La colaboración de la Dra. Ivonne Torres-Atencio, del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá (UP) y estudiantes de Medicina, hoy médicas internas, con el grupo de investigación PARI-HD, aporta información relevante para el diseño de políticas de cuidado y prevención del adulto mayor
Por: Violeta Villar Liste
El estudio se denomina Polifarmacia y resultados de salud asociados en el estudio PARI-HD y fue publicado de manera reciente en el Journal of Alzheimer’s Disease.
Estudio de científicos y científicas panameñas determinó que los adultos mayores con polifarmacia tuvieron 2,3 veces más posibilidades de sufrir caídas si se compara con adultos mayores sin polifarmacia.
La “probabilidad de las caídas aumentaron con cada medicación adicional”.
Además, “cualquier incremento en el número de medicamentos aumentó la probabilidad de cumplir criterios de prefragilidad y fragilidad”.
Estos estudios son cruciales y “un primer paso hacia la identificación de los riesgos potenciales asociados con polifarmacia”, además de ayudar a definir intervenciones específicas para optimizar la gestión de la medicación” como el uso de un expediente electrónico único que ofrezca señales y alertas al personal médico sanitario, sobre el tipo de medicación que están consumiendo los pacientes.
El estudio se denomina Polifarmacia y resultados de salud asociados en el estudio PARI-HD y fue publicado de manera reciente en el Journal of Alzheimer’s Disease.
Se trata de una colaboración de la Dra. Ivonne Torres-Atencio, del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá (UP) y estudiantes de Medicina, hoy médicas internas, con el grupo de investigación PARI-HD (Panama Aging Research Initiative–Health Disparities) o Iniciativa de Investigación sobre Envejecimiento de Panamá-Disparidades en Salud (PARI-HD), del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP).
Esta iniciativa estudia el envejecimiento en Panamá y las disparidades en salud y, en el caso de este esfuerzo colaborativo, correspondió a la Dra. Torres-Atencio y su grupo analizar la data específica sobre el uso de medicamentos (más de 5) en la población adulta mayor.
Autorías y correspondencias citadas en el estudio:
Ivonne Torres-Atencio a,1, María B. Carreira b,1, Alondra Méndez a, Maryonelly Quintero a,Adriana Broce a, Diana C. Oviedo b,c, Giselle Rangel b, Alcibiades E. Villarreal b, Adam E. Tratner d, Sofía Rodríguez Araña b Gabrielle B. Britton (∗)
- a Departamento de Farmacología, Facultad de Medicina, Universidad de Panamá
- b Centro de Neurociencias, Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT) AIP)
- c Escuela de Psicología, Universidad Católica Santa María La Antigua, ciudad de Panamá
- d Florida State University, Panamá, campus de Ciudad del Saber
- Los autores contribuyeron en igual proporción en este trabajo
- (∗) Es la Dra. Gabrielle Britton la autora correspondiente
Los antecedentes comprueban que hay “riesgos potenciales asociados con la polifarmacia (usar ≥5 medicamentos) en adultos mayores, pero la mayor parte de la evidencia se deriva de estudios en los que las minorías raciales y étnicas siguen estando subrepresentadas entre los participantes de la investigación”.
En este caso, se logró caracterizar la situación de Panamá. Se comprobó el mayor riesgo de prefragilidad y fragilidad”. Por otra parte, “aunque los estudios han demostrado que la polifarmacia en adultos mayores está asociada con peores resultados cognitivos”, en la cohorte estudiada de PARI no encontraron “asociaciones entre polifarmacia y deterioro cognitivo o deterioro cognitivo individual”.
Un factor podría ser que en PARI-HD se inscriben personas relativamente jóvenes y cognitivamente sanos. Sin embargo, la literatura global indica que la medicación puede influir en la capacidad cognitiva y física, así que es un elemento a considerar en nuevos estudios.
Conociendo más la polifarmacia
Conversamos con la Dra. Ivonne Torres-Atencio para conocer en profundidad los alcances de este estudio y el impacto en el abordaje del adulto mayor en ese camino de llegar a la vejez con el menor deterioro posible.
-Entendemos que la polifarmacia hace referencia al consumo de cinco o más medicamentos. ¿Siempre tiene una connotación negativa o existen casos en los cuales el paciente amerita estos medicamentos?
-El concepto de polifarmacia involucra también cómo el uso por un padecimiento crónico, puede impactar la calidad de vida del paciente, en particular si no se toman las precauciones de posibles interacciones medicamentosas, o el uso concomitante de fármacos que están contraindicados o son redundantes. En este punto es muy importante el seguimiento y abordaje de manera holística con los profesionales de salud a cargo del paciente.
-¿El papel de la automedicación en la polifarmacia?
-Si un paciente tiene medicamentos prescritos por padecimientos crónicos, cualquier otro medicamento que utilice, ya sea por una necesidad temporal o por recomendación de personas ajenas a la salud, incrementa el riesgo de interacciones entre medicamentos, disminución de la eficacia o seguridad de los fármacos que son de uso crónico, o incluso daño a las funciones vitales como el papel de los riñones o el hígado, sobre todo en adultos mayores.
PARI y polifarmacia
Al situar la investigación en el contexto de la iniciativa de PARI-HD, explicó que el grupo “ha dado seguimiento por más de 10 años de una corte o población de adultos mayores, a quienes entre los datos recabados estaba desde luego las medicaciones prescritas y las no prescritas, de acuerdo con sus padecimientos.
Esta base de datos permitió clasificar qué grupo de fármacos son y el número, para correlacionarlos con las variables que estudia el grupo. Mi participación como farmacéutica, en primer término, y luego como especialista en Farmacología, nos permitió a las estudiantes de medicina, hoy médicas internas y a mí, desarrollar el componente de medicamentos. Pero esto es solo el inicio.”.
Reiteró entre los hallazgos más relevantes de la investigación que “el incremento de medicamentos puede llevar a un aumento de las probabilidades de caídas en un años, además del aumento en parámetros de fragilidad y prefragilidad que se define como un estado clínico, asociado a la edad, con una disminución de la reserva fisiológica y de la función en múltiples órganos y sistemas, lo que confiere una disminución en la capacidad para hacer frente a factores estresantes crónicos o agudos, y una mayor vulnerabilidad ante los mismos, según la definición del NIH (National Institute of Health)”.
Hacia un expediente electrónico único
-¿Estrategias que se deben impulsar desde el Estado para generar una política de divulgación con respecto a la necesidad de un consumo responsable del medicamento?
-Lo principal es que un paciente con atención estatal se beneficiaría con un expediente electrónico único que permita a sus diferentes especialistas verificar las prescripciones de su área y de otras. Al sistematizar la plataforma podría generar llamadas de atención del tipo de fármaco que usa el paciente y esto podría ser acompañado con el servicio de farmacia y en algunos casos con el servicio de nutrición, ya que los alimentos también interfieren e impactan la terapia de los pacientes. Es un trabajo de docencia y colaboración de los profesionales de salud,
-¿Cuál es el papel de la academia y la industria en esta tarea?
-Desde la academia es la docencia, tanto de pregrado como educación continua sobre el uso adecuado de medicamentos. La industria es responsable, en relación con los productos que genera, de ofrecer la información suficiente sobre la población susceptible y su uso adecuado. Sin duda también ofrecer docencia a los pacientes como parte de sus procesos de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Esta investigación fue financiada por el Sistema Nacional de Investigación (SNI) de Panamá de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) e Indicasat AIP.
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]
