El denominado Trastorno del Espectro de Neuromielitis Óptica (NMOSD, por sus siglas en inglés) se define como “un trastorno neurológico inflamatorio y desmielinizante” con disfunciones neurológicas graves “que se manifiestan primordialmente con ataques inflamatorios del nervio óptico y la médula espinal”.
Históricamente, el NMOSD se consideraba una manifestación grave de la esclerosis múltiple (EM) hasta la década de 1990 cuando, debido a la identificación de características clínicas y de resonancia magnética (RM) específicas, se hizo evidente que estas entidades eran patologías separadas”.
Un elemento relevante es que este trastorno “afecta a las mujeres de manera desproporcionada” y en estudios latinoamericanos, “entre el 80 % y el 82,7 % de los pacientes eran mujeres”.
A nivel mundial, “la mediana de edad de aparición de la enfermedad es de 32 a 40 años, con una mediana de edad de debut clínico ligeramente más alta en algunas cohortes latinoamericanas, según se informa, de hasta 43,3 años”.
El impacto del NMOSD explica la importancia del reciente estudio, Trastorno del espectro de la neuromielitis óptica en Centroamérica y el Caribe: un estudio multinacional de caracterización clínica, con un enfoque colaborativo multinacional, multicéntrico y descriptivo que involucró a 25 instituciones de nueve países de Centroamérica y el Caribe.
Por Panamá participan el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), el Servicio de Neurología del Hospital Santo Tomás y la Facultad de Medicina de la Universidad Interamericana de Panamá.
Ver enlace original en MDPI ( Multidisciplinary Digital Publishing Institute), editorial de revistas científicas de acceso abierto:
https://www.mdpi.com/2035-8377/14/1/23/htm
Los datos fueron recolectados en el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) e incluyeron 186 personas, de los cuales el 84% eran mujeres y mestizos constituían el 72% del grupo de estudio. La mediana de edad fue de 42,5 años
Resultados del estudio
“El estudio mostró que la mayoría de los casos (72,0%) eran mestizos, la expresión étnica predominante y típica de las personas en esta parte del mundo, y confirmó la preponderancia de la enfermedad en mujeres (relación mujer/hombre: 5,6:1). Estos hallazgos no son discordantes con otros estudios latinoamericanos”, señala el informe.
“El NMOSD se presentó clínicamente con una mediana de edad de 37,0 años, y finalmente inició un curso de recaídas en el 72,3 % de los pacientes.
La mediana de edad de inicio para las cohortes de CA-C es 6,3 años más joven que la mediana de edad de inicio informada en otros estudios latinoamericanos”.
“La afectación común de la médula espinal como mielitis transversa (una manifestación central de la enfermedad) se comprobó mediante imágenes de RM en el 68,9 % de los estudios cervicales y en el 67,1 % de los torácicos.
Esta tendencia fenotípica se reflejó en el 28% de los casos con una Escala Expandida del Estado de Discapacidad (EDSS, por sus siglas en inglés) alta, lo que indica una alteración de la deambulación y la necesidad de un dispositivo de asistencia para la marcha”.
Además, “el 14,5% de los pacientes presentaba incapacidad total para la deambulación y confinamiento en silla de ruedas (EDSS > 7,0). Estos hallazgos indican el comportamiento clínico agresivo de esta enfermedad. Las anomalías en la resonancia magnética cerebral estuvieron presentes en el 51,2% de los casos.
Los tiempos prolongados para llegar al diagnóstico exhibidos por algunos países sugieren eficiencias de atención médica, problemáticas locales y acceso a herramientas de diagnóstico adecuadas, barreras comunes enfrentadas en la mayoría de los países de América Latina”.
Los autores señalan que el NMOSD “sigue siendo una enfermedad neurológica de baja prevalencia y baja incidencia en todo el mundo, aunque con un gran impacto social debido al grado de discapacidad que ejerce en los grupos de población afectados”.
Este es el primer estudio que proporciona información y datos sobre las caracterizaciones clínicas de NMOSD y es un esfuerzo colaborativo que “aporta conocimientos y datos adicionales para la comprensión de la enfermedad en esta región de América Latina”, en concreto, en seis países de Centroamérica y tres del Caribe.
Violeta Villar Liste con información del Estudio Trastorno del espectro de la neuromielitis óptica en Centroamérica y el Caribe: un estudio multinacional de caracterización clínica