Durante la actividad, organizada por la Escuela de Educación, estudiantes de bachillerato participaron en experimentos que los acercaron a áreas como física, química, biología y tecnología. La iniciativa, que se ejecuta desde 2021, ha atendido a más de 4.000 niños y jóvenes de 40 colegios y liceos de Caracas
Texto: Mariana Pérez Guerra/Fotos: Manuel Sardá y Mariana Pérez Guerra | El Ubabista
Con la premisa de que la ciencia es divertida, la Escuela de Educación de la UCAB recibió en sus laboratorios del campus Montalbán, los días 28 y 29 de mayo, a 129 estudiantes de 5° año de bachillerato de la Unidad Educativa Cecilio Acosta, ubicada en Propatria, como parte de una nueva edición del DidactrónUCAB, proyecto que busca promover el interéspor las disciplinas científicas entre alumnos de educación básica y media.
En las jornadas, los jóvenes pudieron explorar las áreas de física, química, biología y computación, mediante actividades lúdicas y experimentales desarrolladas en un rally académico con diferentes estaciones.
«El objetivo principal del Didactrón es fomentar la creatividad, el pensamiento lógico y el pensamiento hipotético-deductivo, garantizando así la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias», expresó la profesora Celsa Afonso, coordinadora del evento.
La docente agregó que esta iniciativa surgió de la necesidad de proporcionar un espacio de promoción de la ciencia entre colegios que, debido a la falta de recursos y espacios adecuados, no pueden ofrecer a sus estudiantes oportunidades para la experimentación científica.
El Didactrón UCAB, que se realiza desde 2021, ha atendido a más de 4.300 adolescentes entre 11 y 17 años provenientes de unos 40 colegios y liceos de la capital.
Afonso espera que la actividad siga atrayendo a más interesados. «Nuestro aporte y nuestro llamado también es a que las comunidades sigan solicitándonos y sigan escribiendo. Nosotros vamos agendando para que ellos puedan tener entonces esa experiencia y también descubrir su vocación en lo que pueden ellos desempeñarse a futuro», apuntó.
Puso a disposición el correo electrónico [email protected] para tramitar solicitudes y ofrecer información adicional.
El Didactrón UCAB es guiado por docentes de la Escuela de Educación, asistidos por alumnos ucabistas cursantes del Servicio Comunitario. En esta oportunidad, 8 estudiantes de las carreras de Ingeniería Industrial y Educación fungieron como facilitadores.
Luego de recorrer varios espacios de la universidad, como el Techo Verde y el Centro Cultural, los liceístas que participaron en la actividad fueron divididos en grupos y, acompañados por sus maestros y coordinadores académicos, recorrieron cuatro estaciones.
En el laboratorio de Física Moderna, los estudiantes experimentaron con electricidad estática, utilizando un generador de Van De Graaf, dispositivo electrostático que emplea una cinta móvil para acumular carga eléctrica en el interior de una esfera metálica.
Los jóvenes pudieron sentir cómo sus cabellos se elevaban y los vellos de sus brazos se erizaban debido a la electricidad. Además, experimentaron con electrolitos conductores de electricidad, aprendiendo a encender una bombilla con agua destilada como líquido conductor.
En el laboratorio de Química, los muchachos estuvieron en dos estaciones en las que aprendieron sobre las propiedades y reacciones de diferentes elementos y compuestos químicos de una manera práctica y memorable.
En la primera, experimentaron con una cinta de magnesio que, al entrar en contacto con el fuego, se encendía como una gran bengala. Una vez apagada, dejaba un rastro de magnesio que, al entrar en contacto con agua destilada, cambiaba a un color morado intenso.
En la segunda, pudieron observar la oxidación de diferentes compuestos. Al interactuar con el fuego, estos compuestos cambiaban el color de la llama, creando un efecto visual que dejó a varios con gestos de sorpresa.
BIOLOGÍA Y ROBÓTICA: ESTIMULANDO LA CURIOSIDAD
Una de las experiencias más novedosas para la mayoría de los participantes del Didactrón fue interactuar con un microscopio en el laboratorio de Biología. Gracias a la guía de la profesora Celsa Afonso, los visitantes recolectaron muestras de la mucosa de sus propias bocas y las observaron a través del equipo, permitiéndoles ver de cerca las células que recubren la cavidad oral.
