes racionales del mercado y en los patrones de consumo que este genera. Esto ha llevado a que los sistemas de atención den prioridad a un proceso gradual de evaluación de los pacientes con citas ya tardías a la evolución natural de las enfermedades. Alejan las citas médicas de forma irracional al punto de que cuando llegan al nivel de atención especializada con complementación de estudios imagenológicos e intervencionistas de alta precisión, el paciente está en una situación de agravamiento de su cuadro clínico y por este motivo se realizan en la práctica cada vez más tardíos los diagnósticos (3).

Por otra parte, los médicos como dirigentes sociales han sido utilizados en tareas de carácter político disfrazados de elementos de refuerzo en países con supuestos problemas de cobertura de ese recurso humano en sus sistemas de atención, sobre todo en zonas de difícil acceso geográfico.

Esa utilización de contingentes de médicos como agentes ideológicos con función de motorizar programas sociales se ha descrito con el objetivo de servir de inductores de transformación de conductas de pensamiento político. En este caso, la formación de esos profesionales de la salud se orienta a darle prioridad a la atención directa de las comunidades y también incluye profesionales de la odontología y bioanalistas, entre otros.

Estos grupos son trasladados bajo contratación directa con los Estados que ofertan el servicio y en muchos casos hay denuncias de que se trata de un “esclavismo moderno” porque del total de la remuneración contratada, el profesional recibe una mínima parte del sueldo.

Este modelo puede funcionar en poblaciones apartadas de los centros urbanos y en conglomerados o barrios de la periferia de las grandes ciudades. En los países donde se ha establecido este sistema de “asistencia” se han producido acusaciones de injerencia de factores externos en las decisiones propias de cada país, donde chocan aspectos de culturas e idiosincrasias a veces antagónicas.

El médico en algunos contextos sociales, sobre todo en países poco desarrollados, mantiene un liderazgo en la orientación de las comunidades, muy a la par con los liderazgos religiosos que actúan en el mismo entorno geográfico.

Los líderes médicos deben llevar adelante actividades generales de gestión y liderazgo, y deben procurar un equilibrio entre la gestión y la medicina, ya que estos médicos deben cumplir con los objetivos tanto de la organización como del personal médico.

Para un desempeño eficaz, la credibilidad entre sus colegas médicos resulta ser un factor muy importante, seguido de una demostración de numerosas áreas de conocimiento, habilidades y actitudes.

Se han identificado como barreras la ambigüedad de papeles y la falta de tiempo y apoyo al trabajo en equipo.

Hay una reasignación de tareas fundamentales para la labor profesional médica; sin embargo, se pueden generar confusiones sobre dónde terminan y comienzan los papeles del médico y del gerente.

En lo que sí existen opiniones muy claras es en la comparación que se realiza entre los resultados de la gestión de un médico al frente de la gerencia en relación con la labor de un profesional de la administración gerencial.

El profesional de la administración se orienta a la obtención de buenos resultados financieros de las corporaciones, pero el médico busca en todo momento un punto medio de las políticas administrativas que den prioridad a la calidad y cobertura eficiente de la atención de los pacientes (4).

En el transcurso de las carreras médicas, tradicionalmente la enseñanza del principio de liderazgo no ha formado parte del desarrollo de las competencias tanto académicas como técnicas. Se requiere promover reformas en el perfil formativo de los futuros profesionales de la salud como una respuesta a los desafíos del sistema y a las mejoras en la salud pública.

El ser médico requiere el manejo óptimo de la gestión profesional y de un liderazgo sólido, por lo cual la educación médica tiene la necesidad de transferir competencias a la comunicación y crear individuos con pensamiento crítico.

Los estudiantes de medicina deben desarrollar habilidades para abordar y resolver conflictos, aprender a compartir ese liderazgo, preparar a otros para ayudarlos y reemplazarlos, así como asumir la responsabilidad en equipo y discutir su desempeño para perfeccionarlo (5).

Referencias:

1. Warren OJ, Carnall R. Medical leadership: Why it’s important, what is required, and how we develop it Postgraduate Medical Journal. 2011;87:27-32.

2. Sánchez Mendiola M. Liderazgo en medicina: ¿debemos enseñarlo y evaluarlo? Investig Educ Méd. 20154(14):99-107.

3. Castro Orellana R. Capitalismo y medicina: los usos políticos de la salud. Cienc Politi. 2009;4(7).

4. Berghout MA, Fabbricotti IN, Buljac-Samardžić M, Hilders CGJM. Medical leaders or masters?—Asystematic review of medical leadership in hospital settings. PloS One. 2017;12(9):e0184522.

5. Chen TY. Medical leadership: An important and required competency for medical students. Tzu Chi Med J. 2018;30(2):66-70.

https://academianacionaldemedicina.org/publicaciones/gm-volumen-133-no3-julio-septiembre-2025