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Violeta Villar Liste

Desde este viernes 7 de enero inicia en Panamá la aplicación de dosis pediátricas a niños de 5 a 11 años con enfermedades crónicas y condición de inmunosuprimidos. 

El Ministerio de Salud (Minsa) informó que el proceso de inmunización se desarrollará en hospitales nacionales, en los situados en las cabeceras de provincias y en los hospitales privados Pacífica Salud, Hospital Paitilla y Clínica Hospital San Fernando. De igual modo el Parque Omar funcionará como centro de vacunación.

El Minsa anunció que luego de la llegada de 60,000 dosis pediátricas este domingo 2 de enero, se espera que de manera  periódica arriben al país cerca de 1,5 millones de dosis pediátricas para proteger a la población de 5 a 11 años, además de continuar cumpliendo con el esquema de dos dosis de las vacunas Pfizer o AstraZeneca más una de refuerzo (tres dosis en el esquema oficial del Minsa).

Vacunar para proteger

La Dra. Marta Illueca, investigadora clínica académica, especialista en desarrollo farmacéutico y negociaciones regulatorias, profesora clínica ad honorem de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, compartió sus conocimientos sobre el proceso de vacunación pediátrica que pueden leer, ver y escuchar, en esta tarea pedagógica por el bienestar.

-¿Por qué deberíamos vacunar a los niños contra covid-19 si se enferman y hospitalizan menos?

Dra. Marta Illueca

-La vacunación en los niños es vital para protegerlos de enfermedades que pueden ser muy peligrosas y mantener su salud. La vacunación contra covid-19 es una vacuna más dentro de un esquema muy variado que administramos a los niños desde sus primeros meses de vida. 

En cuanto a la covid-19, si bien es menos frecuente en jóvenes y niños, y tiende a ser más leve, no deja de ser una enfermedad que puede tener complicaciones muy serias.

En los niños tiene una complicación muy particular a su edad pediátrica: el Síndrome Multi-Sistémico Inflamatorio (MIS-C o PIMS por sus siglas en inglés), una condición bastante severa que se presenta, no durante la infección inicial, sino unas semanas después y se manifiesta con falla cardiaca y colapso general (shock) que puede necesitar cuidados intensivos.

Sabiendo que los niños tienen ese peligro nos da una razón fuerte y genuina para protegerlos, precisó.

Incluso explicó que los niños también pueden sufrir las secuelas crónicas de la llamada covid-19 crónica o de largo plazo, con descripciones de periodos de fatigas crónicas. 

Los niños también pueden resultar afectados de un cuadro severo como los adultos, presentar falla respiratoria y requerir intubación, ingresar a cuidados intensivos y fallecer. 

Por otro lado,  al portar el virus, “y aunque no se enfermen, transmitirlo a personas vulnerables de su familia como abuelos y tíos”.

Otra razón poderosa para esta protección contra el virus, es la necesidad del retorno seguro a clases.

“En Panamá ya son dos años sin clases presenciales y es una parte muy importante del desarrollo social, físico y cognitivo de los niños”.

Con delta, y ahora ómicron, también, razona la Dra. Illueca, hemos aprendido que dentro del cuadro pediátrico, la edad que acaban de autorizar para vacunar es la que presenta más casos de positividad.

Es muy importante, subrayó, que los padres indecisos entiendan que el daño y el peligro es mayor para el niño si le da covid-19.

-Con la variante ómicron también aumenta la hospitalización del paciente pediátrico…

-Ya con delta comenzó una gran devastación en los estados del sur de Estados Unidos en la edad pediátrica. Las Unidades de Cuidados Intensivos pediátricas estuvieron colmadas por muchos meses. Se hablaba de más de 200,000 casos por semana. La ómicron, en general, como se transmite más rápido, está afectando a más personas y afecta a más niños.

-¿En la población pediátrica también se pueden presentar casos de coinfección?

-Es muy común. Toda la vida, en particular los niños, pueden tener infecciones duales, en particular las respiratorias que son las más comunes en la edad pediátrica, en los primeros años de vida. 

Se pueden tener de cinco a seis infecciones respiratorias por año y si estos niños tienen hermanos, primos o van al parque, se van a intercambiar diferentes patógenos por lo cual se puede ver influenza con covid-19, gripe con covid-19 o incluso  una infección viral a la cual se agrega una infección bacteriana.

Estudios en progresión por edad

-¿Por qué solo vacunar a los niños de 5 a 11 años?

-Cuando se hacen estudios de desarrollo farmacéutico, sea de medicamentos o de vacunas, se comienza siempre con los adultos y así se hizo con las vacunas. 

Detalló que en el caso de la vacuna Pfizer-BioNTech, autorizada para el grupo de 5 a 11 años por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), el 29 de octubre de 2021, los estudios y aplicación de la vacuna siguieron esta escala de mayor a menor: mayores de 16 años; grupo de 12 a 16 años y luego de 5 a 11 años.

Para los mayores de 12 años, se administran dos dosis de 30 microgramos cada una. En niños de 5 a 11 años la indicación es de 10 microgramos por dosis en dos aplicaciones.

En Estados Unidos se aplican con un intervalo de tres semanas de diferencia. En Panamá será con cuatro semanas de separación.

“Es una estrategia regulatoria y ética asegurar que los estudios se hagan de manera cuidadosa, primero en personas adultas, luego en jóvenes y adolescentes y ahora estamos en la edad pediátrica”, afirmó la Dra. Illueca.

Precisó que cuando se desarrollan tratamientos farmacéuticos o vacunas el principio activo es el mismo: lo que cambia es el tipo de estudio para encontrar la dosis adecuada, en este caso de los niños”.

Reacciones

-¿Cuáles son los efectos adversos de reacción en niños luego de la vacuna?

-Han sido similares a los vistos en población mayor de 12 años y la gran mayoría son efectos locales: dolor en el sitio de la inyección, enrojecimiento, hinchazón, resentimiento si lo tocas… son los más comunes. Pero también algunos tendrán síntomas que hacen un simulacro de la infección porque el cuerpo está respondiendo a la vacuna (fiebre, fatiga, dolores musculares, malestar general) usualmente por un par de días.

De manera muy eventual, y rara, en población de hombres de 12 a 17 años, se identificó un mayor riesgo de miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y pericarditis (inflamación del tejido que rodea el corazón) la primera semana después de la vacunación y en su gran mayoría fueron episodios breves, auto-limitados que se resuelven con medidas conservadoras de reposo en casa.

De 8.7 millones de niños y niñas vacunadas al día de hoy en Estados Unidos (primera semana de enero), solo se han visto 11 casos de miocarditis, mismos que no están todos confirmados porque no cada reacción es por la vacuna.

“Esta condición, por lo general, se resuelve sola, con descanso”.

La Dra. Illueca reflexionó que se debe tener miedo al virus y no a la vacuna,  proteger a nuestros niños y escuchar fuentes confiables.

Consejos para padres

Con respecto a las recomendaciones a padres y cuidadores antes, durante y después del proceso de vacunación, la Dra. Illueca explica que ya en los niños en edad escolar, si no tienen ninguna molestia, no se hace nada porque la idea es que el sistema inmune responda.

Si se comienzan a sentir mal porque tienen fiebre o dolor, aconseja las preparaciones pediátricas de medicamentos anti-piréticos (acetaminofén) y/o anti-inflamatorios (ibuprofeno) de acuerdo con la edad.

El Minsa exhortó a los padres de familia a llevar a sus hijos con ropa cómoda para facilitar el proceso de vacunación, además de portar la tarjeta de vacunación y documento de identidad del menor como la cédula juvenil o certificado de nacimiento.

Vacuna covid-19 y cuadro regular

-¿Sería prudente aprovechar la coyuntura de la vacunación pediátrica covid-19 para acelerar el cuadro de vacunas habitual, en particular por el descenso en cobertura de enfermedades prevenibles con vacunas?

-Tanto la Sociedad Panameña de Pediatría, en el caso de Panamá, como la Academia Americana de Pediatría en Estados Unidos, y autoridades de otros países, se han pronunciado apoyando la vacunación en niños.

Sí se ha visto que se han atrasado los esquemas de vacunación y ya a gran cantidad de niños en EE.UU. se les ha aplicado de manera simultánea las vacunas contra la influenza y covid-19.

La Dra. Illueca observa que no se ha presentado ninguna interacción de cuidado y es una estrategia que se puede usar (vacunación simultánea), en particular en áreas remotas. “Entendería si los padres dicen que no quieren combinar vacunas, pero no deben estar separadas más de dos semanas; no hay razón”.

“Queremos proteger a los niños de enfermedades devastadoras, que causan estragos severos y con las vacunas lo logramos. Panamá fue reconocida en 2015, de parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por su programa de vacunación contra la rubéola congénita.

Panamá está bien habilitado para manejar sus programas de vacunación. Tenemos esa obligación moral y ética de proteger a nuestros niños contra la covid-19 y extender esta protección a las embarazadas”.

La investigadora detalló que un estudio coordinado por la Dra. Heather Lipkind de la Universidad de Yale, publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), trae excelentes noticias: un registro de 40,000 embarazadas que se vacunaron no tuvieron complicaciones de parto prematuro ni bebés de bajo peso.

Estos datos confirman que con la vacuna covid-19 no hay riesgo en la mujer embarazada y con la pediátrica, por otra parte, se garantiza al niño su protección, datos alentadores en un mañana que siempre se espera sea prometedor.