fbpx
ONUSIDA exhorta a los líderes mundiales a reafirmar la solidaridad mundial, el multilateralismo y el compromiso colectivo de luchar y poner fin al sida juntos

Con información de ONU SIDA | OPS


El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) hizo un llamado a la solidaridad mundial, a mantener la financiación y a la innovación, para transformar la respuesta al sida en ocasión de su día mundial que se conmemora este 1° de diciembre.
De acuerdo con el organismo, 40,8 millones de personas viven con el VIH en todo el mundo, 1,3 millones de nuevas infecciones ocurrieron en 2024 y 9,2 millones de personas aún no acceden al tratamiento.


Datos más recientes de la Organización Panamericana de Salud, estiman que en 2024, un promedio de 2,8 millones de personas vivían con VIH en América Latina y el Caribe. Mientras el Caribe redujo las nuevas infecciones en 21% desde 2010, América Latina registró un incremento del 13% en el mismo período. Las muertes por causas relacionadas con el sida disminuyeron de 42.000 a 27.000 en América Latina y de 12.000 a 4.800 en el Caribe.


Recortes afectan los esfuerzos


ONUSIDA hizo público un informe a propósito del Día Mundial del Sida 2025. Bajo el título, Superar las disrupciones, transformar la respuesta al sida, “detalla las consecuencias de gran alcance de las reducciones en la financiación internacional y la falta de solidaridad mundial, que enviaron ondas de choque a través de los países de ingresos bajos y medianos gravemente afectados por el VIH”, se destaca en comunicado.
«La crisis de financiación ha expuesto la fragilidad de los progresos por los que tanto hemos luchado», afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.

«Detrás de cada dato en este informe hay personas: bebés y niños que no acceden a las pruebas de detección o al diagnóstico temprano del VIH, mujeres jóvenes aisladas del apoyo para la prevención, y comunidades que de repente se quedan sin servicios y atención. No podemos abandonarlos. Debemos superar esta disrupción y transformar la respuesta al sida», dijo citada por la institución.


La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que la asistencia sanitaria externa caiga entre un 30 y un 40% en 2025 en comparación con 2023, “causando una interrupción inmediata y aún más severa de los servicios de salud en los países de ingresos bajos y medianos”.

Los servicios de prevención, tanto para hombres como mujeres, generan mayor vulnerabilidad.
Datos del informe indican que “ya en 2024 se registraban a nivel mundial 570 nuevas infecciones por VIH cada día entre mujeres jóvenes y niñas de 15 a 24 años”.


Las organizaciones lideradas por la comunidad, que califican de “columna vertebral de la respuesta al VIH y quienes lograban llegar a las personas más vulnerables al VIH”, informan de cierres generalizados: más del 60% de las organizaciones lideradas por mujeres han suspendido programas esenciales.


“Los servicios para las poblaciones clave, incluidos los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los trabajadores sexuales, las personas que se inyectan drogas y las personas transgénero, también se han visto gravemente afectados”, alerta el informe.


De persistir los retrocesos, fracasarían los objetivos mundiales de VIH para 2030, contemplados en la próxima Estrategia Mundial contra el Sida.


El resultado se reflejaría en 3,3 millones de nuevas infecciones por VIH adicionales entre 2025 y 2030.


Retrocesos en derechos humanos


“La crisis de financiación se ha desarrollado en un contexto de deterioro del entorno mundial de los derechos humanos, con consecuencias particularmente graves para las poblaciones marginadas. En 2025, el número de países que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y la expresión de género aumentó por primera vez desde que ONUSIDA comenzó a monitorear las leyes punitivas en 2008. Las restricciones a la sociedad civil —particularmente aquellas que trabajan con poblaciones clave a nivel mundial y con mujeres jóvenes y niñas en África subsahariana— están perturbando aún más el acceso esencial a los servicios de VIH”,
advierte el informe.

La esperanza hacia un cambio


ONUSIDA señala que en medio de los desafíos “muchos países están mostrando resiliencia en lo que respecta a la prestación del tratamiento del VIH. Algunos países han reportado cifras relativamente estables o incluso un aumento en las nuevas iniciaciones en la terapia antirretroviral como resultado de una acción rápida para mantener los servicios”.


De hecho, ONUSIDA está trabajando con más de 30 países para acelerar los planes nacionales de sostenibilidad.


La innovación, describe el organismo, también está ganando impulso: “Las tecnologías de prevención del VIH —incluidas las inyecciones semestrales para prevenir el VIH— tienen el potencial de prevenir decenas de miles de nuevas infecciones en entornos de alta carga”.

“Nuevas alianzas anunciadas en 2025 por la Fundación Gates, UNITAID, el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, y el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR) han lanzado iniciativas para asegurar el acceso generalizado a formulaciones genéricas asequibles de medicamentos que salvan vidas, por tan solo 40 dólares por persona al año en algunos casos”.


«Sabemos lo que funciona: tenemos la ciencia, las herramientas y las estrategias probadas», dijo Byanyima. «Lo que necesitamos ahora es coraje político. Invertir en las comunidades, en la prevención, en la innovación y en la protección de los derechos humanos es el camino para poner fin al sida».


El organismo sostuvo que Estados Unidos está estableciendo acuerdos bilaterales con alrededor de 70 países, orientados a continuar la financiación durante una transferencia progresiva hacia respuestas nacionales autosuficientes al VIH durante los próximos dos a cinco años.

Un llamado a la acción y el compromiso


En este Día Mundial del Sida, ONUSIDA hace un llamado a los líderes mundiales a:

  • Reafirmar la solidaridad mundial, el multilateralismo y el compromiso colectivo de luchar y poner fin al sida juntos.
  • Mantener la financiación para la respuesta.
  • Invertir en innovación, incluidas opciones de prevención y tratamiento de acción prolongada y asequibles.
  • Defender los derechos humanos. Empoderar a las comunidades.


El organismo reflexiona que “después de décadas de lucha, la respuesta mundial al VIH estaba al alcance de su objetivo de poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030. El mundo ha llegado demasiado lejos —y ha logrado demasiado— para permitir que el progreso se desmorone en este momento de oportunidad histórica”.
La directora de ONUSIDA subrayó que “este es nuestro momento para elegir”. La elección es evidente: “Podemos permitir que estas crisis deshagan décadas de logros ganados con esfuerzo, o podemos unirnos detrás de la visión compartida de poner fin al sida. Millones de vidas dependen de las decisiones que tomemos hoy”.

Con información de ONUSIDA | OPS