Es una colaboración que contó con la participación de especialistas de la Universidad de Panamá, del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología AIP (Indicasat-AIP),de Florida State University y Cevaxin, con el financiamiento de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt)
Redacción LWS
Las caídas constituyen la segunda causa principal de lesiones graves y muerte. Afectan de manera desproporcionada a los adultos mayores.
Es un problema de salud pública: caerse no es un accidente menor. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocurre cuando una persona queda, de manera inesperada, “apoyada en el suelo, piso o nivel inferior”.
Pocos estudios se han dedicado a estudiar las características de los adultos mayores hispanos fuera de Estados Unidos. Este vacío de información respalda la pertinencia de un estudio con población panameña, publicado en una revista internacional: Caídas y riesgos asociados en adultos mayores hispanos que viven en la comunidad inscritos en el estudio PARI-HD (1).
El estudio presenta tres hallazgos principales: Una asociación significativa entre los síntomas depresivos y las caídas en los adultos mayores de Panamá; mayor riesgo en población femenina y biomarcadores inflamatorios elevados.
Es una colaboración que contó con la participación de especialistas de la Universidad de Panamá, del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología AIP (Indicasat-AIP), de Florida State University (campus Panamá y Florida) de la Universidad Santa María La Antigua, Universidad del Norte de Texas y Cevaxin, con el financiamiento de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
Ver autores, autoras y sus afiliaciones institucionales:
Adam E. Tratner a b,Diana C. Oviedo b c d,Giselle A. Rangel b c,María B. Carreira b c,Ivonne Torres-Atencio b e,Eugenia Flores Millender c f,Sid O’Bryant g,Alcibíades E. Villarreal b c,Gabrielle B. Britton b d f h
aUniversidad Estatal de Florida, Campus República de Panamá, Ciudad del Saber, Panamá
b Sistema Nacional de Investigación (SNI), Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), Ciudad del Saber, Panamá
c Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP), Ciudad del Saber, Panamá
d Escuela de Psicología, Universidad Católica Santa María La Antigua, Ciudad de Panamá, Panamá
e Departamento de Farmacología, Facultad de Medicina, Universidad de Panamá, Ciudad de Panamá, Panamá
f Centro de Ciencias de la Población para la Equidad en Salud, Universidad Estatal de Florida, Tallahassee, Florida, EE. UU
g Instituto de Investigación Traslacional, Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas, Fort Worth, Texas, EE. UU
hCentro de Vacunación e Investigación (Cevaxin), Ciudad de Panamá, Panamá
¿Qué es PARI-HD?

El grupo de investigación PARI–HD (Panama Aging Research Initiative–Health Disparities) del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP), estudia el envejecimiento en Panamá y las disparidades en salud.
Además de trabajar en la detección temprana de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, educa en la adopción de hábitos de vida saludables que permitan transitar hacia la vejez con mejores capacidades cognitivas y físicas, en el contexto de la promoción de una política de Estado de envejecimiento saludable.
Este análisis de riesgos de caídas, incluyó a 468 participantes de la cohorte de PARI-HD, mayores de 60 años de edad.
El protocolo del estudio fue aprobado por el Comité Institucional de Bioética de la Caja del Seguro Social. Los participantes se sometieron a entrevistas clínicas, evaluaciones físicas y cognitivas y ayuno.
Consecuencias y riesgos de la caída
En contexto, analizan que el 3% de los adultos mayores que viven en la comunidad sufren lesiones significativas debido a caídas en un año determinado. Y la tendencia es hacia el aumento de población adulto mayor.
Cuando una persona mayor se cae, las consecuencias son diversas: la discapacidad física debido a la lesión puede afectar el desarrollo de sus actividades diarias, tiene impacto en su calidad de vida y la de su cuidador.
Las caídas se atribuyen a distintas causas: cambios relacionados con la edad en la fragilidad, el equilibrio, la fuerza muscular y la coordinación pueden aumentar el riesgo de caídas.
Osteoporosis y la artritis también comprometen aún más la estabilidad.
Otro factor, es la carga de medicación relacionada con el tratamiento de enfermedades crónicas que también se ha identificado como un factor crítico asociado con las caídas.
La investigación advierte que “muchos medicamentos comúnmente recetados a adultos mayores, como sedantes, antidepresivos y ciertos fármacos antihipertensivos, pueden causar mareos, somnolencia o alteración del equilibrio, lo que puede llevar a caídas”.
De igual modo, “condiciones de salud crónicas relacionadas con el envejecimiento y las comorbilidades como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los antecedentes de accidente cerebrovascular, pueden afectar la movilidad y la coordinación, lo que hace que los adultos mayores sean más susceptibles a las caídas”.
Las caídas, advierte el estudio, pueden tener consecuencias graves, incluso cuando los adultos mayores no sufren lesiones físicas. Se asocian con un mayor deterioro funcional, aislamiento social, ansiedad y depresión elevadas, por el temor a volver a caer y sus consecuencias.
Hallazgos
El 26,1 % de los participantes informó al menos una caída en los 12 meses anteriores; el 14,5 % notificó una sola caída y el 11,5 % múltiples caídas.
En general, “los síntomas depresivos y los biomarcadores inflamatorios elevados se asociaron con el número de caídas; el sexo femenino y los niveles elevados de interleucina-6 (IL-6), se asociaron con caídas únicas y el aumento de los síntomas depresivos se asoció con caídas recurrentes”.
Consideran que estos resultados pueden ayudar a orientar los programas de prevención enfocados en la reducción del riesgo de caídas.
La investigación respalda la necesidad de un manejo integral de la polifarmacia y las condiciones crónicas para reducir el riesgo de caídas.
“Considerando la alta prevalencia de síntomas depresivos entre los adultos mayores, las intervenciones de salud mental apropiadas pueden desempeñar un papel importante en la prevención de caídas”.
La identificación de biomarcadores asociados con las caídas también podría ofrecer información sobre los procesos fisiopatológicos e identificar a las personas en riesgo de sufrir caídas, destaca el estudio.
En relación con este aspecto, la investigación indica que la inflamación crónica asociada con el envejecimiento puede contribuir «a la progresión del deterioro funcional en los adultos mayores, ya que los niveles elevados de citocinas proinflamatorias, como la interleucina-6 (IL-6), la proteína C reactiva y el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), se han visto implicados en la pérdida muscular y el deterioro físico”.
En general, “con el envejecimiento de la población panameña, al igual que en muchos países en desarrollo, se prevé un aumento de problemas de salud crónicos y otras afecciones relacionadas con la edad, lo que hace que la investigación sobre las causas de las caídas sea especialmente relevante”.
Para revisar el estudio completo:
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S019745722500552X?via%3Dihub
(1) Referencia: Adam E. Tratner, Diana C. Oviedo, Giselle A. Rangel, Maria B. Carreira, Ivonne Torres-Atencio, Eugenia Flores Millender, Sid O’Bryant, Alcibiades E. Villarreal, Gabrielle B. Britton, Falls and associated risks in community-dwelling Hispanic older adults enrolled in the PARI-HD study, Geriatric Nursing, Volume 67, 2026, 103709, ISSN 0197-4572, https://doi.org/10.1016/j.gerinurse.2025.103709. (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S019745722500552X)

