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El XX Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología, organizado por la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (APANAC) con el apoyo de la Senacyt, en el contexto de las cuatro décadas de APANAC, fue una oportunidad para tomarle el pulso a la investigación que impulsa el país

Por: Sherly Díaz

Sherly Díaz es periodista, experta en Economía, docente y editora

Panamá ha puesto en marcha una múltiple variedad de investigaciones en áreas como  biotecnologías, biodiversidad, bioprospección, ciencias sociales, ciencias políticas, infraestructura verde, logística, enfermedades tropicales, entre otras, que no solo tienen un impacto local en la salud pública, sino que promueven un beneficio para la región brindando soluciones o respuestas desde la ciencia y la investigación.

Son áreas de investigación necesarias para el país y que impactan en la vida de la gente, sostuvo la Dra. Sandra Sharry, directora del Sistema Nacional de Investigación (SNI AIP) de Panamá.

Desde su perspectiva, Panamá está abarcando prácticamente todas las áreas del conocimiento con diferentes grados de madurez. De hecho, revela que existen en el sistema un  promedio de 250 investigadores y cada uno con una línea de investigación distinta.

Dra. Sandra Sharry | Foto: Archivo

Sharry destacó que los investigadores de Panamá publican sus trabajos y son citados en todo el mundo, incluso reciben más citas que las y los autores de otros países de la región.

Esto significa que al publicar  las investigaciones otros investigadores o innovadores pueden tomar esos avances y generar otros productos. “Por lo tanto, sí se realiza una ciencia de impacto regional e internacional”, sostuvo.

Indicasat AIP, ciencia local con apoyo regional

De hecho, hace más de 20 años la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) creóel Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat AIP)con el fin de promover el desarrollo de la ciencia en Panamá y la región de América Latina.

El instituto participó como expositor en el XX Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología, organizado por la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (APANAC) con el apoyo de la Senacyt, en el contexto de las cuatro décadas de APANAC.

Con la presencia de destacados ponentes nacionales e internacionales, más de 1,500 participantes asistieron a esta actividad durante cuatro días para abordar temas centrados en los ejes sostenibilidad, salud, tecnología, innovación y humanidades.

Durante el congreso, el Dr. Timothy Thomson,  director de Indicasat AIP, explicó que en el centro se abordan distintas áreas: biología, biomedicina, biodiversidad, farmacología, parasitología, ensayos clínicos, biotecnología, neurociencias, entre otros.

Dr. Timothy Thomson | Foto: Archivo

Se estudian diferentes categorías de enfermedades: cáncer, enfermedades inflamatorias, infecciosas y neurodegenerativas. Igualmente, buscan soluciones mediante nuevos fármacos, detectando las moléculas sintéticas o de origen natural que pueden unirse a receptores o a proteínas de interés que modifiquen la patología en estas dolencias.

Otro aspecto que analizan en el centro es la biodiversidad microbiana, es decir los microbios ambientales que están sobre todo en áreas de la biodiversidad invisible (genética oculta en los seres visibles, plantas, animales; como a organismos microscópicos).

Thomson dijo que como resultado de todas las áreas de estudio se han encontrado moléculas que son capaces de eliminar hongos, patógenos para el café y el cacao. También se ha descubierto nuevas formas de atacar enfermedades parasitarias como la malaria, con métodos biofísicos.

Enfermedades del cerebro

En el instituto también se han desarrollado estudios importantes sobre la prevalencia de enfermedades neurodegenerativas en adultos mayores, y el riesgo de esta enfermedad para esta población.

Durante el congreso de APANAC tuvo lugar el simposio Investigaciones científicas transformativas conducidas en el Indicasat AIP.

Entre las exposiciones se abordó el tema Estudio de Biomarcadores para detectar enfermedades neurodegenerativas dictada por el Dr. Alcibiades Villarreal.

