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El 70% de los donantes en Panamá corresponden a los donantes fallecidos: héroes altruistas que manifestaron su voluntad de donar

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

Este 14 de octubre, Panamá se unió a la conmemoración del Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes, una fecha para reflexionar sobre un acto de generosidad que ofrece una segunda oportunidad de vida a miles de personas. Aumentar la conciencia sobre la donación es clave para que más pacientes en lista de espera puedan recibir el trasplante que necesitan.

¿Qué es un trasplante?

Un trasplante es un procedimiento médico complejo que consiste en reemplazar un órgano o tejido enfermo por uno sano procedente de un donante.

Para muchas personas que sufren de enfermedades crónicas o terminales, como enfermedad renal crónica, insuficiencia hepática o cardíaca, el trasplante no es solo un tratamiento, sino su única esperanza para sobrevivir y recuperar su calidad de vida.

Gracias a los avances médicos, hoy es posible donar una gran variedad de órganos y tejidos para salvar o mejorar vidas. Los órganos más comunes que se donan son el riñón, hígado, corazón, pulmón, páncreas e intestino.

Los tejidos que se pueden donar son las córneas, piel, huesos, válvulas cardíacas, tendones y vasos sanguíneos.  Es importante destacar que un solo donante puede salvar hasta ocho vidas a través de la donación de órganos y mejorar la de muchas más con la donación de tejidos.

Trasplantes en Panamá: Una realidad que salva vidas

Panamá cuenta con programas de trasplante consolidados que han cambiado la historia de cientos de pacientes. La Caja de Seguro Social (CSS) es la principal institución encargada del programa de trasplantes de órganos, el cual ha estado activo desde 1990.

A lo largo de los años, se han logrado importantes avances, incluyendo el primer trasplante de riñón en 1990, el de células hematopoyéticas en 2000, el de hígado en 2011 y el de corazón en 2017.  En agosto de 2024 se realizó el trasplante de riñón número 1000. Este esfuerzo es un testimonio del compromiso de los equipos de salud y la generosidad de las familias donantes.

La ley y el proceso para ser donante en Panamá

En Panamá, la donación y el trasplante de órganos están regulados por la Ley 3 de 2010, la cual establece que toda persona es donante presunto, a menos que haya manifestado su oposición en vida.

Sin embargo, en la práctica, siempre se consulta a los familiares para obtener su consentimiento antes de proceder.

Para ser donante, el paso más importante es simple y vital: tomar la decisión de querer ser donante y comunicar esa decisión a tu familia. Es importante manifestar de manera clara y directamente que «Si algo me sucede, quiero donar mis órganos para ayudar a otros». La palabra es el legado más importante. No es necesario un carné especial para ser donante en Panamá; la voluntad expresada a tus seres queridos es lo que cuenta.

Las personas que mueren por muerte encefálica pueden ser donantes de órganos si habían manifestado esta voluntad en vida. Si no fue así o se desconoce esa voluntad, en las unidades críticas y cuartos de urgencia a nivel mundial existe un personal del equipo de trasplantes que se conocen como procuradores de órganos, que son los encargados de abordar a la familia para notificarle de la situación y la oportunidad de la donación.

El 70% de los donantes en Panamá corresponden a los donantes fallecidos: héroes altruistas que manifestaron su voluntad de donar y que sus familiares confirmaron esa decisión en un momento difícil, en el que el paciente presentó muerte cerebral.  Gracias a esos donantes, más de 800 panameños tienen una segunda oportunidad de vivir y ya no se encuentran en diálisis.

El otro tipo de donante es el donante vivo. La Ley Panameña establece que este donante deberá ser mayor de edad; gozar de buena salud física y mental para asegurar que el procedimiento no ponga en riesgo su bienestar; debe ser un acto voluntario y sin ningún tipo de coacción; el donante vivo debe mantener una relación en cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad con el receptor; y debe tener una compatibilidad aceptable con el receptor, determinado por los estudios de histocompatibilidad en el Laboratorio Nacional de Trasplantes de la CSS

En Panamá, un 30% de los donantes provienen de algún ser querido, un familiar que decide donar un órgano, la mayoría de estos órganos corresponde a riñones, el órgano más trasplantado a nivel mundial.

¿Por qué es crucial hablar de donación?

La principal barrera para la donación de órganos es la falta de información y la no comunicación de nuestros deseos a la familia.

Muchas personas desconocen si pueden o califican como donante. Las campañas de donación nos preparan para tener conocimiento sobre el tema y mejorar las respuestas ante la solicitud de una donación. Cuando una persona no ha manifestado en vida su voluntad de ser donante, la decisión recae en sus seres queridos en un momento de profundo dolor, lo que a menudo resulta en una negativa. 

En Panamá, más del 50% de las peticiones para una donación de órganos resultan en respuestas negativas por parte de los familiares.

Informarse y conversar sobre la donación es un acto de responsabilidad y amor. Permite que nuestra familia conozca y respete nuestra decisión, facilitando un proceso que puede transformar la tragedia de una pérdida en un milagro de vida para otros.

La necesidad de órganos para trasplantes supera con creces la cantidad de donaciones. Detrás de cada persona en lista de espera hay una historia, una familia y un anhelo de seguir viviendo. La donación de órganos es el mayor acto de solidaridad humana. Al final de la vida, todos tenemos el potencial de convertirnos en héroes y dejar un legado de amor y esperanza.

En cualquier momento, puedes convertirte en héroe, tú también puedes ser donante.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI