Se trata de una iniciativa dirigida por la Universidad de Panamá y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) con apoyo de Senacyt
Con información del STRI
Una nueva generación de científicos panameños está explorando la vida microscópica en el Canal de Panamá con el financiamiento de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá (Senacyt).
Su proyecto titulado ‘Patrones estacionales en la comunidad planctónica y parámetros físico-químicos a lo largo del Canal de Panamá’, dirigido por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y la Universidad de Panamá (UP), dotó a siete estudiantes universitarios de nuevas habilidades y herramientas para identificar y cuantificar el fitoplancton y el zooplancton, los diminutos organismos que constituyen la base de la cadena alimentaria de la que depende la vida acuática.
El grupo adquirió equipos semiautomáticos avanzados, como un FlowCAM 8100 y un Zooscan MIII-Hydroptic, que, en comparación con las técnicas tradicionales que utilizan un microscopio, permitieron obtener imágenes, contar y clasificar rápidamente el plancton.
Los estudiantes también aprendieron técnicas tradicionales utilizadas para contar el plancton y participaron en el análisis de metabarcoding de ADN, un método de vanguardia que utiliza la secuenciación genética para identificar especies a partir de muestras ambientales obtenidas mediante el filtrado del agua.
“Este proyecto desarrolló la capacidad local en materia de monitoreo ambiental y ecología molecular, ya que los estudiantes midieron la diversidad y abundancia del plancton en múltiples sitios a lo largo del Canal”, comentó Rachel Collin, científica del STRI que dirigió el proyecto junto con la jefa de laboratorio Tania Romero, la científica y jefa del laboratorio molecular del STRI Kristin Saltonstall, además de los profesores de la Universidad de Panamá Humberto Garcés y José de Gracia.
Tres estudiantes recibieron apoyo financiero directo de la Senacyt, mientras que otros cuatro se unieron a través de los programas de prácticas y voluntariado del STRI. El proyecto se convirtió en el tema de dos tesis de licenciatura. Todos participaron en giras de campo, análisis de laboratorio e interpretación de datos.
Su trabajo contribuyó a la identificación de 76 especies de fitoplancton y 39 especies de zooplancton, algunas de las cuales no se habían registrado anteriormente en las aguas del Canal.
El objetivo era empezar a comprender la distribución espacial y estacional de estos organismos, de los que dependen la mayoría de los demás organismos para alimentarse.
Es fundamental saber identificar y cuantificar el plancton, ya que estos organismos microscópicos son indicadores sensibles de los cambios medioambientales.




Leyendas (de izquierda a derecha y cierre): Grisel Núñez, estudiante de tesis de la Universidad de Panamá, lleva guantes para no contaminar la muestra de plancton con ADN humano. Milton Sandoval, técnico de investigación en el laboratorio de Rachel Collin en STRI, utilizando una botella Van Dorn para recoger agua a una profundidad específica para el análisis de nutrientes y el muestreo de ADN ambiental del plancton.Sheryl Castro, estudiante de tesis de la Universidad de Panamá, utilizando la FlowCam para crear una base de datos de referencia que nos permita fotografiar e identificar automáticamente el plancton del lago. José De Gracia, actualmente coordinador de proyectos medioambientales en el PNUD Panamá y profesor en la Universidad de Panamá presenta los resultados de la investigación en la reunión de 2023 de la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (APANAC).
Créditos: Ana Endara y Tania Romero, STRI
El plancton responde rápidamente a los cambios en la calidad del agua, la temperatura y los niveles de nutrientes, lo que lo convierte en una herramienta valiosa para monitorear la salud del ecosistema. Las diferencias en el número y los tipos de plancton influyen directamente en la cadena alimentaria, lo que favorece a las poblaciones de peces y otras formas de vida acuática.
Mediante un seguimiento preciso de las comunidades de plancton, el equipo facilitará la detección de los primeros signos de cambio ambiental y contribuirá a la gestión sostenible de los recursos de agua dulce, como el Canal de Panamá.
El impacto educativo del proyecto se extendió más allá del laboratorio. En octubre del 2023, el STRI organizó un taller de cuatro días titulado ‘Técnicas para el monitoreo del plancton’, con el fin de capacitar a 16 participantes de instituciones como la Universidad de Panamá, la UMIP, MiAmbiente y la Autoridad del Canal de Panamá. El taller abarcó protocolos de muestreo, análisis de imágenes y técnicas de extracción de ADN, lo que permitió difundir aún más las metodologías y los resultados del proyecto.
Los resultados preliminares se presentaron en conferencias nacionales e internacionales, incluida una sesión especial en la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (APANAC) 2023 y el Simposio de Becarios del STRI, en la que se destacó la correlación entre la distribución del plancton y factores ambientales como la temperatura, los niveles de oxígeno y las concentraciones de nutrientes.
“Esperamos que este proyecto sirva de modelo para demostrar cómo la financiación específica y la tutoría pueden acelerar las carreras científicas y contribuir a las prioridades de investigación nacionales e internacionales”, afirmó Collin.
Con información del STRI

