La iniciativa se desarrolla en el marco de la convocatoria pública de Fomento a I+D para Egresados de Estudios de Doctorado (FIED) 2025. El proyecto es liderado por el Dr. Luis Mendoza, con la colaboración del Dr. Huriviades Calderón, Mgter. Nichol Sánchez y Msc. Cristian Moreno y la Dra. Karen Courville
Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI y Dr. Luis Mendoza-Pittí, SNI


La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid. Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia. Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI). El Dr. Luis Mendoza‑Pittí es Investigador Especial Eventual con Doctorado I – Profesor TP Facultad de Ingeniería de Sistemas Computacionales-GITCE de la UTP. Miembro del SNI de la Senacyt, Panamá
La enfermedad renal crónica (ERC) avanza en silencio y afecta a millones de personas en el mundo. Se estima que cerca del 10% de la población global vive con algún grado de deterioro renal. Por ello, detectarla de forma oportuna cambia el pronóstico, reduce complicaciones y alivia la carga para las familias y los sistemas de salud.
Hoy, además de la prevención y los controles clínicos, contamos con un aliado emergente: la inteligencia artificial (IA), la cual tiene el potencial para anticiparse a los signos tempranos de daño renal y apoyar en decisiones en el primer nivel de atención de los centros sanitarios.
En la región de Centroamérica, donde también se observa la ERC de causa no tradicional (ERCnT) o también conocida como Nefropatía Mesoamericana, vinculada al trabajo bajo calor extremo, la hidratación insuficiente y la exposición a agroquímicos; la inteligencia artificial cobra especial relevancia, realizando un diagnóstico temprano y llegar antes a recibir tratamiento, puede marcar la diferencia y evitar que la enfermedad progrese.
“Detectar a tiempo cambia la historia: cada mes ganado es función renal preservada.”
La detección temprana permite implementar medidas clínicas y de estilo de vida que frenan la progresión y reducen complicaciones en los pacientes. Con ello se protege la calidad de vida y se evitan tratamientos costosos en etapas avanzadas, como la diálisis o trasplante renal. Además, el diagnóstico oportuno impulsa la investigación de biomarcadores y facilita la integración de tecnologías como la inteligencia artificial.
¿Qué aporta la inteligencia artificial en ERC?

La inteligencia artificial en ERC permite integrar distintas fuentes de datos que le den la capacidad de detectar patrones tempranos en el daño renal. Con ello podría estimar el riesgo individual, priorizar a quién tamizar o seguir, generar alertas en atención primaria, entre otras acciones pertinentes.
Por ejemplo, el diagnóstico de enfermedad renal crónica. La ERC es la pérdida progresiva de la función de los riñones, lo que dificulta filtrar desechos y mantener el equilibrio de líquidos y minerales. Sus causas más frecuentes son la hipertensión y la diabetes; también influyen el tabaquismo, la obesidad y la edad. En fases iniciales casi no presenta síntomas, por eso muchas personas la descubren tarde. Sin embargo, controles periódicos sencillos utilizando laboratorios para evaluar el valor de creatinina y la presencia de proteínas en un examen de orina, especialmente en quienes tienen factores de riesgo, nos puede ayudar a realizar intervenciones tempranas.
Cuidar los riñones comienza con acciones simples como, beber suficiente agua, evitar tabaco, mantenerse activo y controlar el peso, la presión y la glucosa.
Asimismo, estos controles básicos como creatinina y análisis de orina en la atención primaria ayudan a detectar cambios tempranos y proteger la función renal.
Pero ¿cuál es la diferencia de realizar los controles ahora o usar IA para diagnóstico temprano? Pues, la diferencia radica en la capacidad de la IA para ir más allá de los controles tradicionales. Mientras que un examen de creatinina u orina detecta la enfermedad cuando ya existe un daño, la IA puede analizar múltiples factores al mismo tiempo, como lo son, historial médico, edad, estilo de vida, resultados de laboratorio previos, por lo que tendría la capacidad de anticipar el riesgo antes de que aparezcan signos evidentes de daño. Por tanto, permite una detección más temprana y personalizada, dando oportunidad a los especialistas para intervenir antes y proteger la función renal del paciente.
¿Cómo puede la inteligencia artificial ayudar al diagnóstico de ERCnt?

La enfermedad renal crónica de causa no tradicional (ERCnT), también llamada Nefropatía Mesoamericana, se ha descrito en El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Costa Rica y Panamá. Afecta con mayor frecuencia a hombres jóvenes que laboran al aire libre u ocupaciones conocidas como extramuros y están expuestos a deshidratación crónica, estrés térmico y posible contacto con pesticidas u otros químicos, sin sufrir o padecer de hipertensión ni diabetes.
Mencionarla nos recuerda que, además de las causas clásicas, hay riesgos ocupacionales y sociales que exigen prevención y tamizaje adaptados a cada realidad.
La prevención requiere de un trabajo conjunto: acercar tamizajes a comunidades, garantizar agua segura y pausas en zonas de calor. Registrar síntomas y unir esfuerzos entre salud, sector laboral y comunidades permite actuar a tiempo y evitar complicaciones.
La IA nos puede ayudar en ERCnt a través de “modelos predictivos”, que son herramientas que aprenden de muchos datos para anticipar quién podría desarrollar o empeorar la enfermedad renal. No sustituye el juicio clínico, sino que lo apoya para detectar riesgos y actuar a tiempo. Actualmente, la baja sospecha de este diagnóstico, hace que no se tomen decisiones tempranas, debido a que, en ausencia de comorbilidades (como hipertensión o diabetes) los pacientes y los médicos descartan la ERCnt en muchos casos o no la buscan.
¿Hay algún modelo de IA trabajando en Panamá actualmente?



En Panamá ya se están dando los primeros pasos en este camino para el tema de enfermedad renal crónica. Actualmente, un grupo de investigadores nacionales impulsa un proyecto que busca aplicar modelos de inteligencia artificial para mejorar la detección temprana de la enfermedad renal crónica no tradicional en comunidades vulnerables.
La iniciativa se desarrolla en el marco de la convocatoria pública de Fomento a I+D para Egresados de Estudios de Doctorado (FIED) 2025, impulsada por la Senacyt, y se centra en el uso de datos de salud y factores ambientales para construir algoritmos predictivos que apoyen al personal de atención primaria en la toma de decisiones clínicas.
El proyecto es liderado por el Dr. Luis Mendoza de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) [email protected], con la colaboración del Dr. Huriviades Calderón [email protected], Mgter. Nichol Sánchez [email protected], Msc. Cristian Moreno [email protected] y la Dra. Karen Courville, especialista en Medicina Interna, Nefrología e Investigadora de la Caja de Seguro Social (CSS) (#kavac7).
Se trata de un esfuerzo interinstitucional que une ciencia y práctica clínica, con el propósito de anticiparse al daño renal y ofrecer soluciones accesibles para las poblaciones más expuestas. El proyecto está programado para iniciar en el 2026.
Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI y Dr. Luis Mendoza-Pittí, SNI