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Es necesario hacer preguntas para lograr un diagnóstico adecuado: mientras las mujeres tienen un sueño más profundo, el de los hombres es sueño ligero y del mismo modo se manifiesta la apnea

Por: Violeta Villar Liste

El diálogo sobre los trastornos del sueño en hombres y mujeres tuvo lugar en el contexto del VII Congreso de la Academia Internacional de Trastornos del Sueño y el II Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Cirugía del Sueño que se celebraron en ciudad de Panamá

Los ronquidos y la apnea obstructiva del sueño (AOS) son condiciones que por tradición se asignan a los hombres. Ocurre que las mujeres también roncan y sufren de AOS. ¿Hay diferencias y similitudes en hombres y mujeres? Existen y considerarlo es fundamental para el mejor diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sueño.

Este debate sobre los trastornos del sueño en hombres y mujeres tuvo lugar en el contexto del VII Congreso de la Academia Internacional de Trastornos del Sueño (ISDA, por su sigla en inglés) y el II Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Cirugía del Sueño  (SIBECS, por su sigla en inglés) que se celebraron en ciudad de Panamá.

Durante un panel moderado por la Dra. Ewa Olszewska, directora del Centro de Cirugía de la Apnea del Sueño de la Universidad Médica de Bialystok (Polonia), participaron como ponentes  la Dra. Carolina De Paula Soares (Brasil), docente e investigadora en Otorrinolaringología y medicina del sueño en la Universidad Estatal del Oeste de Paraná (Brasil); la Dra. Nathalie Aisenberg (Francia), otorrinolaringólogo, médico del sueño  y presidenta de la Asociación Francesa del Sueño de Otorrinolaringología y la Dra. Jolie Crespo (Panamá), investigadora, con residencia en Otorrinolaringología, subespecialidad en trastornos respiratorios del sueño, cirugía del sueño, rinología y cirugía de base del cráneo.

Apnea del sueño, subdiagnosticada en mujeres

La Dra. Jolie Crespo (Panamá) explicó que “la apnea del sueño está muy subdiagnosticada porque se cree que es un problema de hombres”.

En los hombres se asocia con los ronquidos, sensación de ahogo y quedarse dormido en el día. En las mujeres son los síntomas habituales dolores de cabeza en la mañana, insomnio y problemas de cansancio en el día.

Las mujeres también sufren más de insomnio y del denominado síndrome de las piernas inquietas.

Desde esta perspectiva, la Dra. Crespo explica que es necesario hacer preguntas para lograr un diagnóstico adecuado: mientras las mujeres tienen un sueño más profundo, el de los hombres es sueño ligero y del mismo modo se manifiesta la apnea.

Estudios compartidos durante el panel corroboran estas afirmaciones:

  • El 40% de las pacientes femeninas no informó ningún síntoma típico como apnea, asfixia o sueño inquieto, mientras que los pacientes masculinos sí lo hicieron (Ambrogetti, 1991).
  • Las mujeres informaron más somnolencia diurna excesiva en comparación con los hombres con AOS (Young, 1993)
  • Las mujeres eran más sintomáticas en un nivel de gravedad más bajo de la enfermedad y reportaron tasas más altas de dolor de cabeza matutino, depresión y ansiedad, independientemente de la gravedad de la AOS (Young, 1993).

Cambios hormonales y menopausia

Durante el panel dedicado a las diferencias entre hombres y mujeres en relación con los trastornos del sueño, también se explicó que en las mujeres el embarazo cambia las hormonas, la anatomía abdominal y la fisiología respiratoria.

La menopausia es un punto de inflexión en la prevalencia de AOS así como el desarrollo puberal en las niñas se asocia con un aumento de los problemas generales del sueño.

Se encontró que el hipotiroidismo estaba presente en casi el 20% de las mujeres con AOS (Halverson, 1998)

Otro estudio también informó una alta prevalencia de hipotiroidismo (9,3%) en mujeres con diagnóstico de AOS, pero no significativamente superior al 5,9% en la población general (Miller, 2003).