Parte del grupo PARI en una colaboración con el grupo de la Dra. Karen Courville (primera fila en el centro).Dr. Alcibiades Villarreal, tercero de izquierda a derecha en la segunda fila de pie Foto: Archivo

En los últimos 15 años, el Centro de Neurociencias del Indicasat AIP ha trabajado en implementar cuáles son los biomarcadores o las pruebas que se pueden usar para detectar las enfermedades del cerebro, específicamente el Alzheimer, porque es un padecimiento dominante en la población.

Villarreal explica que también existen otros tipos de demencia: vascular, frontotemporal, por cuerpos de Lewy, pero su frecuencia de aparición en la población es más baja.

Los estudios se han enfocado en el Alzheimer porque al detectar la enfermedad más prevalente, puedes descartar las otras, dijo.

Las investigaciones en el Centro de Neurociencias se han concentrado en los biomarcadores sanguíneos, que permiten detectar enfermedades lo antes posible y en marcadores del  líquido cefalorraquídeo, mismos que se utilizan para diagnosticar ciertos trastornos neurológicos.

También se realizan pruebas de genotipificación, que consiste en la búsqueda de genes que están relacionados con la enfermedad del Alzheimer. Entre estos estudios está el genotipado ApoE o la apolipoproteína E que tiene varios genotipos o formas.

La forma ApoE e4 es el factor de riesgo genético más importante para la enfermedad del Alzheimer.

Impacto regional

El Centro de Neurociencias ha tratado de cubrir todos los estudios sobre los biomarcadores relacionados con la enfermedad del Alzheimer. Pero ¿cuáles han sido los resultados de estas investigaciones?

Villarreal dice que lo más importante es que no existían datos de la población panameña. El centro empezó en el 2012 con la primera cohorte junto a la Caja del Seguro Social  (CSS) y la colaboración de sus médicos en el servicio de geriatría. Se trató de la Iniciativa de Investigación Enfocada en el Envejecimiento en Panamá (Panama Aging Research Initiative en inglés, conocido por su abreviatura de PARI), que estudió a más de 400 personas de 65 años o más.

A este grupo se le aplicaron pruebas cognitivas, se tomaron muestras de sangre, se hizo la punción lumbar con el interés de conocer cómo estaban enjeveciendo, tanto de aquellos que tenían enfermedad, como las que no la padecían.

El investigador detalló que se encontraron elementos que estaban afectando a los adultos mayores como la depresión. Habían algunas proteínas en sangre, se pudo hacer un perfil y detectar las personas que tenían o no la enfermedad del Alzheimer.

“Son avances importantes porque nosotros también exploramos nuevas vías para poder detectar esta enfermedad y ver ¿qué tan prevalente es en la población?, y el impacto que ha tenido eso en la investigación en Panamá”, manifestó.

Los resultados de este estudio han sido importantes para el país, ya que se tiene una “radiografía” de lo que está pasando con la enfermedad del Alzheimer.

También se creó la estructura para poder llevar estudios clínicos a gran escala en Panamá. Villareal asegura que, ahora el país está preparado para cuando salga un medicamento y quieran probarlo en la población panameña.

Otro elemento de relevancia con los avances de los estudios ha sido la formación del recurso humano, ya que se ha dado oportunidad para que estudiantes de licenciatura, de maestría y doctorado se puedan formar en el programa investigación.

Se trataba de un área que antes estaba desatendida, que no se estudia, añadió Villarreal. Sin embargo, tras los estudios ahora se cuenta con personal que está haciendo psicología geriátrica. Hay médicos que están formados para poder detectar cambios anormales en el cerebro en adultos mayores.

También hay tecnólogos médicos que han ayudado en la implementación de pruebas que pueden servir de diagnóstico.

“Antes solamente el diagnóstico era clínico. La persona iba al consultorio del neurólogo, del geriatra o del psiquiatra y tenía que hacer el diagnóstico clínico. Ahora se tiene la parte biomarcadores, las pruebas de laboratorio que tanto ayudan al diagnóstico”, sostuvo el investigador.

