La luz de los fuegos artificiales puede convertirse en oscuridad para cada adulto o niño que los manipula. Cuidemos nuestra visión
Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena

La Dra. Liliana (Lily) Arosemena es egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología (SPO). En instagram: @retinapanama
La celebración de fin de año en muchas culturas está asociada con el uso de fuegos artificiales. Este espectáculo visual, aunque fascinante, puede presentar graves riesgos para la salud ocular. En particular, la quemadura ocular por fuegos artificiales es una lesión que se ha documentado con bastante frecuencia durante esta época del año.
Estas líneas tiene como objetivo explorar las causas, efectos y la prevención de las quemaduras oculares por fuegos artificiales.
A menudo, las personas subestiman el riesgo asociado con el uso de fuegos artificiales, creyendo erróneamente que son seguros si se utilizan en un entorno controlado. Sin embargo, estudios han demostrado que las quemaduras oculares pueden ocurrir incluso con fuegos artificiales que algunos consideran «menos peligrosos».
Según un artículo de la American Academy of Ophthalmology, se reporta un aumento en la búsqueda y en las lesiones oculares durante las festividades, especialmente entre los adultos jóvenes que intentan encender fuegos artificiales por sí mismos. La falta de conciencia sobre estos riesgos puede llevar a la mínima preparación para emergencias, resultando en daños que son en muchos casos irreversibles.
Las quemaduras oculares pueden variar desde lesiones leves hasta daños severos en los tejidos y estructuras oculares.
Según estudios revisados en la literatura médica, estos daños pueden incluir quemaduras térmicas o químicas, lesiones de la córnea y abrasiones.
A medida que se intensifican las celebraciones de fin de año, los casos de lesiones oculares causadas por fuegos artificiales tienden a alcanzar picos alarmantes por la inminente exposición a radicales libres, combustión de químicos y la alta presión de las explosiones. La falta de protección ocular adecuada durante estos eventos aumenta la susceptibilidad a estas lesiones.
La prevención es un tema clave en la discusión sobre quemaduras oculares por fuegos artificiales. A pesar de la existencia de normativas que prohíben el uso de estos artefactos en ciertas áreas o por individuos sin licencia, muchas personas eligen ignorar tales regulaciones.
Esto se ve exacerbado por la falta de campañas efectivas de concienciación y educación sobre el uso seguro de fuegos artificiales.
Un estudio publicado en el Journal of Emergency Medicine señala que la educación sobre la seguridad ocular y el uso responsable de fuegos artificiales es crucial para reducir la tasa de lesiones oculares. De hecho, un enfoque proactivo que incluya el uso de gafas de seguridad y la supervisión de profesionales podría evitar muchos de estos incidentes.
Las quemaduras oculares requieren atención médica inmediata. Lamentablemente, muchas personas no buscan ayuda profesional rápidamente, lo que puede resultar en complicaciones adicionales. Una revisión sistemática publicada en Ophthalmology enfatiza la importancia de la intervención temprana y adecuada para reducir las secuelas de las lesiones oculares.
La automedicación y la búsqueda de remedios caseros son prácticas peligrosas que pueden agravar el daño ocular y potencialmente llevar a la pérdida de visión.
Por último, es esencial abordar la responsabilidad compartida en la prevención de lesiones oculares por fuegos artificiales. Esto no solo involucra a los individuos que deciden usarlos, sino también a organizadores de eventos, autoridades locales y entidades de salud pública. La implementación de campañas educativas claras y accesibles sobre el uso seguro de fuegos artificiales, así como una vigilancia adecuada durante eventos multitudinarios, son esenciales para reducir los riesgos asociados. La colaboración con organizaciones comunitarias puede también aumentar el impacto de estas iniciativas.
En conclusión, la quemadura ocular por fuegos artificiales es un problema significativo que afecta a muchas personas durante las festividades de fin de año. Desde la subestimación del riesgo hasta la falta de medidas preventivas, las razones por las cuales estas lesiones ocurren son múltiples y complejas.
Aumentar la conciencia sobre los peligros, fomentar una educación segura y garantizar la responsabilidad colectiva son pasos fundamentales para reducir la incidencia de quemaduras oculares. Este año, al celebrar, es fundamental recordar que la seguridad debe ser una prioridad. Acudir a especialistas y seguir los protocolos de seguridad es crucial para disfrutar de las festividades sin comprometer nuestra salud ocular.
Referencias:
1. American Academy of Ophthalmology. Eye injuries associated with fireworks: A guideline for physicians. www.aao.org/eye-health/fireworks-aerial-sparkler-accident-eye-injury.
2. Shiuey. E.J. et al. Journal of Emergency Medicine. Trends in fireworks related eye injuries in the United States. 2020.
3. Moore J.X. et al. Injury Prevention. Fireworks-related injuries: trends and prevention strategies. 2014.
Y con este artículo me despido de ustedes hasta 2026, agradeciendo su compañía en estos meses del año 2025 y, a su vez, deséandoles unas felices y bendecidas fiestas de fin de año junto con sus familiares. Confío nos veremos a leer nuevamente el próximo año. ¡Los abrazo muy fuerte!

