Un estudio informa que a partir de un umbral mínimo, el bienestar protege frente a enfermedades no transmisibles, como cardiopatías, cáncer, asma o diabetes
Por: Agencia SINC
La felicidad no solo mejora el estado de ánimo: también puede reducir el riesgo de morir por enfermedades crónicas, pero solo a partir de un umbral mínimo.
Así lo sugiere una investigación, publicada en la revista Frontiers in Medicine, dirigida por la profesora Iulia Iuga, de la Universidad 1 Decembrie 1918 en Alba Iulia (Rumanía). El estudio analiza datos de 123 países entre 2006 y 2021.
El equipo ha cruzado información sobre bienestar subjetivo —la autopercepción de felicidad— con tasas de mortalidad por enfermedades no transmisibles, como cardiopatías, cáncer, asma o diabetes, responsables del 75 % de las muertes no pandémicas en 2021.
Los científicos utilizaron la llamada Escalera de la Vida, una medida del bienestar subjetivo en la que los participantes califican su vida del 0 al 10. Han descubierto que la felicidad se convierte en un activo para la salud pública solo cuando se supera un valor de 2,7 puntos. Por debajo de ese umbral, las mejoras emocionales no se traducen en beneficios sanitarios significativos.
No hay una “felicidad excesiva”
A partir de esa cifra, sin embargo, cada aumento del 1 % en la percepción de bienestar se asocia con una reducción del 0,43 % en la mortalidad por enfermedades crónicas entre los 30 y 70 años. Según Iuga, “no encontramos efectos adversos de una felicidad excesiva”.
Los países con puntuaciones más altas suelen invertir más en salud, cuentan con sistemas de protección social sólidos y gobiernos estables. Durante el periodo analizado, la puntuación media mundial fue de 5,45, con extremos entre 2,18 y 7,97.
Los autores proponen políticas públicas que promuevan el bienestar colectivo —desde la prevención de la obesidad hasta la mejora de la calidad del aire o el acceso sanitario— como parte de una estrategia integral de salud. “La felicidad no es solo una emoción individual”, concluye Iuga, “sino un recurso medible de salud pública que puede salvar vidas”.
Referencia: Iulia Iuga et al. How Happy is Healthy Enough? Uncovering the Happiness Threshold for Global Non-Communicable Disease Prevention. Frontiers in Medicine (2025).