Estos estudios no solo han tenido una repercusión a nivel local, sino regional. Villarreal asegura que han colaborado con países como Colombia y Estados Unidos, porque como existe un componente de etnia (raza) que influye en este tipo de pruebas que hace Panamá, y se requiere hacer comparaciones con la región.

La característica de la etnia hace a Panamá diferente frente a los países de la región, porque la mayoría de estas pruebas se validan en poblaciones europeas, es decir en personas que no son comparables con este país.

A la fecha, se han establecido colaboraciones a nivel regional para hacer estos estudios multicéntricos e internacionales.

Para el director de Indicasat AIP estas investigaciones son datos de importancia para las intervenciones en salud pública.

Investigación y desarrollo de productos

Imágenes de la reciente inauguración del CRIVB Foto: Archivo

Con el interés de formar una masa crítica de investigadores, profesionales y técnicos en temas relacionados con la investigación y desarrollo de productos con potencial terapéutico y vacunal, en septiembre de este año se inauguró el Centro Regional de Innovación en Vacunas y Biofármacos (CRIVB AIP), impulsada desde el 2022 por la Senacyt.

La Dra. Paulina Franceschi, directora del CRIVB AIP, detalló que el propósito principal del centro es la producción, tanto de vacunas como de biofármacos, y así lograr cerrar la brecha de acceso de muchas comunidades, en particular en la región (Centroamérica).

Actualmente el CRIVB AIP  tiene como meta trabajar con productos vacunales relacionadas a enfermedades virales. Por ejemplo, el Virus Sincitial Respiratorio (VRS) que causa la muerte en niños menores de cinco años y que también afecta a adultos mayores con consecuencias fatales.

Comúnmente, este virus causa bronquiolitis (inflamación de las vías respiratorias bajas) y neumonía en niños y bebés.

Dra. Paulina Franceschi

Los adultos mayores son vulnerables debido principalmente a un proceso biológico llamado inmunosenescencia, que es el envejecimiento gradual de su sistema de defensa. Esta condición no solo los hace más susceptibles a las infecciones por el VSR, sino también provoca que sus enfermedades sean más graves y que la recuperación sea más lenta.

El tema fue ampliamente abordado por la viróloga Leyda Ábrego durante el congreso de APANAC, quien organizó el simposio titulado Visión del futuro de la vacunologia desde el CRIVB AIP para Panamá y la región de Centroamérica y El Caribe.


En el marco de este simposio, la Dra. Ábrego expuso el tema: Virus Sincitial Respiratorio e Influenza: Candidatos vacunales, estado del arte y proyecciones a futuro desde el CRIVB AIP.

Dra. Leyda Ábrego | Foto: Archivo

En su intervención, la viróloga señaló que este virus ha sido de interés en Panamá desde hace más de 40 años cuando se hicieron las primeras investigaciones por parte del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES).

Desde las primeras investigaciones en Panamá (1983), el VSR se ha encontrado dentro de los principales virus causante de infección del tracto respiratorio inferior (ITRI), siendo en este estudio el principal virus causante de esta enfermedad respiratoria.

La tasa de incidencia por infección por VRS anual oscila entre  52.2 por cada 1,000 niños en Panamá. 

Ábrego dijo que sus primeras investigaciones con este virus, tuvieron que ver con su caracterización molecular, las cuales eran relevantes para estar actualizados en cuanto al conocimiento de la circulación de los genotipos que se aborda a nivel mundial.

El virus ha mostrado variabilidad en su gen G, que codifica la proteína de unión a la célula hospedera, lo que ha llevado a ser clasificado en diferentes genotipos dentro de cada uno de sus dos grupos antigénicos A y B.

Esta investigación se ha visto fortelecida con la colaboración del Instituto de Salud Carlos III en Madrid, España. Se pudo observar que a pesar de la variabilidad genética que mostraba este gen G, antigenénicamente se mantenía conservada la proteína.

Mientras que, en la última investigación- aun no publicada- está basada  en el genoma completo.

Se pudo contar con la información de todos los genes del virus que posteriormente se podrán utilizar para ver posibles cambios en el transcurso del tiempo y adicional con los mismos colaboradores de España.

“Pudimos conocer la respuesta positiva neutralizante de anticuerpos monoclonales, incluido el precursor del Nirsevimab (MEDI8897)- anticuerpo monoclonal de segunda generación-, que neutralizó eficazmente las cepas panameñas de RSV ”, dijo la viróloga. 

El medicamento Nirsevimab fue aprobado para su uso en niños pequeños, pero en Panamá aún no se ha implementado el uso del monoclonal contra el VSR. No obstante, los hallazgos de este estudio proporcionan una referencia previa a la implementación de este anticuerpo contra el VRS en Panamá y la región, facilitando la evaluación de potenciales cambios en la dinámica evolutiva del virus, añadi

Descubrimiento

Panamá ha hecho importantes hallazgos en relación al uso de anticuerpos monoclonales que disminuyen la infección por este virus. Uno es que los anticuerpos como el Nirsevimab entre otros, funcionan contra el virus (estudio llevado a cabo por su estudiante de doctorado, Danilo Franco, en conjunto con el Instituto Carlos III en Madrid, titulado Caracterización genómica del virus sincitial respiratorio en Panamá y  hallazgos de importancia para antivirales), lo que garantiza su efectividad como estrategia de inmunización en nuestro país.

Dr. Danilo Franco | Foto: Archivo

Por el otro lado, la información genómica del virus previo al uso de este anticuerpo ofrece datos para que más adelante en el tiempo se comparen específicamente el gen F. Se podría monitorear que no se generen mutaciones y deje de funcionar este anticuerpo.

Ábrego sostiene que desde el CRIVB están en una fase importante de investigación y desarrollo, ya que analizan las diferentes plataformas utilizadas en el mundo con más de 15 candidatos vacunales y los distintos resultados que han obtenido en cada fase de estudios clínicos.

Esto les permitirá escoger la mejor plataforma, convertirse en expertos y tener la seguridad de estar preparados para su desarrollo, después de una evaluación exhaustiva y analizada con colaboradores nacionales e internacionales con amplia experiencia en esta área de investigación (desarrollo de vacunas y biofármacos).

La meta a futuro es prepararse para desarrollar una vacuna para la región de Centroamérica y Caribe y cerrar brechas en equidad en cuanto la accesibilidad de vacunas y anticuerpos monoclonales efectivos que alcance y llegue a nuestros países, añadió la viróloga.

Otro de los temas importantes para el CRIVB AIP son las enfermedades parasitarias  desatendidas como Leishmaniosis y Chagas que tienen ciclos de vida muy complejos.

Este tema fue abordado por la parasitóloga Zuleima Caballero con su exposición Enfermedades parasitarias desatendidas con impacto local y regional: Candidatos vacunales, estado del arte y proyecciones a futuro desde el CRIVB AIP.

Dra. Zuleima Caballero | Foto. Archivo

Caballero detalló que las enfermedades desatendidas son aquellas que reciben poco o ningún apoyo gubernamental, no son prioridad para los sistemas de salud, tampoco para las grandes empresas farmacéuticas, debido a que no afectan una población grande como las que existen en regiones urbanas.

Las enfermedades desatendidas generalmente afectan poblaciones pequeñas, vulnerables y de escasos recursos, principalmente en regiones rurales.

El «mal de Chagas» es el mejor ejemplo de esta realidad, sostuvo la viróloga. La población más vulnerable para esta enfermedad es la que vive en regiones endémicas, en la que se dan todas las condiciones del ciclo de vida del parásito.

La toxoplasmosis es otra de las enfermedades desatendidas, que no sólo afecta a poblaciones vulnerables en regiones rurales; sino también a aquellas que viven en regiones urbanas y de bajo nivel socioeconómico.

