El reconocimiento, creado en honor a la viróloga que aisló el virus de la polio en Panamá, fue otorgado por el Club Rotario de Panamá a la médica, científica y teóloga Marta Illueca, en una ceremonia que vinculó historia, investigación y espiritualidad
Por: Roxana Muñoz

Roxana Muñoz tiene especialización en periodismo y salud. Desde la intersección entre el periodismo, la educación y los derechos humanos, desarrolla proyectos editoriales que promueven el pensamiento crítico, la ciudadanía digital y la igualdad.
El Club Rotario de Panamá otorgó su más alto reconocimiento, la Medalla Enid Cook de Rodaniche, a la Dra.Marta Illueca, pediatra, científica y teóloga panameña, por su contribución a la investigación médica y su liderazgo en la integración entre ciencia y espiritualidad.
Durante la pandemia, Illueca fue reconocida entre la población panameña por su labor orientadora y de divulgación para que las personas siguieran recomendaciones de salud basadas en evidencia.
La ceremonia se hizo un día antes del Día Mundial contra la Polio, 24 de octubre, durante una reunión del Club Rotario, celebrada el jueves 23 de octubre. La entrega de este reconocimiento es un recordatorio de cómo la ciencia panameña ha dejado huellas que trascienden fronteras, desde el laboratorio donde Enid Cook de Rodaniche aisló por primera vez el virus de la poliomielitis en Panamá, hasta los proyectos actuales de investigación y acompañamiento espiritual que lidera Illueca desde Delaware, Estados Unidos.

La medalla y su origen

Pocas personas, fuera de la comunidad científica, conocen en detalle la historia que da nombre a esta medalla.
La Dra. Enid Appo Cook de Rodaniche nació en 1907 en Washington D.C. Era afrodescendiente y estudió en Bryn Mawr College, donde fue la primera estudiante negra en graduarse. Para lograrlo tuvo que superar múltiples barreras, como el que nunca se le permitiera quedarse en los dormitorios de la universidad por ser negra: tuvo que alojarse en casa fuera del campus. Obtuvo un doctorado en Bacteriología en la Universidad de Chicago en 1937.
En 1944 se casó con el médico panameño Dr. Arcadio Rodaniche y se mudó a Panamá, país en el que desarrolló gran parte de su vida científica. Allí se convirtió en la primera mujer investigadora del Instituto Conmemorativo Gorgas y en la primera profesora de Microbiología y Parasitología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Panamá.

En 1950, mientras el país enfrentaba brotes de poliomielitis, Rodaniche logró aislar tres cepas del virus: Arias, Gordon y Díaz (nombres de los pacientes). Ella envió sus hallazgos a Estados Unidos y contribuyó a los avances globales en la vacuna contra la polio.
En honor a su legado, el Club Rotario de Panamá creó en 2020 la Medalla Dra. Enid Cook de Rodaniche, que se entrega en octubre a profesionales que han contribuido al conocimiento, la investigación y la salud pública desde el país. A lo interno del Club Rotario, esta iniciativa fue impulsada durante la presidencia de Ricardo Gago Salinero.
Desde entonces, la han recibido Mairim Solís (2020), Juan Miguel Pascale (2021) Gabrielle Britton (2022), Amador Goodridge (2023) y Sandra López Vergés (2024).

Una carrera que une ciencia y fe
La Dra. Marta Illueca se graduó con el índice más alto en la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. En Nueva York se especializó en Pediatría y Gastroenterología en el Weill Cornell Medical College, donde fue docente y dirigió el departamento de Gastroenterología Pediátrica hasta 2003.
Durante más de una década trabajó en investigación clínica farmacéutica en Delaware, liderando ensayos en distintas fases del desarrollo de medicamentos. Luego, su camino tomó una dirección menos habitual: cursó una Maestría en Teología en la Universidad de Yale y una Maestría en Medicina del Dolor en la Universidad de Tufts.
En 2019 fue ordenada sacerdotisa en la Iglesia Episcopal de Delaware, donde hoy es Rectora Asociada en la parroquia de la Iglesia Episcopal Trinidad en Wilmington. Desde allí coordina el Proyecto Diocesano de Dolor y Oración, iniciativa que combina acompañamiento pastoral y reflexión sobre el sufrimiento.
En el ámbito académico, Illueca desarrolla nuevas líneas de investigación sobre espiritualidad y salud mental. Su trabajo más reciente, inspirado en el modelo “Iglesia y Academia”, propone un marco de colaboración entre instituciones religiosas y centros científicos para explorar el vínculo entre la experiencia espiritual, el bienestar emocional y el cuidado médico. La propuesta busca articular el rigor de la evidencia con una mirada integral al paciente, donde la dimensión espiritual se incorpora al proceso de sanación.
Su trayectoria ha sido reconocida por la Academia Americana de Pediatría y la Academia Americana de Medicina del Dolor, que la distinguen como referente en medicina integrativa y salud del dolor.
“La fe no se opone al pensamiento científico; lo ilumina”

Durante la entrega de la medalla, la Dra. Illueca pronunció un discurso frente a los miembros del club Rotario y su familia que la acompañaba. Dedicó sus primeras palabras a la científica que da nombre al premio y habló del significado de su legado:
“La Dra. Enid Cook de Rodaniche fue una viróloga pionera que desafió los límites de su tiempo. Que hoy mi nombre se una al suyo es una llamada a continuar su camino con responsabilidad y gratitud”.
También recordó que la vocación, como la ciencia, no es una línea recta, sino un entrelazado de búsquedas humanas: “Este reconocimiento valida la posibilidad de unir ciencia y compasión, evidencia e inspiración, investigación y espiritualidad. La fe no se opone al pensamiento crítico ni científico; lo ilumina”.
Dedicó la medalla a las niñas y jóvenes que sueñan con investigar, sanar o enseñar, y a sus madres que, desde su propio espacio, lideran con fuerza y convicción.
“Recibo esta medalla también por todas las que se atreven a cruzar fronteras, tanto disciplinarias, como espirituales, porque el conocimiento sin humanidad se queda corto”, dijo.
El Club Rotario de Panamá ha convertido en tradición entregar este reconocimiento en el marco de la campaña sostenida contra el polio. El 24 de octubre, específicamente, es el día en que la comunidad científica y organizaciones aliadas reafirman su compromiso con la erradicación de esta enfermedad viral que la vacunación ha logrado controlar, pero que sigue siendo una amenaza donde las coberturas bajan.
La historia de Enid Cook de Rodaniche y Marta Illueca reafirma que la ciencia panameña sigue aportando desde distintos frentes: el conocimiento, la docencia, la investigación y el compromiso ético con la salud pública.
Por: Roxana Muñoz

