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Algunas regiones de la OMS están experimentando aumentos significativos en el número de casos en comparación con 2024, aunque otras actualmente notifican cifras más bajas

Comunicado OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2025, se notificaron a nivel mundial un total de 445 271 casos sospechosos y confirmados de chikunguña y 155 muertes en 40 países, incluyendo casos autóctonos e importados por viajes.

La OMS, ante la tendencia al resurgimiento de casos, instó a todos los países a fortalecer sus sistemas de atención médica y de laboratorio para permitir la detección rápida, la notificación oportuna y una respuesta eficaz a los brotes.

Distribución desigual de casos

Algunas regiones de la OMS están experimentando aumentos significativos en el número de casos en comparación con 2024, aunque otras actualmente notifican cifras más bajas.

Esta distribución desigual de casos entre regiones dificulta caracterizar la situación como un aumento global; sin embargo, dados los brotes en curso notificados a nivel mundial en 2025, el potencial de una mayor propagación sigue siendo significativo, indica la OMS en comunicado.

La enfermedad  puede ser introducida en nuevas zonas por viajeros infectados y la transmisión local puede establecerse si existe presencia del mosquito Aedes y una población susceptible.

El riesgo, señala el organismo se ve incrementado por la inmunidad limitada de la población en áreas previamente no afectadas, condiciones ambientales favorables para la reproducción del vector, brechas en la vigilancia y capacidad de diagnóstico, y mayor movilidad humana y comercio.

Mejorar la preparación pública

La OMS señala que fortalecer la vigilancia de enfermedades, mejorar la vigilancia y control del vector, y mejorar la preparación de salud pública son esenciales para mitigar el riesgo de transmisión adicional.

El aumento de la transmisión se debe a múltiples factores, entre ellos la expansión de la distribución geográfica de los mosquitos Aedes relacionada con el transporte en medios de transporte y el cambio climático, la urbanización no planificada, la mala gestión del agua y la vigilancia y el control deficientes de los vectores.

“Estos brotes suelen suponer una carga significativa para los sistemas de salud debido al número de personas afectadas. Los países difieren en su capacidad para detectar y notificar el chikunguña y otras enfermedades transmitidas por vectores, y muchos brotes se identifican solo retrospectivamente”.

La OMS exhorta a la detección temprana de casos, especialmente en personas con riesgo de enfermedad grave, y el acceso oportuno a atención médica adecuada para minimizar las complicaciones clínicas y reducir la mortalidad.

De igual modo, resalta la importancia de continuar invirtiendo en vigilancia, preparación y capacidad de respuesta para abordar la evolución de la dinámica regional.

Comunicado OMS