Los resultados están contenidos en el Estudio sobre las Libertades de Expresión y de Prensa en Panamá 2025, dirigido por la Dra. Raisa Urribarri y el Dr. Jon Subinas, del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS)
Con información del CIEPS
El panameño siente desconfianza generalizada con respecto a los actores que aparecen en los medios de comunicación, pero cuando se trata de confiar, ¿en quién confían?: En la comunidad científica y técnica del país, de manera principal.
Un hallazgo que debe ser también un compromiso de los científicos y científicas del país, y personas con capacidades técnicas, que en su mayoría proceden de las universidades e instituciones de base científica y tecnológica, para que la desconfianza se convierta en confianza y en acciones informadas con base en la evidencia científica.
Los resultados están contenidos en el Estudio sobre las Libertades de Expresión y de Prensa en Panamá 2025, dirigido por la Dra. Raisa Urribarri y el Dr. Jon Subinas, del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS).


Esta investigación se realizó en el marco del Proyecto de apoyo al periodismo independiente y a la lucha contra la desinformación en Panamá, Costa Rica, República Dominicana y Ecuador, financiado por la Unión Europea.
Promovió este estudio la fundación Fórum de Periodistas por las Libertades de Información y Expresión (Fórum de Periodistas), que a su vez “realiza un análisis anual sobre la situación de la libertad de expresión y de prensa en Panamá que sirve como insumo a las reuniones de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)” en la cual participa.
La coyuntura de este informe anual, impulsó al Fórum de Periodistas a proponer un documento con más elementos empíricos y cualitativos. Aliados con la ciencia que representa el CIEPS, y la financiación de la Unión Europea, se produce esta investigación, orientada a comprender las percepciones y realidades en relación con la libertad de expresión en el país
La confianza, puntos para la ciencia
Al evaluar la confianza en los distintos actores que aparecen en los medios, describen que por ser porcentajes elevados, “resulta difícil detectar diferencias significativas entre los diferentes perfiles sociodemográficos”.
Los números son relevantes y un punto de partida para nuevas investigaciones.
Quienes más confianza les merecen a los encuestados son los científicos y técnicos (37.7%), los voceros religiosos (28.6%), los de la fuerza pública (26%) y los periodistas (22.4%).
Los que menos confianza les generan son los políticos (5.4%), los voceros del gobierno (8.2%) y los influenciadores de redes sociales (10.7%).
Conocer la realidad para actuar

“El estudio diagnóstico partió de un principio inclusivo y pulsó, en tres fases consecutivas y de forma integrada, la opinión de distintos sectores: ciudadanía en general, dueños o directivos de los medios de comunicación más importantes del país, líderes gremiales, docentes de la carrera de comunicación social y periodistas en ejercicio”, documentan los autores.
En total, se encuestaron a 1,230 personas entre dueños de medios, representantes de gremios y periodistas, con grupos focales en ciudad de Panamá y en la provincia de Chiriquí.
En general, y a diferencia de otros países de la región, “Panamá cuenta con espacios seguros para el ejercicio de las libertades de expresión y de prensa, aunque confronta limitaciones estructurales y problemas puntuales que se vienen arrastrando desde hace años sin que las acciones necesarias para removerlas hayan prosperado”.
Analizan que “impedir que estos obstáculos se conviertan en una real amenaza para el ejercicio democrático pasa inexorablemente por conocerlos de la forma más exhaustiva posible y asumir la responsabilidad de superarlos”.
Hallazgos
El estudio aborda distintos temas de interés que son vinculantes con la libertad de expresión.
Interés en los asuntos públicos: Al 56.2% de las personas le interesan bastante o mucho, al 43.7% de los consultados le interesan poco o nada. El grupo que exhibe un menor interés en los asuntos públicos está en mayor medida compuesto por una población joven (entre 18 y 30 años). Asimismo, las personas que integran este grupo son las que cuentan con un menor nivel educativo (sin estudios universitarios) y sufren un mayor grado de vulnerabilidad social (tienen ingresos de $ 400 o menos, están desempleados o son amas de casa). En contraste, quienes revelan una mayor predisposición por informarse acerca de los temas que afectan a la sociedad son personas mayores de 30 años con estudios universitarios, ingresos igual o superiores a los $2000 al mes, trabajan o están jubilados.
Función de los medios: El 46.9% de la población consultada considera que la función más importante de los medios de comunicación es educar a las personas sobre sus deberes y derechos; para un 29.8% lo es informar sobre los asuntos de interés público. La función de “perro guardián”, descrita como aquella dirigida a vigilar el poder, sólo fue seleccionada por el 16.1% de las personas consultadas
Todas las personas muestran una mayor preferencia relativa porque los medios asuman una función educativa; sin embargo, quienes cuentan con estudios universitarios tienden a considerar, en mayor medida que el resto, que también deben cumplir con la tarea de informar sobre los asuntos de interés público.
Canales de información: Instagram y WhatsApp encabezan la lista de canales a través de los cuales se informan las personas. Sin embargo, dentro de los medios considerados tradicionales (televisión, radio y prensa), las respuestas muestran que las audiencias panameñas prefieren la televisión como medio informativo.El 66% de las personas consultadas la ven entre frecuente y ocasionalmente.
Le sigue la radio, la cual escuchan entre frecuente y ocasionalmente el 44.4% de los encuestados. Los periódicos ocupan el último lugar de las preferencias: sólo un 23.7% de las personas manifestó leerlos. Las respuestas, además, dan indicios de que en Panamá el consumo de este tipo de medios sigue siendo preferentemente por la vía analógica, con excepción de los periódicos. Quienes cuentan con ingresos mensuales de $ 2000 o más y estudios universitarios son más proclives a acceder a ellos en línea, al igual que a las revistas digitales y blogs.
Tipo de acceso: Las personas consultadas en su gran mayoría acceden a los medios digitales a través del teléfono celular (81.3%). Sólo el 13.7% manifiesta hacerlo a través de una laptop o computadora de escritorio. El uso de las tabletas es residual (5%)
Desinformación: Sobre las medidas para combatir la desinformación, un 65.6% opinó que debería controlarse la publicación de información falsa, aunque ello implicara límites a la libertad de expresión; un 32.3% indicó, por el contrario, que se debería garantizar la libertad de expresión sin importar que la información publicada fuera falsa
Defensa de las libertades
“Profesores, líderes gremiales y periodistas coinciden al indicar la necesidad de unión entre los gremios para defender las libertades de expresión y de prensa. En cuanto a los desafíos, parece haber un acuerdo casi unánime entre todos los sectores en la necesidad de adaptarse a un entorno digital cada vez más complejo a través de la capacitación y en volver la cara a las audiencias. Con diferentes tonos y términos los cuatro sectores (docentes, gremios, periodistas y empresas) indicaron la necesidad de escuchar, conectar, comprender y recuperar la confianza de quienes constituyen, al fin y al cabo, la razón de ser de las empresas de medios y de los profesionales del periodismo”, plantea el documento.
Líneas prioritarias
El estudio describe seis líneas prioritarias para fortalecer los pilares de la libertad de expresión:
- Fortalecer la independencia y pluralidad mediática mediante formación ciudadana y profesional.
- Recuperar la confianza del público, transparentando la propiedad y el financiamiento de los medios.
- Combatir la desinformación con alfabetización digital y sostenibilidad económica.
- Despenalizar delitos de injuria y calumnia, evitando la autocensura.
- Garantizar transparencia en la pauta oficial y acceso a la información pública.
- Impulsar la actualización profesional de periodistas en entornos digitales.
Para conocer el estudio completo, ver el documento siguiente:
