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El Dr. Vicente Larraga anunció que la vacuna para humanos reúne a equipos científicos de Europa
El Dr. Vicente Larraga habló de la prevención y la vacunación como estrategia prioritaria durante su conferencia Europa frente al reto sanitario de las enfermedades emergentes por el cambio climático. España, frontera de riesgo, invitado organizada por la Fundación Ramón Areces

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La cooperación entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, la industria farmacéutica y el grupo del Dr. Vicente Larraga, en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del CSIC, permitió en el año 2022 desarrollar una vacuna contra la leishmaniasis canina.

Se trató de la primera vacuna para mamíferos animales basada en ADN recombinante.

A la fecha se comercializa en España y se está introduciendo en Italia y en Grecia. “Es capaz de reducir el riesgo de infección tras la exposición al parásito y disminuye su presencia en nueve de cada diez casos”, describe el grupo científico.

La investigación que hizo posible esta vacuna constituye parte del camino andado para el desarrollo de una próxima vacuna contra leishmaniasis en humanos que reunirá los esfuerzos de grupos de investigación de España y otros países de Europa (Alemania, Bélgica, Turquía y Holanda): un consorcio por el bien común.

El Dr. Vicente Larraga compartió este anuncio durante su conferencia Europa frente al reto sanitario de las enfermedades emergentes por el cambio climático. España, frontera de riesgo, actividad organizada por la Fundación Ramón Areces, a través de su comité científico.

Dr. Vicente Larraga

Esta vacuna, en preparativos para su fase 1, es una deuda pendiente de la ciencia y atendería una realidad global: cada 40 segundos ocurre una nueva infección a causa de  leishmaniasis y se estima que 1.5 millones de casos ocurren en todo el mundo.

El Dr. Larraga, con una amplia carrera en desarrollo de vacunas, explica que esta vacuna en humanos debería funcionar muy bien: “La proteína que atacamos es 100% igual a la diseñada para canes. Será una vacuna basada en ADN”.

El grupo del Dr. Larraga también trabaja en el desarrollo de una vacuna contra la malaria, otra enfermedad desatendida.

En Panamá, bajo el liderazgo del Dr. Carlos Restrepoel Dr. Alejandro Llanes, la Dra. Patricia Llanes y el Dr. Ricardo Lleonart del Centro de Biología Celular y Molecular de Enfermedades del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá INDICASAT-AIP, con sede en Ciudad del Saber, adscrito a la  Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), se trabaja en la evaluación de candidatos vacunales para Leishmania panamensis.

Se realiza en colaboración con investigadores del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios la Salud (ICGES).

El Dr. Ricardo Lleonart dijo que en este momento la vacuna se encuentraen la fase de investigación básica, específicamente en la parte de descubrimiento y caracterización de potenciales antígenos a ser incluidos luego en una potencial vacuna”.

Esperan en unos 6 a 12 meses poder divulgar algunos resultados. Dijo que es de interés valorar colaboraciones para impulsar esta vacuna.

También científicos de Argentina y Brasil tienen investigaciones colaborativas para lograr una vacuna contra leishmaniasis y reducir el impacto de esta enfermedad parasitaria y endémica.

Del animal al humano

La leishmaniasis (o leishmaniosis) es causada por más de 20 especies del género de parásitos protozoarios Leishmania, define la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estos parásitos pasan al ser humano por picaduras de insectos (conocidos en América Latina como chitras) del género Lutzomyia o a través de animales como el perro que actúa en calidad de reservorio.

En España, cerca del 30% de los perros han tenido contacto con el parásito. Prevenir en canes es una manera de evitar el “salto” (zoonosis) al hombre.

Hace diez años, España registró una epidemia de leishmaniasis con liebres como reservorio. Salvo este caso, son los perros los que transmiten la enfermedad con mayor frecuencia en el país, explica el Dr. Larraga.

Son tres las formas principales de manifestarse en humanos: la visceral, la más grave, casi siempre fatal porque no hay tratamiento. La cutánea, que se expresa en úlceras en piel y la mucocutánea que afecta boca, nariz y garganta.

