La OMS pide un compromiso político sostenido, un aumento de la inversión nacional y una investigación intensificada para acelerar el progreso
Comunicado OMS
La tuberculosis (TB) sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo, con más de 1,2 millones de fallecidos y unos 10,7 millones de personas afectadas el año pasado, según el Informe Mundial sobre la Tuberculosis 2025 de la OMS , publicado hoy.
A pesar de los avances significativos en diagnóstico, tratamiento e innovación, las persistentes dificultades en materia de financiación y acceso equitativo a la atención médica amenazan con revertir los logros alcanzados con tanto esfuerzo en la lucha mundial contra la TB.
«La disminución de la carga mundial de tuberculosis y los avances en las pruebas diagnósticas, el tratamiento, la protección social y la investigación son noticias alentadoras tras años de retrocesos, pero el progreso no es una victoria», declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. «Es simplemente inconcebible que la tuberculosis siga cobrándose más de un millón de vidas cada año, a pesar de ser prevenible y curable. La OMS está colaborando con los países para consolidar los avances logrados y acelerar el camino hacia la erradicación de la tuberculosis para 2030».
Datos: De acuerdo con el informe, Panamá se sitúa en la categoría número 4 de países entre 50 y 99 casos por cada 100,000 habitantes. Venezuela en la categoría número 5, de 10 a 49 casos por cada 100,000 habitantes. Cifras a 2024.
Historias de progreso y éxito a nivel mundial
Entre 2023 y 2024, la tasa mundial de personas que contrajeron tuberculosis disminuyó en casi un 2%, mientras que las muertes por tuberculosis se redujeron en un 3%. Estas reducciones indican una recuperación continua de los servicios de salud esenciales tras las interrupciones causadas por la pandemia de COVID-19.
Algunas regiones y países muestran un progreso sostenido, lo que demuestra que un firme compromiso político e inversión son eficaces para combatir esta enfermedad ancestral.
Entre 2015 y 2024, la Región de África de la OMS logró una reducción del 28 % en la tasa de incidencia de tuberculosis (número de personas que contraen tuberculosis por cada 100 000 habitantes al año) y una reducción del 46 % en las muertes.
La Región de Europa registró descensos aún mayores, con una disminución del 39 % en la incidencia y una reducción del 49 % en las muertes.
Durante el mismo período, más de 100 países lograron una reducción de al menos el 20 % en las tasas de incidencia de tuberculosis, y 65 países lograron reducciones del 35 % o más en las muertes relacionadas con la tuberculosis. Estos países han alcanzado los primeros hitos de la Estrategia Fin de la Tuberculosis de la OMS .
Sin embargo, para erradicar la tuberculosis a nivel mundial se requiere un progreso acelerado en los países con mayor incidencia. En 2024, el 87 % de los casos de tuberculosis a nivel mundial se concentraba en 30 países. Tan solo ocho de ellos representaban el 67 % del total mundial: India (25 %), Indonesia (10 %), Filipinas (6,8 %), China (6,5 %), Pakistán (6,3 %), Nigeria (4,8 %), la República Democrática del Congo (3,9 %) y Bangladesh (3,6 %).
Avances importantes en el diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis

El tratamiento oportuno de la tuberculosis ha salvado aproximadamente 83 millones de vidas desde el año 2000. Entre 2023 y 2024, continuaron los avances en el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de la tuberculosis, lo que refleja el impacto de los esfuerzos sostenidos y la innovación en los países. Entre los logros clave se incluyen:
- En 2024, 8,3 millones de personas fueron diagnosticadas con tuberculosis y accedieron al tratamiento, lo que representa aproximadamente el 78% de las personas que contrajeron la enfermedad durante ese año;
- La cobertura de las pruebas rápidas para el diagnóstico de la tuberculosis aumentó del 48% en 2023 al 54% en 2024;
- El tratamiento para la tuberculosis sensible a los medicamentos siguió siendo altamente eficaz, con una tasa de éxito del 88%;
- El número de personas que desarrollan tuberculosis resistente a los medicamentos cada año ha ido disminuyendo, con más de 164.000 personas que recibieron tratamiento en 2024. Los últimos datos muestran una mejora en la tasa de éxito del tratamiento, hasta el 71%, frente al 68% del año anterior;
- En 2024, 5,3 millones de personas con alto riesgo de tuberculosis recibieron tratamiento preventivo, frente a los 4,7 millones de 2023.
La protección social y la acción multisectorial son claves para abordar las causas de la epidemia.
Por primera vez, la OMS ha informado sobre los avances hacia la meta de protección social establecida en la segunda Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Tuberculosis en 2023, utilizando datos recopilados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Entre los 30 países con alta carga de tuberculosis, la cobertura de protección social sigue siendo muy desigual, oscilando entre el 3,1 % en Uganda y el 94 % en Mongolia. Cabe destacar que 19 países registran tasas de cobertura inferiores al 50 %.
El informe también destaca que los principales factores de riesgo que impulsan la epidemia, como la desnutrición, la infección por VIH, la diabetes, el tabaquismo y el consumo de alcohol, siguen vigentes. Para hacer frente a estos factores, junto con determinantes estructurales como la pobreza, se requiere una acción multisectorial coordinada.
La falta de financiación pone en peligro el progreso y la investigación

A pesar de los numerosos avances, el progreso mundial aún dista mucho de alcanzar las metas de la Estrategia para Poner Fin a la Tuberculosis. Un obstáculo importante es la financiación mundial para la tuberculosis, que se ha estancado desde 2020. En 2024, solo se disponía de 5900 millones de dólares estadounidenses para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, poco más de una cuarta parte del objetivo anual de 22 000 millones de dólares fijado para 2027.
Los recortes en la financiación de donantes internacionales a partir de 2025 representan un grave desafío. Estudios de modelización ya han advertido que los recortes a largo plazo en la financiación de donantes internacionales podrían provocar hasta 2 millones de muertes adicionales y 10 millones de personas enfermas de tuberculosis entre 2025 y 2035.
La financiación mundial para la investigación de la tuberculosis también se encuentra rezagada, alcanzando tan solo 1200 millones de dólares estadounidenses en 2023 (el 24 % del objetivo).
En agosto de 2025, se estaban desarrollando 63 pruebas diagnósticas y 29 fármacos se encontraban en ensayos clínicos, frente a tan solo 8 en 2015. Además, 18 vacunas candidatas están siendo sometidas a ensayos clínicos, incluidas 6 en la fase 3.
La OMS continúa liderando los esfuerzos mundiales para impulsar la agenda de la vacuna contra la tuberculosis, con el apoyo del Consejo Acelerador de la Vacuna contra la Tuberculosis, creado por el Director General de la OMS.
“Nos encontramos en un momento decisivo en la lucha contra la tuberculosis”, afirmó la Dra. Tereza Kasaeva, directora del Departamento de VIH, Tuberculosis, Hepatitis e ITS de la OMS.
“Los recortes presupuestarios y los factores persistentes que alimentan la epidemia amenazan con echar por tierra los logros alcanzados con tanto esfuerzo, pero con compromiso político, inversión sostenida y solidaridad mundial, podemos revertir la situación y acabar con este antiguo asesino de una vez por todas”.
La OMS pide un compromiso político sostenido, un aumento de la inversión nacional y una investigación intensificada para acelerar el progreso.
Comunicado OMS

