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La distracción crónica impide un aprendizaje profundo y afecta negativamente la consolidación de recuerdos. afectando su aprendizaje y  rendimiento escolar

Por: Dra. Enriqueta Sileo

La autora es Pediatra y especialista en Medicina de la Adolescencia. Profesora titular de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Individuo de Número, S XXII de la Academia Nacional de Medicina (ANM) Orcid 0000-0002-0695-0571

Cierto que las Tecnologías de la información y la comunicación  (TIC) , llegaron para quedarse y formar parte de la cotidianidad de niños y grandes.  Su uso adecuado aporta grandes beneficios no así cuando ocurre una sobrexposición  de las mismas  y  en particular a edades tempranas.

Igualmente es  pertinente conocer cómo influyen los algoritmos en procura de recompensa. Se describirá  los efectos en  la maduración y desarrollo cerebral durante la adolescencia La adolescencia, definida  cronológicamente por la Organización Mundial de la Salud  (OMS),  entre los 10 a 19 años (Temprana: 10-14 años, media  15-17, tardía  18 y más);  considerada un periodo crítico del crecimiento y del desarrollo cerebral. Caracterizada  por gran vulnerabilidad a estímulos externos, plasticidad cerebral y capacidad de  adaptabilidad.

Los jóvenes pasan, en promedio, entre 3 y 4 horas diarias con las TIC, hasta 5 a 6  horas al día, especialmente en los mayores de 17 años.  Son usuarios  de todas las plataformas com: YouTube, Instagram y  prefieren TikTok. Mas  del 50%  de los adolescente son usuarios, mas por las chicas.

Efecto en la salud mental y social

Ante esta realidad, cabe preguntar  ¿qué efecto producen en su cerebro, la salud mental y social?, para responder esta inquietud,  se hará referencia a  dos aspectos: la sobreexposición a las TIC especialmente,  considerar los algoritmos que  condicionan sus preferencia en búsqueda de recompensa.

Es necesario conocer el desarrollo cerebral, el cual comprende tanto la maduración como la evolución desde la concepción hasta la edad adulta. Es un proceso dinámico y largo, ocurre en etapas, asimétrico posee gran plasticidad y adaptabilidad,  que puede llegar mas allá de los 25 años, alrededor los  25 años (Giedd,2004), hecho considerado,actualmente para definir cronológicamente el límite   superior de la adolescencia.

Es necesario conocer  la dinámica del   desarrollo cerebral para comprender el comportamiento de los adolescentes, usando un sistema de posicionamiento global ( GPS)  como navegador (David Bueno):

GPS 1: referido al sistema límbico o emocional con estructuras como las Amígdalas que regula emociones  (miedo, ira, alegría, tristeza), el Hipocampo  centro de la memoria y facilita la formación y recuperación de los recuerdos, el Hipotálamo que controla conductas instintivas: sed, hambre. Tiene interacción con el sistema neuroendocrino y el estrés. Este cerebro límbico o  emocional tiene que ver con el comportamiento del  adolescente.

GPS2. Cuerpo Estriado: centro de búsqueda de recompensa y placer

GPS 3: Corteza prefrontal o cerebro reflexivo.

Coordina procesos cognitivos como el pensamiento y el razonamiento. Funciones ejecutivas que tiene que ver con la   planificación, inhibición de respuestas impulsivas.  Además, con la atención, la memoria.

Estas habilidades mencionadas  facilitan  la  toma de  una decisión después de su análisis y planificar un curso de acción, y ejecutarlo.  Esta madurez no se logra totalmente antes de los 20 años.

Importante conocer   que existe un gradiente de maduración cerebral entre las diferentes estructuras mencionadas, en sentido occipito-frontal, dando origen a una brecha temporal  o asincronía.

Conocer el  “tempo”  que  media entre la maduración de la corteza prefrontal, el cerebro reflexivo ( es la última en madurar) y el sistema límbico socio emocional y el límbico, centro  de búsqueda de recompensa y placer y sus diferentes conexiones, ocurre antes, esto  facilita la compresión del comportamiento de los adolescentes.

Cualquier distractor, en exceso, interfiere en ese proceso y manifiesta en el comportamiento del adolescente  y en  sus consecuencias,  por ejemplo en la concentración, memoria, aprendizaje, aumenta su vulnerabilidad con riesgo de morir por perseguir un LIKE como recompensa.

Por otro lado, Horowitz-Kraus & Hutton (2017) reporta que el uso excesivo de estos medios digitales altera y reduce los patrones de conectividad en estado de reposo entre las regiones cerebrales responsables del lenguaje y el control cognitivo.

Igualmente,  diversos estudios han concluido que la adicción a Internet provoca cambios estructurales en el lóbulo frontal, lo que se traduce en una disminución de la capacidad de filtrar información irrelevante y en un menor rendimiento frente a tareas complejas (Lissak, 2018).

Este uso problemático también se asocia con daños en la sustancia blanca del cerebro, afectando la capacidad de gestionar y procesar emociones,  tomar decisiones, derivando en comportamientos compulsivos y repetitivos (Lin et al., 2012), tal como  sucede con TikTok que puede afectar la atención y la memoria, en virtud que se basa en videos cortos, muy estimulantes y personalizado (intervención de algoritmos) que activan el circuito de recompensa y búsqueda de placer (cuerpo estriado), es el mismo que se activa en personas con adicciones

Este estímulo  visual constante y rápido, sin tiempo para procesar información nueva e integrarla, genera una hiperestimulación produce una sobre carga cognitiva que no  puede manejar al   disminuir la capacidad de atención, la distracción frecuente (notificaciones).

Esta distracción crónica impide un aprendizaje profundo y afecta negativamente la consolidación de recuerdos. afectando su aprendizaje y  rendimiento escolar al interferir  su capacidad para concentrarse en tareas prolongadas, al estar    comprometida la memoria a largo plazo, limitando  la formación y recuperación de recuerdos, necesarios para el  proceso de aprendizaje

En cambio, fomentar la lectura  activa el hipocampo y fortalece la memoria episódica (recuerdos de hechos personales ej. Graduación), la  semántica  referida a conocimientos generales, hechos, conceptos, vocabulario y la memoria procedimental para habilidades y destrezas motoras  ( tocar un instrumento) y otras  promoviendo un aprendizaje profundo y duradero. Esos problemas de atención tienden a persistir inclusive años después de controlar la sobrexposición a las TIC

Igualmente,  a nivel emocional, este asincronismo en la maduración cerebral  genera un impacto emocional y en la regulación de emociones. El desequilibrio entre el circuito de recompensa y la corteza prefrontal, que se desarrolla más lentamente y es responsable del control emocional, dificulta que los adolescentes regulen sus emociones, lo cual se expresa  en una mayor irritabilidad, cambios de humor, aislamiento social, baja tolerancia a la frustración y dificultades para manejar emociones intensas.

A lo anterior le añadimos el efecto a la sobre exposición a la luz  azul de los dispositivos electrónicos durante el desarrollo cerebral, especialmente al alterar los ciclos de sueño, la función cognitiva y la salud ocular.  que pueden afectar el ciclo del sueño, con todas las consecuencias del mismo.

La luz   suprime la   producción de  la melatonina,  hormona necesaria para   la regulación del ciclo circadiano. Durante la adolescencia este reloj biológico ya tiende a retrasarse normalmente  (aproximadamente de 2 horas) por lo cual tardan en conciliar el sueño y les cuesta levantarse temprano, repercute en  la calidad del sueño y se crea una deuda del mismo. Un  sueño profundo  juega un rol importante en la consolidación de la memoria y la plasticidad cerebral,  importantes para el aprendizaje. Cuando existe una alteración de este ciclo crcadiano, los adolescentes son  mas irritables, disminuye la velocidad de reacción y la precisión en tareas complejas que demandan atención y concentración

No  debemos negar los beneficios de las TIC, pero es preciso alertar respecto  a la sobreexposición.

«Abracemos las diferentes tecnologías, no permitamos que asfixien, manipulen ni encadenen. Pero sí, que nos permitan ver una mirada que hable o la calidez callada de un abrazo», reflexiona.

Por: Dra. Enriqueta Sileo