En el laboratorio de Robótica, los futuros bachilleres se sumergieron en el fascinante mundo de la ingeniería y la tecnología. Allí comprendieron en profundidad el funcionamiento de un semáforo, a través de un circuito en serie. Esto les permitió visualizar de manera práctica los principios fundamentales que rigen el control del tráfico urbano.
Además, los estudiantes se adentraron en el ámbito de la programación, utilizando computadoras para desarrollar y personalizar su propio sistema de control de semáforos.
En esta estación fue el profesor y coordinador académico de la Escuela de Educación, Alejandro Del Mar, el encargado de guiar a los chicos en el proceso. Del Mar resaltó la importancia de estos espacios de aprendizaje para nutrir a los jóvenes y despertar en ellos vocaciones de diversa índole.
«Estos espacios son vitales porque constituyen una oportunidad de ver que hay otras maneras de aprender, no solamente con el aula clásica de ‘alguien dice y alguien escucha’, sino que aquí pueden trabajar, interactuar y experimentar. Con estas actividades para el acercamiento a la ciencia, buscamos ganarnos más vocaciones, no solamente científicas, sino también pedagógicas, es decir, que ellos descubran que, tal vez dentro de su manera de ser, dentro de su visión, está el gusto por enseñar», comentó.
EL GOZO DEL APRENDIZAJE: VOCES DE ESTUDIANTES Y MAESTROS
Profesores y alumnos de la Unidad Educativa Cecilio Acosta manifestaron sus impresiones sobre lo que vivieron en el Didactrón UCAB.
Andrés Zetas dijo sentirse gratamente sorprendido con la experiencia dentro de la universidad, destacando que su estación favorita fue la de biología. El joven espera poder participar en otras ediciones de este proyecto.
«Ha sido asombroso. Me parece un proyecto súper interesante que la verdad motiva a los estudiantes para que sigan descubriendo más cosas que las animen a descubrir su futuro y lo que en verdad les gusta. Así que, de verdad, me parece una experiencia muy buena. Recomiendo que otros liceos vengan acá y que prueben con sus estudiantes», señaló.
Su compañera Lisayelis Ravelo también quedó «profundamente impactada» por la experiencia, resaltando que sus paradas favoritas fueron las de química y biología. Ravelo agradeció la oportunidad y resaltó que fue un espacio propicio para reflexionar sobre su futuro académico.
«Me pareció bastante increíble la universidad. Cada una de las ramas que hemos visto, ya sea física, química, biología y tecnología, han sido bastante gratificantes. Además, gracias a eso he reflexionado sobre mis vocaciones, mis gustos con respecto a la carrera que quiero estudiar», dijo.
Del lado de los educadores, Javier Sabino, coordinador de 5° año, calificó como «valioso» el hecho de que la universidad brinde estos espacios para que los jóvenes interactúen en entornos con los que, en sus colegios, no tienen la oportunidad de conectar.
«Los estudiantes en esta visita guiada han experimentado muchas estrategias que, al final, algunos colegios no pueden aplicar por falta de recursos. Esto es un incentivo que a ellos los hace pensar a modo demostrativo. Creo que para algunos ha sido la primera vez que han podido tener ese contacto directo con todo lo que podrán desarrollar con una carrera. Estamos agradecidos por la receptividad y el compromiso de la universidad los estudiantes», sostuvo.
Por su parte, la profesora Iraida Rondón afirmó que los alumnos se llevarán consigo la inquietud de conocer las carreras que les gustaría estudiar y la posibilidad de ingresar a la Universidad Católica Andrés Bello.
«La atención ha sido magnifica, conocimos los espacios verdes, la biblioteca, el Centro Cultural. Los muchachos quedaron encantados de la atención que han recibido y de poder compartir y experimentar lo que es la vida universitaria», aseveró.
Texto: Mariana Pérez Guerra/Fotos: Manuel Sardá y Mariana Pérez Guerra | El Ubabista