Algunos estudios sugieren que las mujeres pueden ser más adherentes a las máscaras de presión positiva que los hombres. Sin embargo, “el impacto del género en el tratamiento terapéutico de la AOS sigue siendo en gran medida inexplorado. Es necesario investigar las diferencias de género en la aceptación, el cumplimiento y los resultados del tratamiento”, coincidieron las panelistas.

La Dra. Carolina De Paula Soares reiteró que hombres  y mujeres duermen distinto.

Recomendó a las mujeres, que si se levantan y se sienten cansadas, estar pendientes de este síntoma porque en la mujer es más frecuente el insomnio, despertar en el sueño y resultar afectada por la carga de estrés, con evidentes consecuencias en la manera de dormir.

“En la menopausia, al estar los estrógenos bajos, la mujer tiende a despertar más y se altera el ciclo del sueño”.

Observa que en los hombres la apnea del sueño se manifiesta entre los 30 y 50 años y, por lo general, el ronquido es una señal que alerta a la pareja o familiares y es más fácil sentirse acompañado para buscar ayuda. En las mujeres, la apnea se manifiesta luego de los 50 años, cuando ya no hay hijos en casa u otras realidades que demoran su diagnóstico y atención, de allí la importancia de ver síntomas como el cansancio al despertar, indicativo de trastorno del sueño.

La rutina que alteró COVID-19

La Dra. Nathalie Aisenberg reconoció queuno de los problemas que trajo la pandemia fue la pérdida del ritmo y periodicidad del sueño. “Es necesario acostarse y levantarse a la misma hora para asegurar un buen dormir. Esta dinámica fue alterada por COVID y agravada en quienes sufren de COVID largo”.

Dijo que la siesta tiene beneficios, en particular si se toma en el horario de 2: 00 p.m. a 3:00 p.m., sin exceder esta hora. De hecho, “en Francia el gobierno recomienda tomar las siestas cortas, particularmente los niños, pero su implementación ha sido difícil”.

Panamá, hacia el cuidado del sueño

La Dra. Jolie Crespo explicó que en Panamá se está avanzando en crear una sociedad científica local dedicada a los trastornos del sueño.

De igual modo resaltó los esfuerzos en el ámbito de la salud pública: en el Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel funciona la primera  Clínica del Sueño de tipo pediátrico de la República de Panamá, a cargo de la Dra. Elizabeth Caparó Ingram, pediatra neumóloga con especialidad en medicina del sueño.

De acuerdo con el Hospital del Niño, “el 25% de los niños sanos experimentan algún tipo de problema durante el sueño. Más de un tercio de los niños en edad escolar y un 40% de los adolescentes reportan problemas de sueño considerable”.

También se avanza en la Unidad del Sueño en Ciudad de la Salud de la Caja de Seguro Social (CSS), pasos a favor de la salud de la población.

La Dra. Crespo explica que cuando se habla de bienestar de salud las personas se enfocan en comida y ejercicios. Ocurre que no dormir genera cansancio, menos productividad, más riesgo de ansiedad, depresión y problemas psiquiátricos.

Dormir mejora desde la capacidad de concentración hasta los valores de hipertensión arterial. Es una medicina sin costo y con grandes beneficios.

Mensajes para llevar a casa de la Dra. Crespo:

  • Ocho horas es el tiempo recomendado para un descanso adecuado,  sin interrumpir el ciclo  (no levantarse en la noche).
  • Dormir y despertar a la misma hora
  • La siesta se aconseja, en horas de la tarde, sin exceder los 30 minutos.
  • Si la persona tiene problemas para conciliar el sueño, es preferible que no duerma en la tarde.

Considera que una política de sueño debe considerar contar con más centros de estudios de sueño, profesionales en áreas como Psiquiatría, Psicología o Neumología, y, en materia de iniciativas, ser flexibles en los horarios laborales y evitar los turnos rotativos que afectan la calidad del sueño.

Por:Violeta Villar Liste | [email protected]