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Esta generación está cambiando los patrones clásicos de la vejez. Lo confirma un diálogo  con investigadores del CSIC, a propósito de la presentación del informe “Un perfil de las personas mayores en 2025” y, por otra parte, las reflexiones del I Congreso: el rol de la comunicación en los retos del envejecimiento, que se desarrolló en la Universidad Complutense de Madrid

Por: Violeta Villar Liste

Una de cada cinco personas tiene más de 65 años en España. La proporción de personas de 80 años o más representa el 6,1% y los mayores de 90 años, son el 1,3% de la población.

El 2024 marca récord con el número de personas centenarias: Son 15.911, superando las mujeres (82,2%) a los hombres (17,8%).

La población mayor crece. Pero esta vejez es distinta a lo que conocíamos: son personas activas, digitales y quieren erradicar estereotipos.

Estos datos están compartidos en el  informe Un perfil de las personas mayores en España 2025,  producido por el Laboratorio Envejecimiento en red y Estadísticas experimentales. El Laboratorio, a su vez, forma parte del Departamento de Población del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Julio Pérez Díaz, demógrafo del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD-CSIC) y coordinador del informe, durante encuentro con los medios, destacó los elementos más relevantes de la investigación y la novedad: hay una nueva manera de entender la vejez con gente mayor más dinámica y participativa que cambia el entendimiento de esta etapa de la vida.

Julio Pérez Díaz

De hecho, “desde 2019, los españoles de entre 65 y 74 años han superado a sus homólogos de la zona euro en el uso de Internet, según datos de Eurostat, lo que refleja una notable mejora en la adopción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) por parte de la población mayor en España”, de acuerdo con el informe.

En 2024, “el 82,61% de este grupo ha utilizado Internet en los últimos tres meses, una cifra que evidencia un alto grado de integración digital y que supera ampliamente la media de la Unión Europea”.

Estos datos sobre la nueva vejez son coherentes con las conclusiones del I Congreso: el rol de la comunicación con los retos del envejecimiento. Organizado entre la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto Smart Ageing, expertos y expertas de diferentes disciplinas demostraron que es preciso resignificar esta etapa de la vida: hombres y mujeres mayores que estudian, emprenden y están activos en las redes, hablan de una manera distinta de envejecer que ya no admite sesgos.

Las cifras humanas del envejecimiento

Un perfil de las personas mayores en España, 2025, describe que  “en 2023, la esperanza de vida al nacer en España alcanzó los 83,77 años, recuperando la tendencia ascendente que había sido interrumpida por la pandemia de COVID-19. Este valor supera incluso los niveles previos a la crisis sanitaria, cuando la esperanza de vida se situaba en 83,53 años”.

Son las mujeres quienes viven más.  “En 2023, la esperanza de vida al nacer de las mujeres es de 86,34 años, lo que las coloca algo más de cinco años por delante de los hombres, cuya esperanza de vida se sitúa en 81,11 años”. En comparación con el año anterior, la esperanza de vida de los hombres aumentó en casi un año (0,75 años), mientras que en las mujeres el incremento fue de más de medio año (0,6 años).

Julio Pérez Díaz, dijo que está ocurriendo una transformación tremenda: Las nuevas generaciones de mayores serán femeninas y llegarán con iguales o más estudios que los hombres, tendencia que cambiará la relación con la productividad y el empleo.

Al evaluar los servicios digitales más utilizados por la población de entre 75 y 84 años “el más común es la mensajería instantánea, que destaca con un 47,3% de usuarios en este grupo de edad. Usar Internet para realizar llamadas telefónicas y videollamadas es el siguiente servicio más utilizado con un 33,1%, y un 31,7% lo hace para leer noticias, periódicos y revistas online”.

En términos de servicios financieros digitales, señala el estudio, la banca online es utilizada por un 23,1% de los mayores de 75 a 84 años, limitándose a un 6,2% el porcentaje de personas mayores de 85 años que utiliza este servicio.

“Entre la población mayor de 75 años, se observa una clara relación entre el nivel educativo y el uso de Internet: a mayor formación académica, mayor es el porcentaje de personas que utilizan esta tecnología. Más del 80% de quienes han completado estudios universitarios acceden a Internet, mientras que esta cifra desciende drásticamente al 15% entre quienes tienen un nivel educativo inferior a la educación primaria”.

Ana Belén Castillo, coautora en el estudio, señaló que al equipo de investigadores les ha sorprendido el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones: “Nos dimos cuenta que prácticamente todos los mayores de 75 años tienen su teléfono móvil y los mayores de 80 años usan el WhatsApp de manera masiva. Esta tendencia comenzó a partir del COVID y ahora se ha generalizado”.

De igual modo, usan otras tecnologías para leer el periódico, ver la televisión y el fútbol. “Antes se pensaba que el uso de la tecnología respondía a un perfil joven pero ya no es así: Cada vez más gente mayor, y con mayor formación, la utiliza”.

Explicó que hasta ahora se definía a la persona mayor con el corte de edad en los 65 años, asociado al inicio de la jubilación.

Sin embargo, este criterio merece ser repensado porque muchas personas mayores de 65 años se mantienen activas.

De cara al informe del 2026, se podría revisar este umbral y establecer el nuevo corte a partir de los 70 años, con lo cual se reflejaría con mayor precisión la realidad demográfica, laboral y social.

El edadismo, que es la discriminación a causa de la edad, en particular de los mayores, es una realidad que llama a la reflexión.

“La mentalidad de las personas debería cambiar porque los mayores son una parte de nosotros. Nos han cuidado y ahora debemos atenderlos, prestarles atención y evitar los estereotipos”, dijo.

El demógrafo Pérez Díaz reflexionó que cuando las personas se jubilan “parece que desaparecen del mundo”,  cuando en realidad los mayores siguen presentes en la vida de la sociedad e incluso generando prosperidad.

“Los mayores en España tienen la mejor situación económica porque son generaciones que comenzaron a trabajar con 15 años”. De hecho, más de 90% son dueños de su vivienda y el dinero por concepto de jubilaciones, en 70% se redistribuye y dinamiza la economía.

El gasto medio de los hogares liderados por personas mayores asciende a 28.863 € anuales, concentrándose principalmente en vivienda, alimentación y sanidad, mientras que el riesgo de pobreza entre la vejez se sitúa en el 16,9%, con un 18,9% de mujeres afectadas frente al 14,4% de los hombres. Fuente: España combina longevidad récord con desafíos en atención a la dependencia y las enfermedades crónicas

Salud: «Los hábitos de vida influyen de manera significativa en la salud: en el grupo de mayores de 65 años, un 47,2% de los hombres y un 36,4% de las mujeres presentan sobrepeso, y la actividad física regular se realiza en un 42,5% de las personas de 65 a 69 años, mientras que el sedentarismo afecta a un 38,5%. El acceso a servicios sanitarios es alto, aunque persisten barreras económicas y geográficas, especialmente para quienes viven solos». Fuente: España combina longevidad récord con desafíos en atención a la dependencia y las enfermedades crónicas

Un nuevo lenguaje para una nueva vejez

Patricia Núñez Gómez, catedrática de Ciencias de la Comunicación Aplicada de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), institución coorganizadora del I Congreso: El rol de la comunicación en los retos del envejecimiento, destacó que los comunicadores del futuro tienen que aprender a interpretar, y contar esta realidad de la nueva longevidad, porque “pueden hacer mucho para cambiar la percepción de la sociedad”.

María Jesús González-Espejo es la CEO del Instituto de Smart Ageing (coorganizador)y la autora del libro El arte de envejecer sabiamente.

Patricia Núñez Gómez (izquierda) y María Jesús González-Espejo

Reflexiona que no basta con hacer ejercicio, dormir y comer bien: hace falta tener salud financiera, salud jurídica, una buena red de apoyo mutua, repensar dónde quieres vivir, cómo quieres que sea tu vivienda… es un proceso que va más allá del cuidado de la salud.

Habla de un “envejecimiento inteligente” que considere nueve pilares: finanzas, seguros, jubilación y trabajo, área legal, hogar, tecnología, salud y bienestar, enfermedad y muerte y cuidado del mayor.

Dijo que países de Latinoamérica ya comparten la realidad de España: una pirámide poblacional invertida y una longevidad cada vez mayor que obliga a los países a plantear cómo afrontar los retos del envejecimiento.

Este cambio es también del lenguaje: “Quizás el mayor problema es que la palabra mayor tiene connotaciones negativas y, por tanto, no soy mayor o no quiero reconocer que lo soy”.

Entre los estereotipos negativos: se vincula al mayor con dependencia, fragilidad física, resistencia al cambio, declive cognitivo, inutilidad social o laboral.

Del lado positivo, se les reconoce sabiduría, experiencia, tranquilidad, paciencia, bondad o ternura, “estereotipos que también pueden ser limitantes”, dijo González-Espejo.