Las enfermedades que viajan

Las enfermedades ya no tienen fronteras. Leishmaniasis es un ejemplo de enfermedad tropical expandida junto a otras que se han desplazado a otros territorios, por los cambios que impone el cambio climático.

El Dr. Larraga, quien estudió Medicina y Cirugía y Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid y ha realizado estudios post doctorales en la Universidad Hebrea, el Instituto Weizman de Israel y en la John´s Hopkins University de Estados Unidos, además de haber sido científico invitado en la Medical School de la Universidad de Nueva York y director del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB-CSIC) describió durante su conferencia cómo fiebre amarilla, Zika, virus del Nilo, dengue y chikunguña están emergiendo en los países de Europa.

“Hay que estar preparados y pensar en ello porque algunas de estas enfermedades llevan a la muerte”, advirtió.

Destacó que el aumento de la temperatura hace que los patógenos puedan entrar a regiones que no los conocían.

De hecho, el “popular” Aedes aegypti que transmite el dengue, se ha localizado tanto en Andalucía como Asturias. Del norte al sur español, y del frío al calor, el mosquito ha conseguido maneras de adaptarse.

Una de los principales mecanismos de transporte de estos mosquitos son los neumáticos en desuso, un “reservorio” que les sirve de hábitat y los ayuda a desplazarse cuando el ser humano los moviliza a puntos limpios o empresas de reciclaje.

Un mosquito, por sus medios, solo podría caminar 200 metros al día, advierte al Dr. Larraga.

¿Qué podemos hacer?, se pregunta y responde: “Fumigar”. Sí, puede parecer rupestre, afirma, pero es funcional.

Explica que la infección viral por fiebre del Nilo Occidental, causó en Andalucía 42 casos y cuatro muertos, durante el año 2024.

En 2025 se procedió a la fumigación y solo se ha registrado un caso.

En relación con gripe aviar, advirtió sobre el riesgo de pandemia.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), desde inicios del 2003 hasta el 25 de agosto del 2025, se notificaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) 990 casos humanos de influenza aviar A(H5N1), incluidas 475 defunciones en 25 países a nivel global, lo cual indica una letalidad en humanos del 48% durante el periodo.

Entre 2022 y el 14 de octubre del 2025, la OPS reporta en esta actualización epidemiológica, un total de 76 infecciones humanas causadas por influenza aviar A(H5), incluyendo dos defunciones, en cinco países de las Américas, con un caso adicional, con respecto a la última actualización epidemiológica sobre influenza aviar A(H5N1) publicada por la OPS/OMS el 15 de mayo del 2025: OPS registra letalidad del 48% en humanos con influenza aviar

Vacunas, la mejor herramienta

La prevención con las vacunas disponibles es el mejor camino, pero no existen para todas las enfermedades

Las hay para fiebre amarilla, dengue y chikunguña.En próximo desarrollo, como se explicó, se esperan contra leishmaniasis y prevención en humanos, una enfermedad que ingresó a Europa por el sur de Alemania. Se mantiene en el Mediterráneo español y son los perros los que mantienen el ciclo biológico.

Las garrapatas son otro problema de salud pública.  Hay una vacuna, pero no está recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Dr. Larraga reflexionó que luchar contra las enfermedades infecciosas en el siglo XX ha sido una gran preocupación hasta la llegada de las vacunas que han sido la gran esperanza de la humanidad.

En este sentido, además del control de vectores para frenar su presencia en nuevas áreas de distribución por el incremento de las temperaturas, las vacunas de nueva generación son la mejor manera de evitar muerte y enfermedad.

Advirtió que este gran logro para la salud pública tiene un gran riesgo con las actuaciones del secretario de Salud del Gobierno de Estados Unidos, Robert Kennedy, quien ha cancelado proyectos de investigación de vacunas, ha destituido a expertos del Comité Asesor sobre Vacunas (ACIP) y provocado la renuncia de funcionarios de larga trayectoria.

Tomar decisiones propias, con base en la evidencia científica nacional y comunitaria, es el mejor camino en estos tiempos confusos de anticiencia y antivacunas. América Latina también podrá así contar con referentes confiables.

Ver la conferencia: