La segunda fase contempla establecer una planta piloto para producir vacunas, con una inversión proyectada de $50 millones
Por: Melissa Adames | Prensa Senacyt
«La creación del Centro Regional de Innovación en Vacunas y Biofármacos (Crivb AIP) es un hito para Panamá y para toda la región. Este centro refleja nuestro compromiso de proteger la salud pública mediante la investigación, el diseño y el desarrollo acelerado de vacunas candidatas, desde el laboratorio hasta la fase clínica, con un foco en enfermedades emergentes, reemergentes y de alta relevancia sanitaria”, palabras del Dr. Eduardo Ortega Barría, secretario nacional de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) durante la inauguración del Crivb AIP.
Me llena de orgullo haber impulsado durante mi gestión esta iniciativa que pone al país en la primera línea de la innovación científica y que fortalecerá nuestra capacidad de respuesta frente a los retos de la salud global”, señaló el Dr. Ortega Barría ante los presentes, en acto celebrado la mañana de este viernes 12 de septiembre.
El Centro Regional de Innovación en Vacunas y Fármacos (Crivb AIP), ubicado en el edificio 219 de la Ciudad del Saber (Clayton), fue inaugurado por Juan Carlos Orillac, ministro de la Presidencia, junto a autoridades del gobierno, cuerpo diplomático, representantes de los organismos multilaterales, el sector privado, representantes de la comunidad científica nacional e internacional, y medios de comunicación.

El dato: El edificio 219 donde hoy se erige CRIVB AIP, originalmente fue identificado con el número 175. Dicho edificio había sido construido en 1941 por la empresa Novey and Luttrell Company, con el propósito de albergar el antiguo Comisariato de Clayton. De manera reciente, en ese espacio empezó a funcionar el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat AIP) en 2002 (centro que se mudó al edificio 208 en años más recientes).
Una historia de confianza en la ciencia panameña
Desde el año 2022, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) ha impulsado la creación del Crivb AIP, con el fin de formar una masa crítica de investigadores, profesionales y técnicos en temas relacionados con la investigación y desarrollo de productos con potencial terapéutico y vacunal, a través del uso de plataformas tecnológicas que permitan un acceso rápido a vacunas y otros biofármacos de interés para la salud pública, y de esta manera, dar una respuesta rápida a patógenos con potencial epidémico.
Con esta infraestructura especializada, Panamá busca reducir su dependencia de vacunas importadas; promover la transferencia de tecnología, para la producción de anticuerpos monoclonales humanizados y sueros antivenenos contra la picadura de escorpión, en alianza con el Centro de Investigación e Información de Medicamentos y Tóxicos (Ciimet) de la Universidad de Panamá.
La primera fase del Crivb AIP requirió una inversión de $10 millones en concepto de diseño, construcción, equipos, laboratorios y mobiliario. La segunda fase contempla establecer una planta piloto para producir vacunas, con una inversión proyectada de $50 millones.
El Dr. Eduardo Ortega Barría, expresó que esta inversión de recursos representará réditos en el tiempo. Panamá ahorrará en compras de vacunas extranjeras, se crearán plazas de trabajo en investigación científica, producción y logística y, potencialmente, el país podría exportar nuevos productos.


El ministro Orillac destacó que la inauguración de este centro agrega importancia a la posición del país ante el mundo. «Este centro representa para Panamá un avance trascendental, al constituirse como una plataforma de vanguardia en el fortalecimiento de capacidades nacionales en investigación y producción de vacunas y biofármacos esenciales para la salud pública del pueblo panameño», sostuvo Orillac.El ministro agregó que la expectativa es que el nuevo centro «nos proporcione las capacidades de respuesta rápida ante patógenos de importancia para la salud pública y organismos emergentes, que nos permita la diversificación de las actividades de base tecnológicas innovadoras, como son los Programas de Investigación, laboratorios y plataformas tecnológicas«.
Soberanía y seguridad sanitaria

La Dra. Paulina Franceschi, directora interina del Crivb, comentó: “El establecimiento de capacidades propias de investigación, desarrollo y producción de vacunas y biofármacos representa un paso fundamental hacia la verdadera soberanía y seguridad sanitaria, especialmente considerando las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19 sobre la importancia de estar mejor preparados como país y región, frente a futuras pandemias. Esperamos que, en cinco años, el Crivb sea un referente regional para el desarrollo de vacunas y biofármacos”.
Colaboración internacional
La creación del Crivb AIP es fruto de la colaboración nacional e internacional. Entre los aliados están: la Ciudad del Saber, el lnstituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat AIP), el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, la Universidad de Panamá, el Baylor College of Medicine, el Centro para el Desarrollo de Vacunas del Texas Children’s Hospital en Houston, Estados Unidos, y la Embajada de la República de Corea del Sur.
En el evento, se hizo oficial la firma del Memorando de Entendimiento entre el Crivb AIP y la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil. Este MOU tiene como objetivo impulsar la cooperación científica y tecnológica en el área de inmunobiológicos.

“Estamos muy entusiasmados con esta alianza, que representa una oportunidad de ampliar el acceso a vacunas esenciales en Centroamérica y el Caribe, reforzando la investigación, el desarrollo y la producción regional, y fortaleciendo la resiliencia frente a emergencias sanitarias”, afirmó Ricardo de Godoi, subdirector de innovación de Bio-Manguinhos.
Investigadores de alto nivel



El Crivb fortalecerá las capacidades científicas para el desarrollo biotecnológico. Actualmente, cuenta con tres investigadores: Dr. Jean-Paul Carrera, Dra. Leyda Ábrego y Dra. Zuleima Caballero (de izquierda a derecha en la hilera de fotografías)
Tecnología de punta


El Crivb AIP abarca un área de 1,424 m2. Cuenta con diferentes áreas, entre ellas: Observatorio “Una Sola Salud” para vigilancia epidemiológica en campo, sobre zoonosis varias que permitirá alertas tempranas sobre patógenos varios. Plataformas para kits de Diagnóstico Rápido. Plataformas para desarrollo de vacunas de proteínas recombinantes, ARNm y biofármacos como anticuerpos monoclonales.
El Laboratorio de Bioinformática permite analizar e interpretar grandes cantidades de información biológica, mediante el uso de softwares especializados. Se podrá diseñar virtualmente una proteína más estable o fácil de producir, o incluso predecir cómo una mutación podría cambiarla.
Citómetro de flujo celular/cell sorter de última generación. Su función es valiosa en la identificación y separación de células claves de manera precisa y a gran velocidad. En la producción de biofármacos, el cell sorter puede ser usado para purificar una población de células, asegurando que el producto final no esté contaminado con células no deseadas. La capacidad para identificar y aislar subpoblaciones celulares con una precisión y velocidad inigualables hace que el desarrollo de vacunas y anticuerpos sea más rápido, más eficiente y seguro.
El dato: Los biofármacos son moléculas complejas como proteínas, anticuerpos y hormonas, esenciales para tratar enfermedades como cáncer, artritis reumatoide, esclerosis múltiple y enfermedades raras
La pandemia de Influenza H1N1 (2009), los brotes epidémicos de coronavirus (2002 y en 2012), Ébola (2014) y la pandemia de SARS-CoV-2 (2019), así como la emergencia de variantes virales han demostrado que la capacidad de investigar, desarrollar y producir vacunas es un tema de seguridad nacional para Panamá y el mundo. Depender de otros países para enfrentar una emergencia sanitaria es un riesgo para la salud pública.
Panamá, con nuevas capacidades, inaugura una nueva etapa de su ciencia y se posiciona como una referencia regional.

Por: Melissa Adames | Prensa Senacyt