En el 2013 un boletín publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), puso de manifiesto cómo esta enfermedad contribuye con la carga global de mala salud y recomendó incluirla en futuras actualizaciones de «carga mundial de enfermedad»; además de utilizar esos datos para apoyar las intervenciones de salud pública y reducir esta carga.  https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC3699792/

La toxoplasmosis afecta poblaciones rurales y urbanas de bajo nivel socioeconómico. Está muy asociada con bajos niveles de escolaridad. Los grupos más afectados son mujeres embarazadas y pacientes inmunosuprimidos, indicó Caballero.

Desde hace varios años el Indicasat AIP, con el liderazgo de la doctora Zuleima Caballero, ha aportado importantes datos sobre Aspectos epidemiológicos de la Toxoplasmosis Materno Fetal en Panamá; además de estudios epidemiológicos en mascotas (perros y gatos) y sobre variabilidad genética del parásito en animales silvestres. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5364778/https://www.mdpi.com/2076-2607/8/6/927,https://www.mdpi.com/2076-0817/10/6/764https://www.mdpi.com/2036-7481/15/4/136https://link.springer.com/article/10.1007/s40124-022-00269-whttps://link.springer.com/article/10.1007/s40124-022-00267-y.

Ahora desde el CRIVB AIP y el Centro Carson de Investigación en Salud y Ecosistemas liderado por el Dr. Jean Paul Carrera continuarán aportando datos epidemiológicos dirigidos a la vigilancia temprana de cepas atípicas (poco comunes y muy patogénicas) de Toxoplasma gondii

Dr. Jean Paul Carrera | Foto: Archivo

Con respecto a la enfermedad de Chagas, el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud ha aportado desde hace muchos años valiosos datos epidemiológicos. También la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, bajo el liderazgo del Dr. Octavio Sousa (q.e.d.p), aportó valiosos datos sobre el diagnóstico serológico de esta enfermedad. https://journals.asm.org/doi/full/10.1128/cvi.00127-07 

Para esta investigadora, después de realizar investigaciones sobre aspectos epidemiológicos y genéticos del parásito Toxoplasma gondii, espera participar en el desarrollo de una vacuna para cerdos contra T. gondii.  

Una vacuna de cerdo contra T. gondii va a reducir la carga de quistes tisulares del parásito en la carne de cerdo; esto a su vez va a tener un impacto en la transmisión alimentaria a humanos y consecuentemente debe reducir los casos de toxoplasmosis en poblaciones vulnerables de regiones urbanas y rurales.

Focalizados en la región

La directora del CRIB AIP sostiene que están preparándose para que el centro tenga la capacidad de poder responder rápidamente a la producción de vacunas y llevarlas a la región centroamericana y El Caribe, ya que es un mercado de 50 millones de habitantes.

Sin embargo, Franceschi está clara que este trabajo no se hace de un día para otro y que al menos se requiere un año.

La científica también reveló que posiblemente empezarán alguna línea de trabajo con las vacunas de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) una de las instituciones de Ciencia y Tecnología en Salud más destacadas de América Latina.

“Establecer este tipo de colaboraciones con Brasil u otros centros innovadores sería positivo, ya que ven en Panamá la oportunidad para que sus productos entren al mercado centroamericano y del Caribe. Ese sería como el impacto que podría tener el centro, no solo a nivel local, sino a nivel regional”, destacó.

Las diferentes experiencias en cada especialidad sitúan a Panamá a la vanguardia científica en cuanto a investigación y desarrollo. La oportunidad de intercambiar conocimientos y experiencia es fundamental para poder acelerar los cambios que requieren las altas demandas de salud que tiene la población.

Por otra parte, la diversidad de tema abarcados, demuestra que una visión sistémica coadyuva al avance de la ciencia y la tecnología, para aplicar mejores políticas de salud y proteger la vida de las poblaciones no solo de la región sino a nivel global. 

Por: Sherly Díaz