“El mundo del mayor es también el mundo del eufemismo: Persona de la tercera edad, adulto mayor, gente grande, persona longeva, sabia, persona en años dorados…”

Su invitación es a ampliar el mundo del lenguaje. Incluir el tema del envejecimiento inteligente en el discurso político y fomentar prácticas que mejoren la sociedad

Dato: El 7,7% de las personas mayores que han tenido contacto con la administración pública perciben discriminación, principalmente por edad o problemas de salud. Fuente: informe Un perfil de las personas mayores en España 2025

.Durante este congreso que espera inaugurar futuras ediciones, se compartieron visiones y proyectos que entienden esta nueva manera de ser mayor.

La profesora Margarita Álvarez, filóloga y profesora de Lengua y Literatura, advirtió que el lenguaje de los medios implica no solo el lenguaje de los periodistas sino de otras personas que aparecen en los medios.

Las personas mayores están poco representadas en los medios de comunicación, salen en programas determinados y se crea una información específica para mayores, con lo cual se genera un edadismo autoinfligido cuando la gente mayor cree que puede estar interesada en esos contenidos”.

Subrayó palabras y construcciones, que al intentar significar el envejecimiento, lo estigmatizan: desde “el gasto sanitario”, la “bomba de relojería demográfica”  o el tsunami de plata.

“Metáforas” como “la vieja guardia” o los “dinosaurios políticos” tampoco ayudan a la construcción de un lenguaje que haga justicia a esta etapa de la vida.

“El de los mayores es un debate que no está cerrado. Se ha hablado de la tercera edad con una connotación muy negativa; no hay primera ni segunda edad. En cambio, tercera tiene un sentido tan peyorativo como un vagón de tercera clase”, alertó la catedrática.

Reivindica el ser viejo; ser ancianos. “Sí lo somos y aquí estamos” . Por supuesto, aplausos merecidos del auditorio.

Susana Carrizosa, periodista del diario El País, recordó que el 40% del consumo en España se le atribuye a los mayores de 60 años.

En su diaria labor periodística, observa a gente mayor de 60 años al frente de sus empresas y, sin embargo, el 40% de las noticias que se publican sobre los mayores se asocian a temas vulnerables.

Está convencida que se debe cambiar la narrativa y contribuir al debate.

Isabel Hernández Toribio, profesora del departamento de Lengua Española y Teoría de la Literatura, quien está estudiando la evolución del lenguaje publicitario, observa de manera positiva que hay una evolución: de alabar el aspecto físico y colocar en el pedestal “la eterna juventud”, ahora se valoran otros aspectos, cambia el concepto de belleza y hay un reconocimiento de la edad, con sus atributos y consecuencias.

En esta perspectiva de pasar de la teoría a la acción, Beatriz Sánchez Guitián, directora general de la Fundación Más Humano, habló del programa que desarrollan con la Fundacion Endesa. Se llama Generación Savia y busca la reinserción de profesionales mayores de 50 años que necesitan mantenerse activos.

Con este proyecto conectan el talento de más de 45,000 profesionales senior con cerca de 700 organizaciones.

Están tan retadores que ahora avanzan y quieren reinsertar a personas de 65 a los 80 años con ganar de seguir aportando su conocimiento.

Son más de 23 años de este proyecto que busca contribuir a dar sentido a la vida a quienes desean incorporarse al trabajo de manera activa.

De igual modo, han lanzado campañas para romper los estereotipos y demostrar la capacidad de adaptación, trabajo y valores que esta generación está dispuesta a aportar.

María Leal, CEO de Plennio, confirma los datos del informe del CSIC: los estudios actuariales hablan de personas centenarias que viven cada vez mejor, así que frases como “deja al abuelo tranquilo”, que no maneje o no se mueva, hace inútiles a personas con plenas capacidades.

“La buena noticia es que estos estereotipos caerán por el propio peso de la situación demográfica y vamos a cambiar”, dijo.

Durante el congreso también se abordaron las nuevas tecnologías para comunicarse con los mayores, con los aportes de Carmen Llorente, profesora de la UCM; de María Sánchez Valle, profesora e investigadora en la Universidad CEU San Pablo; Agustín Cuenca, emprendedor y fundador de entaina.ai y de Ernest Companys, CEO de Serenia Solutions.

De palabras con propósito desde los medios y la publicidad, bajo la moderación de Carlos Berbel (editor Confilegal), conversaron Marta Jurado, periodista en 65ymás; Eduardo Vizcaíno de Sas, editor de RRHH digital y Carlos Salas, periodista y experto en story telling, quienes coinciden que el cambio en la manera de comunicar contenidos está cambiando hacia un modelo que piense en la nueva longevidad.

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]